La fecha de insolvencia del Seguro Social se adelanta un año: así podría afectar tus beneficios

hace 4 horas 1
El sistema federal enfrenta presionesEl sistema federal enfrenta presiones sin precedentes por el crecimiento del número de solicitantes. (AP Foto/Jenny Kane, Archivo)

El sistema de Seguridad Social de Estados Unidos enfrenta una fecha de insolvencia más cercana de lo previsto. El más reciente informe anual de la Junta de Fideicomisarios del Seguro Social, publicado el miércoles, advierte que los fondos fiduciarios del programa se agotarán en 2034, un año antes de lo anticipado en el informe anterior.

Ese agotamiento obligaría a reducir los pagos mensuales a los beneficiarios en aproximadamente un 19%, lo que afectaría directamente a más de 70 millones de estadounidenses que dependen de este ingreso, ya sea por jubilación, discapacidad o viudez. Según el informe, el promedio actual del cheque mensual de jubilación es de 1,976 dólares, que en caso de aplicarse el recorte pasaría a cerca de 1,600 dólares.

El cambio en la proyección se debe en parte a los costos añadidos por la implementación de la nueva Ley de Equidad de la Seguridad Social, que entró en vigor el 5 de enero y que aumentó los pagos para millones de beneficiarios, según el mismo reporte de los fideicomisarios.

Según el informe de los fideicomisarios, una de las modificaciones con mayor impacto en el gasto del sistema fue la aprobación de la Social Security Fairness Act, que suprimió dos políticas federales que restringían el acceso pleno a los beneficios para empleados que contaban con pensiones públicas. Estas restricciones también afectaban a cónyuges sobrevivientes y otros familiares.

Con la eliminación de esas normas, alrededor de 3.2 millones de beneficiarios vieron aumentados sus pagos, con incrementos que van desde montos modestos hasta más de 1,000 dólares mensuales adicionales, de acuerdo con la agencia. Esta expansión, aunque celebrada por sectores que consideraban injustas las normas previas, ha contribuido al deterioro más acelerado de los fondos del programa.

El informe subraya que los fondos fiduciarios del Seguro Social se han estado reduciendo en los últimos años debido a una combinación de factores estructurales: el retiro masivo de los baby boomers, una población que envejece rápidamente y la relación cada vez menor entre trabajadores activos y jubilados.

El futuro del sistema deEl futuro del sistema de prestaciones preocupa a beneficiarios actuales y a quienes se preparan para jubilarse. (REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo)

Los datos del propio Seguro Social indican que los ciudadanos están reaccionando con preocupación. En los primeros cinco meses de 2025, se registró un aumento del 17% en el número de personas que comenzaron a reclamar beneficios, alcanzando 1.8 millones de solicitudes. Si la tendencia continúa, se espera que en el año se sumen 4 millones de nuevos beneficiarios.

Expertos citados por CBS MoneyWatch apuntan a que el temor ante la posible quiebra del sistema está impulsando a muchas personas a solicitar sus beneficios de manera anticipada. A esta situación se suma la reducción de personal y recursos dentro de la Administración del Seguro Social (SSA, por sus siglas en inglés).

Los problemas operativos en la SSA han dificultado la atención a jubilados, personas con discapacidad y sobrevivientes, en momentos donde la demanda de servicios está alcanzando niveles récord. Esta combinación de incertidumbre y limitaciones institucionales refuerza la sensación de inestabilidad entre los potenciales beneficiarios.

El debate sobre cómo salvar el sistema está abierto, y los expertos coinciden en que solo existen dos caminos: aumentar los ingresos del programa o reducir los pagos. Nancy Altman, presidenta de la organización Social Security Works, sostuvo en un comunicado que “cualquier político que no apoye el incremento de los ingresos para el Seguro Social, está, por defecto, apoyando los recortes de beneficios”.

Una de las propuestas más discutidas para incrementar los ingresos es eliminar o elevar el tope de ingresos sujetos al impuesto de nómina, que actualmente se encuentra en 176,100 dólares. Hoy en día, cualquier ingreso que supere ese monto no contribuye al financiamiento del programa.

Altman recordó que “en encuesta tras encuesta, el pueblo estadounidense ha dejado claro que apoya que los más ricos contribuyan con su parte justa al Seguro Social, y se opone de manera abrumadora a los recortes”.

La directora ejecutiva de AARP, Myechia Minter-Jordan, también instó al Congreso a actuar con rapidez: “Más de 69 millones de estadounidenses dependen del Seguro Social hoy, y a medida que la población envejece, la estabilidad de este programa vital se vuelve aún más importante”, afirmó en una declaración enviada por correo electrónico.

El envejecimiento de la poblaciónEl envejecimiento de la población y los cambios normativos impactan las finanzas del sistema. (REUTERS/Hyungwon Kang/File Photo)

El mismo día que se publicó el informe sobre el Seguro Social, los fideicomisarios de Medicare emitieron su propio reporte, advirtiendo que el programa de seguro médico para personas mayores de 65 años también enfrenta una crisis inminente. Si no se realizan cambios, en 2033 Medicare solo podrá cubrir el 89% de sus costos, lo que afectará a millones de usuarios.

El administrador de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), Dr. Mehmet Oz, señaló en un comunicado que “este informe subraya la necesidad urgente de una reforma seria y sostenida para asegurar el futuro a largo plazo del programa”.

La situación de ambos programas —Seguro Social y Medicare— plantea un desafío fiscal y político inmediato, cuyas consecuencias podrían golpear a generaciones enteras si no se toman decisiones antes de que sea demasiado tarde.

Leer artículo completo