La figura del tenis que tiene una de las colecciones de Pokémon más grandes de Francia: la puso a resguardo en la bóveda de un banco

hace 15 horas 2
Térence Atmane y una parteTérence Atmane y una parte de su colección de cartas de Pokémon

El ascenso de Térence Atmane en el circuito profesional de tenis ha traído consigo una exposición pública que ha transformado su vida cotidiana, pero también ha puesto bajo resguardo uno de sus tesoros más preciados: una de las mayores colecciones de cartas Pokémon de Francia, valorada en varias decenas de miles de euros, la cual decidió proteger en dos bóvedas bancarias.

El propio Atmane relató a L’Équipe que, tras alcanzar las semifinales en el Masters 1000 de Cincinnati y escalar al top 70 mundial, decidió reforzar la seguridad de su colección, temiendo que su nueva notoriedad lo convirtiera en blanco de robos. “No dejo nada de valor en casa. Cuando hay dinero, puede haber gente malintencionada. Una sola caja fuerte no era suficiente para guardarlo todo”, explicó el tenista francés al medio, subrayando que la frecuencia de sus viajes por el circuito deja su vivienda de Boulogne-sur-Mer deshabitada durante largas temporadas.

La colección de Atmane, de 23 años, no es una afición menor. El propio jugador estima que posee más de 20.000 cartas Pokémon, distribuidas en una decena de álbumes completos de 450 unidades cada uno, alrededor de 300 cartas graduadas —evaluadas por empresas especializadas que les otorgan una nota sobre 10 y determinan su valor de mercado— y cerca de 50 displays, cada uno con 360 cartas. Su colección, advierte, está “entre las 25 mejores de Francia, siendo realmente modesto”.

Atmane refleja su fanatismo porAtmane refleja su fanatismo por el anime hasta en su vestimenta

El valor económico de este conjunto supera con creces el de una vivienda de tamaño medio. “Es el precio de una casa decente, creo... con varias habitaciones”, explicó al medio francés, añadiendo que, en caso de necesidad financiera, conoce perfectamente el valor de su colección y a quién podría venderla.

El origen de esta pasión se remonta a la infancia de Atmane, quien comenzó a intercambiar cartas Pokémon en la escuela. Conserva aún aquellas primeras piezas, que para él tienen un valor sentimental incalculable. “Cuando las veo, me recuerdan mi infancia, me hacen sentir bien. Es mucho más que una colección. Es realmente la pasión la que habla. Me parece hermoso”, confesó el tenista francés.

Tras ganar notoriedad en elTras ganar notoriedad en el circuito, decidió guardar su colección en el banco

Aunque nació en 2002 y no vivió el inicio del fenómeno Pokémon a finales de los 90, pronto se sumergió en el universo de la franquicia japonesa, viendo repetidas veces la primera temporada de la serie y jugando a todos los videojuegos disponibles, aunque no llegó a experimentar la época de las cartuchos de Game Boy Color.

El crecimiento de su colección experimentó un giro decisivo en 2021 y 2022, cuando Atmane realizó sus primeras adquisiciones importantes. Ese periodo coincidió con un nuevo auge del mercado de cartas Pokémon, impulsado por la popularidad de vídeos de apertura de sobres en YouTube y la influencia de figuras como Logan Paul en Estados Unidos y Michou en Francia. “Yo no tenía dinero, así que hacía bastantes compras y ventas, y pedía algo de dinero a mis padres. Ahora es mucho más sencillo financiar mi colección”, relató.

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La adquisición de nuevas cartas se realiza principalmente a través de plataformas de compraventa y redes sociales. Atmane gestiona un perfil de coleccionista en Instagram bajo un seudónimo desconocido para el público general y participa en grupos de WhatsApp con decenas de grandes coleccionistas, donde se comparten oportunidades de compra y venta. La precaución es fundamental en este entorno, ya que las estafas son frecuentes. “Siempre existe el riesgo de enviar 1.000 euros y esperar la carta”, advirtió.

En ese sentido, reconoció haber sido víctima de fraudes por un total de 6.000 euros en dos ocasiones distintas. Desde entonces, solo realiza transacciones con personas de confianza y reputación comprobada.

Hay cartas que he buscado durante más de dos años y medio”, contó Atmane a L’Équipe. Esta afición lo ha ayudado a desarrollar la paciencia, una virtud que, según él, no lo caracteriza. Sin embargo, la exigencia del tenis profesional limita el tiempo que puede dedicar a su colección, restringiéndolo a unos 15 o 20 minutos diarios, generalmente en trayectos en taxi o entre entrenamientos. Para compensar esta limitación, recurre a intermediarios que le informan semanalmente sobre posibles adquisiciones, a cambio de una comisión.

“No vendo nada, es una colección personal. No lo hago como inversión, es mi pasión”, subrayó. Su objetivo es ambicioso: “Quiero convertirme en el número 1 de Pokémon en Francia. Cuando hago algo, siempre es a fondo. No pararé hasta tener la mejor colección Pokémon del país”.

El futuro de Atmane tras su carrera deportiva también está ligado al universo Pokémon. Entre sus planes figura abrir tiendas especializadas, compartir su experiencia, crear un negocio de compraventa de cartas y desarrollar una página web que agrupe diversas actividades relacionadas. “Si no estoy en una pista de tenis, pero me ponen en una tienda Pokémon todo el día, me parece perfecto. Me siento como un niño en una tienda de golosinas”, expresó.

Atmane protagonizó un gesto singular al regalar una carta Pokémon a Jannik Sinner antes de su enfrentamiento en semifinales del Masters 1000 de Cincinnati, cumpliendo así una apuesta previa con su entrenador y su preparador físico sobre el premio acumulado por el tenista italiano.

La semana anterior, en Toronto, había abierto sobres de cartas Pokémon con Gaël Monfils y conseguí algunas cartas muy buenas, entre ellas un Pikachu. La protegí para regalársela al día siguiente. Estaba muy contento, no se lo esperaba. Desde ese día, siempre la lleva en su bolsa”, relató.

Actualmente, el tenista francés ocupa el lugar número 68 del Ranking ATP y su última aparición en el circuito fue en la qualy del Open de Viena cuando cayó por 6-3 y 6-1 frente a Mackenzie McDonald.

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