
La química entre actores en pantalla no siempre refleja las relaciones que se desarrollan fuera de las cámaras. Romeo + Julieta de 1996, dirigido por Baz Luhrmann, constituye un ejemplo notable de esta dicotomía, ya que los protagonistas Leonardo DiCaprio y Claire Danes experimentaron tensiones durante la producción.
La adaptación cinematográfica de Luhrmann trasladó la tragedia romántica de Shakespeare desde la Verona medieval hasta Verona Beach, un distrito costero de una ciudad posmoderna que evocaba Los Ángeles.
La trama central se mantuvo intacta: Romeo y Julieta pertenecen a familias rivales, los Capuleto y los Montesco, y tras conocerse en un baile de máscaras e enamorarse, inician un romance secreto que amenaza la frágil paz existente.
Danes no era la primera opción del director para interpretar a Julieta. El cineasta había considerado inicialmente a Natalie Portman, pero finalmente descartó esta posibilidad debido a la diferencia de edad.
Portman explicó posteriormente a HelloGiggles: “En ese momento yo tenía 13 años y Leonardo tenía 21. Y no era apropiado a los ojos de la compañía cinematográfica o del director, Baz. Fue una decisión mutua también que simplemente no iba a estar bien en ese momento".
“Creo que la película salió realmente, realmente hermosa y Claire Danes hizo un trabajo realmente, realmente maravilloso”, agregó la ganadora del Oscar.

Sin embargo, desde el estreno del filme en 1996, diversos reportes han señalado que Leonardo DiCaprio y Claire Dane no siempre mantuvieron una relación armoniosa.
La actriz tenía apenas 17 años durante el rodaje, mientras que él contaba ya con la mayoría de edad. Según los informes, la joven encontraba agotadoras las constantes bromas de DiCaprio.
Las fuentes indican que la actriz consideraba a Leo algo inmaduro, mientras que el actor percibía a Claire como “rígida”. Algunos reportes sugieren que la pareja apenas se dirigía la palabra cuando no estaban filmando escenas juntos.
No obstante, es posible que estos informes hayan sido exagerados para la época. A pesar de encontrar las bromas de DiCaprio frustrantes, Danes reconoció posteriormente las cualidades atractivas de su coprotagonista.
En una entrevista con W Magazine, admitió haber sentido atracción por su compañero de reparto: “Eso fue problemático. Realmente no podía tener un enamoramiento del tipo del que me estaba enamorando profesionalmente”, comenzó.
“Bastantes hombres gay me han hablado sobre el hecho de que cuando eran niños viendo Romeo + Julieta, estaban confundidos sobre a quién querían besar. ¡Todo era sobre Leo! Y lo entiendo completamente", indicó después.

El caso de Romeo + Julieta no es único en la industria cinematográfica. Otras producciones han experimentado situaciones similares donde la química en pantalla contrastaba con las tensiones fuera de cámaras.
Dirty Dancing (1987) enfrentó reportes de tensiones entre Patrick Swayze y Jennifer Grey debido a diferencias personales y profesionales durante el rodaje.
De manera similar, Diario de una pasión (2004) experimentó conflictos entre Ryan Gosling y Rachel McAdams durante la producción. Gosling llegó a solicitar el reemplazo de McAdams a mitad del rodaje debido a sus desacuerdos, aunque posteriormente mantuvieron una relación sentimental durante varios años.
En I Love Trouble (1994), Nick Nolte y Julia Roberts interpretaron periodistas rivales que eventualmente se enamoran.
Fuera de las cámaras, Roberts supuestamente calificó a Nolte como “disgustante”, mientras que él la describió como “no agradable”.
La animosidad fue tan intensa que algunas escenas se filmaron por separado para evitar interacciones directas.

A pesar de las tensiones reportadas durante el rodaje de Romeo + Julieta, las actuaciones de Leonardo DiCaprio y Claire Danes recibieron aclamación crítica.
El film se estableció como una de las adaptaciones más reconocidas de la obra de Shakespeare.