
Retirada de la competencia profesional desde 2022, Serena Williams sigue vinculada al tenis y no rehúye a las discusiones que lo atraviesan. En una extensa entrevista publicada esta semana por la revista Time, la ganadora de 23 torneos de Grand Slam abordó diversos aspectos de su nueva vida fuera del circuito: su rol como empresaria, su maternidad, su inversión en el equipo de expansión Toronto Tempo de la WNBA y su participación en el reciente show del Super Bowl. Pero uno de los momentos más directos de la conversación se dio cuando opinó sobre Jannik Sinner, actual número uno del ranking ATP, y el caso de dopaje que lo involucró.
“Me encanta, me encanta su juego. Es genial para el deporte”, dijo Williams sobre Sinner, quien a sus 22 años ya se consagró campeón de los dos últimos Abiertos de Australia y del US Open 2024. Sin embargo, la ex tenista fue enfática al comparar el tratamiento que recibió el italiano tras su sanción con lo que ella considera habría sido una respuesta mucho más severa en su propio caso: “Si lo hiciera, me habrían condenado a 20 años”, sentenció.
La referencia de Williams apunta a la suspensión de tres meses que recibió Sinner luego de dar positivo por una sustancia prohibida. Según el propio jugador, fue un fisioterapeuta quien le administró el compuesto sin intención de dopaje. La Agencia Internacional de Integridad del Tenis (ITIA) avaló esta explicación y concluyó que la cantidad encontrada era tan baja que no implicaba una ventaja competitiva. Aun así, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) presionó para una sanción más prolongada, de hasta un año. Finalmente, en febrero de este año se llegó a un acuerdo que le permitió a Sinner no perderse ningún torneo importante.
Williams expresó que no le desea “ningún mal” al tenista italiano, a quien espera ver reaparecer en el Abierto de Italia en mayo. “El tenis masculino lo necesita”, dijo. No obstante, volvió sobre el contraste en los estándares de sanción: “Seamos sinceras. Me habrían quitado los Grand Slams”.
Durante su carrera, Williams mantuvo una relación tensa con las autoridades del tenis, muchas veces enfrentando sanciones, críticas mediáticas y decisiones arbitrales controversiales. En la entrevista con Time, recordó lo estricta que fue consigo misma respecto al uso de medicamentos: “Siempre fui extremadamente cuidadosa con lo que ingería. No tomaba nada más fuerte que Advil por miedo a ingerir algo que pudiera meterme en problemas”.
También mencionó de manera indirecta cómo las variables de género y raza podrían incidir en el tratamiento que reciben las figuras del deporte frente a situaciones similares. “Un escándalo de sustancias para mejorar el rendimiento me habría llevado a la cárcel”, dijo, en tono irónico. “Te habrías enterado de ello en otro multiverso”.
En su reflexión, Williams también aludió al caso de Maria Sharapova, una de sus históricas rivales, quien fue suspendida en 2016 por consumir meldonium, una sustancia prohibida por la AMA. “De forma extraña y curiosa, no puedo evitar pensar en Maria todo este tiempo”, confesó. “No puedo evitar sentir lástima por ella”. En el caso de Sharapova, el Tribunal de Arbitraje Deportivo consideró que la violación fue involuntaria, y redujo la suspensión de dos años a 15 meses. Pese a esa reducción, la rusa sufrió un fuerte desgaste mediático y deportivo.
La mención a Sharapova refuerza la crítica de Williams hacia lo que percibe como un doble estándar. Aunque evita acusaciones directas, su postura apunta a una disparidad estructural en el trato hacia las figuras del tenis según su procedencia, historia o perfil mediático.
A pesar de su decisión de alejarse de las competencias, la ex tenista sigue siendo una referente insoslayable del deporte, y utiliza su plataforma para abordar temas que, según ella, siguen sin resolverse. En este caso, su opinión sobre la sanción de Sinner no solo expresa una crítica al sistema antidopaje, sino también una forma de denunciar desigualdades persistentes en el tratamiento de los atletas de elite.
A lo largo de la entrevista, Williams también dejó en claro que su decisión de retirarse fue motivada, entre otras razones, por su deseo de ser madre nuevamente. Desde entonces, ha diversificado sus intereses y se ha convertido en una figura influyente en el mundo de las inversiones. Su firma, Serena Ventures, ha respaldado más de 30 empresas desde 2021 y mantiene un fuerte compromiso con la diversidad: según datos compartidos por la revista, el 70% de las startups que apoya están lideradas por mujeres o personas de color.
No obstante, el tenis sigue presente. Williams aún entrena de manera recreativa en su propiedad en Florida y admite que, en momentos de nostalgia, ha considerado un regreso. “Lo echo de menos porque estoy sana”, dijo. “Si no pudiera caminar, o si estuviera muy mal físicamente, no lo extrañaría tanto”.