Después de un largo camino, Ian Córdova finalmente ha conquistado un lugar en el corazón del público latino. Su canción “Linda Mujer”, ha superado los 42 millones de reproducciones en plataformas digitales y más de 34 millones de vistas en YouTube, posicionándose entre las tendencias musicales de México.
Ahora, este joven cantante y compositor de 25 años vino por primera vez a Nueva York para presentar “Qué voy a hacer contigo”, un reguetón melancólico que le canta a esos amores que, aunque ausentes, nunca terminan de irse.
Nacido en California y criado en Jiquilpan, Michoacán, Córdova ha seguido un camino poco convencional para llegar a donde está. Desde temprana edad tuvo claro que lo suyo era la música y no dudó en dejar atrás la ruta segura para entregarse por completo a su sueño. Cambió los salones universitarios por jornadas intensas y empleos temporales que apenas le alcanzaban para grabar, escribir y mantenerse en movimiento; entre ciudades, trabajos y estudios de grabación, fue abriéndose paso.
“Ha sido un camino largo, pero me siento muy feliz de estar lográndolo, mientras todos mis amigos estaban en trabajos estables, con sueldos fijos y horarios seguros, yo tenía que agarrar lo que saliera para sobrevivir. Trabajé en el campo, en mudanzas, en construcción, en fábricas de salmón, lo que fuera, aunque no me alcanzara mucho, nunca me duraba un trabajo porque siempre había algo que grabar, un estudio que visitar, una canción que escribir”, cuenta sobre sus inicios. “Incluso llegué a vivir un año en una bodega de guaraches en Los Ángeles, dormía en un colchón inflable y ayudaba a mi tío a vender en el mercado, me daba pena al principio, pero entendí que para cumplir un sueño hay que estar dispuesto a todo”.
Hoy, con más de seis millones de oyentes mensuales en Spotify y canciones en playlists editoriales como “Reggaetón Mexa”, Córdova se consolida como una de las voces emergentes más auténticas del género urbano regional mexicano.
Su nueva canción habla desde la herida abierta, de ese amor que se fue, pero que sigue viviendo en la mente, en los recuerdos, en lo que no se dice, una historia que muchos conocen y que él canta con una voz que duele y abraza a la vez.
“Yo empecé haciendo corridos bélicos y canciones de superación, muy del regional, pero poco a poco fui mezclando sonidos, explorando, de repente hice rap, luego reguetón, y ahora tengo una rola que es casi un híbrido entre reguetón y regional; algunos dicen que no tengo estilo definido, pero si escuchas bien mi música, sabes que hay un hilo, una esencia mía que está en todas. Creo que ahí está la clave de lo que hago, no tengo miedo de experimentar y seguir creciendo”, afirmó.
Tras dos conciertos con localidades agotadas en Tijuana y Mexicali, donde su público coreó cada palabra de Linda Mujer y El Pariente, Ian inicia su gira promocional en Estados Unidos con paradas en Nueva York y Los Ángeles. Su sueño, asegura, es recorrer todo México cantando.

“Después vendrá Latinoamérica y Estados Unidos. Pero primero, quiero regresar a cada rincón de mi país”, dijo.
Asegura que no busca fama vacía sino contar historias, las suyas y las de muchos. Con su música, dice, está logrando que miles se sientan menos solos, más vistos, más escuchados. “A veces la gente solo ve el éxito, los millones de vistas, los números, pero no ven los seis o siete años de lucha, los días sin comer bien, las noches sin dormir, los rechazos, los sacrificios familiares. Yo lo único que les puedo decir a los jóvenes que quieren empezar en la música o en cualquier sueño es que empiecen ya. No esperen a tener todo perfecto, el tiempo pasa rapidísimo, y si no empiezas, nunca vas a llegar, va a haber días difíciles, bajones, momentos de querer tirar la toalla, pero si uno es constante y se compromete de verdad, algún día llegan los resultados. No es fácil, pero vale la pena”, concluyó el artista