La dieta del cerebro: cómo la dieta influye en el aprendizaje y puede ayudar al estudiante a memorizar mejor

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El impacto sorprendente de losEl impacto sorprendente de los alimentos en el rendimiento escolar. (Imagen de Archivo)

Lo que los estudiantes comen puede ser tan importante como las horas de estudio para rendir al máximo en clase. La evidencia científica más reciente confirma que una alimentación equilibrada no solo nutre el cuerpo, sino también la mente, mejorando la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento, herramientas clave para el aprendizaje.

“Tener buenos hábitos alimentarios está directamente relacionado con un mayor rendimiento académico: una alimentación sana y equilibrada es clave para el correcto desarrollo cognitivo de niños y adolescentes”, asegura Paula Lope Santamaría, nutricionista y tutora de biología en TusClasesParticulares.

Un estudio publicado en Frontiers in Nutrition (2025) revela que el 72% de los estudiantes que consumen frutas y verduras presentaron niveles muy altos de velocidad de procesamiento, efecto atribuido a los polifenoles y antioxidantes presentes en estos alimentos. Según el informe, estos nutrientes actúan como protectores del cerebro, favoreciendo la concentración y la rapidez mental.

En este sentido, Paula Lope Santamaría destaca la importancia de ciertos grupos de alimentos para mantener un rendimiento cognitivo óptimo:

  • Pescados azules: aportan omega-3, esenciales para la formación de neuronas y la memoria.
  • Frutos secos y semillas: combinan omega-3, antioxidantes y vitamina E, protegiendo las células cerebrales del estrés oxidativo.
  • Frutas y verduras de colores vivos: ricas en carotenos y antioxidantes que combaten los radicales libres.
  • Cítricos, fresas y kiwi: aportan vitamina C, que regula el estado de ánimo y la concentración.
  • Aceite de oliva: omega-3 y omega-6 para la formación de estructuras celulares y el sistema nervioso.
  • Cereales integrales: carbohidratos complejos que mantienen la energía y la glucosa estable.
  • Lácteos fermentados (yogur, kéfir, queso fresco): calcio y triptófano implicados en la transmisión nerviosa y la memoria.

“Los alimentos ricos en proteínas (carne, pescado, huevos) se asociaron con una mayor precisión y velocidad mental, debido al papel de los aminoácidos en la síntesis de neurotransmisores como la dopamina y la serotonina”, detalla el estudio.

Además, el informe resalta que las grasas saludables, presentes en aceite de oliva, frutos secos y pescado azul, se relacionaron con mejor resistencia mental y memoria, mientras que las grasas saturadas y trans mostraron un efecto contrario.

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Por otro lado, el consumo de azúcares y productos ultraprocesados tiene efectos negativos en la atención y precisión. Según el estudio, provocan un “efecto rebote”, es decir, una mejora momentánea en la rapidez, pero una caída significativa en la concentración al poco tiempo de ingerirlos.

La alimentación saludable funciona mejor cuando se combina con estrategias de estudio eficaces y apoyo personalizado. Un estudio de GoStudent (2024) revela que el 90% de los estudiantes que reciben tutorías mejoran su confianza y el 75% logra mejores calificaciones.

“Plataformas de tutorías, junto con una dieta equilibrada, potencian tanto la mente como la motivación de los estudiantes”, concluye Lope Santamaría.

En definitiva, adoptar una dieta variada y equilibrada, similar a la mediterránea, y combinarla con tutorías o estrategias de estudio personalizadas puede marcar la diferencia en el rendimiento académico. Frutas, verduras, proteínas de calidad, grasas saludables y cereales integrales no solo nutren el cuerpo, también alimentan la mente.

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