
El banco de leche materna Ohio Health Mother Milk Bank, ubicado en Columbus, retiró el 14 de julio un total de 5.735 botellas de leche humana donada, tras identificar una lectura de temperatura inexacta en uno de sus equipos de pasteurización. La decisión fue adoptada de forma voluntaria por la organización, que actúa como proveedora para múltiples hospitales y familias en distintos estados. Este retiro tiene alcance en Minnesota, Misuri, Nueva Jersey, Carolina del Norte, Ohio, Pensilvania, Carolina del Sur, Vermont y Virginia Occidental, según reportó la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) en una actualización del 4 de agosto.
El incidente se originó por una deficiencia en el termómetro de una de las máquinas de pasteurización empleadas por el banco de leche. De acuerdo con la información aportada por Newsweek, la falla desencadenó de inmediato la intervención de la institución, que optó por el retiro en el marco de un protocolo sanitario preventivo para proteger la seguridad de los destinatarios finales, fundamentalmente bebés recién nacidos y lactantes de alto riesgo.
La clasificación de la FDA, que asignó un estatus de riesgo Clase II al retiro, establece que el uso de este producto podría causar problemas de salud temporales o médicamente reversibles, además de que la probabilidad de consecuencias graves permanece como remota. El comunicado de la agencia federal matizó la importancia de la detección temprana y las acciones correctivas para reducir las posibilidades de exposición a cualquier producto afectado.

La retirada incluye dos presentaciones principales: 4.006 unidades de OH MMB Human Donor Milk con 20.00 calorías por onza y una concentración proteica de 1.00 gramos por decilitro, envasadas en botellas plásticas de 88 mililitros (3 onzas). También abarca 1.729 envases con el mismo contenido calórico, pero 0.80 gramos de proteína por decilitro, presentados en botellas de 177 mililitros (6 onzas). En ambos casos, la FDA advirtió que el contenido proteico final puede variar, por lo que recomendó extrema precaución para quienes hayan adquirido leche donada en el período señalado.
En respuesta al retiro, las autoridades recomendaron a usuarios en los nueve estados afectados que verifiquen detenidamente los lotes y fechas de sus productos, contactando al banco de leche Ohio Health Mother Milk Bank o a los departamentos de salud estatales ante cualquier duda. La advertencia no solo recae sobre hospitales y clínicas neonatales, sino también sobre madres adoptivas o familias que dependen de donaciones para la alimentación infantil en casos de insuficiencia de leche materna o bebés prematuros.
El seguimiento de las botellas distribuidas resulta clave para reducir cualquier eventualidad, al considerar la vulnerabilidad de la población destinataria. Como señaló el comunicado divulgado por la FDA, la transparencia y la información precisa a consumidores y proveedores permiten una respuesta eficaz ante posibles riesgos asociados a insumos médicos o alimentarios destinados a menores de edad.
La FDA fundamenta las retiradas de productos bajo tres categorías: la Clase I implica la existencia de un peligro severo, con posibilidad de causar efectos adversos graves para la salud o incluso la muerte. En el caso del retiro del banco de leche de Ohio, se aplicó la Clase II, que cursa con una probabilidad mucho menor de daño severo, pero puede ocasionar efectos adversos temporales o reversibles. Finalmente, la clasificación Clase III se destina a productos con riesgos despreciables para el consumidor.
En este contexto, la leche materna humana donada constituye un insumo crítico en el tratamiento y la alimentación de bebés en estados vulnerables, incluidos prematuros y aquellos con bajo peso al nacer. Su manipulación y distribución están sujetas a regulaciones estrictas, por lo que cualquier desviación en el proceso, como sucedió con la medición de temperatura errónea, obliga a un monitoreo exhaustivo y a implementar medidas de control preventivas.
La FDA notificó que, hasta el 5 de agosto, el retiro se mantiene activo y catalogado como “en curso”. Esto implica que las investigaciones y notificaciones siguen en marcha, con énfasis en evitar la utilización de los productos implicados y en instruir a los usuarios sobre cómo responder ante una eventual exposición. Desde el banco de leche reiteran la necesidad de contacto inmediato con profesionales médicos si existiera cualquier sospecha de uso de alguna de las botellas bajo vigilancia.

A raíz de la notificación oficial, el banco de leche Ohio Health Mother Milk Bank y la FDA difunden mensajes claros para los consumidores: deben abstenerse de emplear cualquier botella incluida en el aviso de retiro. Se pide a los usuarios que revisen cuidadosamente todas las unidades recibidas y, en caso de coincidencia con los lotes afectados, contacten de inmediato con el proveedor o las autoridades sanitarias pertinentes de su estado.
El uso de leche materna donada, según Newsweek, es clave en situaciones donde las madres no producen suficiente alimento o en contextos de adopción. La leche humana procesada en bancos responde a criterios de seguridad y nutrición rigurosos, por lo que un retiro representa una medida extraordinaria para preservar la integridad de tratamientos neonatales.
Como parte de la vigilancia activa, la FDA mantiene su página web actualizada con notificaciones sobre el estado de los retiros alimentarios y médicos, lo que facilita el rastreo por parte de hospitales, cuidadores y padres en el país. El banco de leche anima a posibles donantes a comenzar el proceso de cribado previo mediante contacto telefónico o vía correo electrónico, continuando así su labor fundamental de asistencia alimentaria, bajo estrictos estándares regulatorios.