
En los primeros tiempos de la automoción, los parachoques eran elementos claves para la seguridad de los vehículos. Estos no solo protegían a los ocupantes de colisiones menores, sino que también eran visiblemente prominentes, funcionando como una especie de “escudo” para el automóvil.
Sin embargo, con el paso de las décadas y el desarrollo de nuevas normativas de seguridad, los parachoques fueron perdiendo protagonismo visual y transformándose en componentes más discretos y funcionales.
Según Popular Science, el cambio más importante en el diseño de los parachoques comenzó en 1973, con la entrada en vigor del Estándar No. 215 de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA). Esta normativa exigía que los vehículos pudieran resistir una colisión frontal a 8 km/h sin sufrir daños visibles.
Esta regulación forzó a los fabricantes a rediseñar los automóviles, incorporando parachoques más grandes y pesados, lo que alteró considerablemente la estética de los modelos de la época.

La implementación del Estándar No. 215 significó un cambio drástico para los diseñadores de automóviles. Wayne Cherry, vicepresidente de diseño de General Motors, detalló que antes de la ley, los parachoques empezaban a integrarse de manera más fluida en el diseño general de los vehículos, con formas más estilizadas y menos voluminosas.
Sin embargo, las nuevas exigencias de seguridad obligaron a los fabricantes a crear parachoques más gruesos y visibles, lo que retrasó el avance del diseño de los parachoques durante dos décadas.
Un ejemplo emblemático de este cambio forzado fue el Lamborghini Countach, que su diseño original fue alterado para cumplir con las regulaciones estadounidenses. Shaw explicó que los parachoques grandes y poco estéticos fueron añadidos al modelo, algo que muchos consideraron una “herejía” para este superdeportivo.

En 1983, la NHTSA modificó la normativa, reduciendo la velocidad máxima para las colisiones a 4 km/h en la parte frontal y a 2,4 km/h en los laterales. Esta modificación permitió a los diseñadores de automóviles retomar una mayor libertad en el diseño de los parachoques, adoptando una estética más moderna y discreta.
Tal como explicó Jon Ruud, gerente senior de Ingeniería de Seguridad en Nissan, los parachoques modernos evolucionaron considerablemente, tanto en su forma como en los materiales utilizados. Actualmente, los parachoques suelen estar ocultos tras una capa de fascia plástica, que no solo mejora la apariencia de los vehículos, sino que también optimiza su aerodinámica.
Además, se emplean materiales como la espuma de alta densidad, que absorben los impactos a baja velocidad y minimizan los daños en colisiones más fuertes.

A pesar de la tendencia hacia los parachoques discretos, algunos modelos optaron por mantener los parachoques expuestos, como es el caso del Jeep Wrangler y el Gladiator.
Según Vince Galante, vicepresidente de diseño de Jeep, estos parachoques no solo son funcionales, permiten a los usuarios personalizar sus vehículos con accesorios adicionales como winches, ganchos de remolque y luces extras.
Estos modelos muestran cómo los parachoques, aunque visibles, siguen siendo elementos esenciales para la seguridad y la personalización de los automóviles.

El diseño de los parachoques no solo fue objeto de críticas por su transformación, sino también de una cierta nostalgia por los modelos más antiguos.
En un artículo publicado en Jalopnik, el periodista Jason Torchinsky lamentó la desaparición de los parachoques de goma negra, que, aunque considerados poco atractivos, eran eficaces para proteger la carrocería y absorbían daños menores sin necesidad de reparaciones costosas.
Torchinsky explicó que un buen parachoque debería ser capaz de soportar daños menores sin que estos sean evidentes, protegiendo la carrocería de manera económica y funcional.
Si bien Popular Science comparte parte de la crítica de Torchinsky sobre la utilidad de los parachoques, discrepa sobre la preferencia por los parachoques de goma, especialmente en vehículos de alto rendimiento como el Lamborghini Countach. Shaw considera que los diseños modernos, aunque más discretos, cumplen mejor su función al equilibrar seguridad, estética y funcionalidad.

La evolución de los parachoques en los automóviles es un claro reflejo de los avances en las regulaciones de seguridad y en las tecnologías de materiales.
A lo largo de los años, los parachoques dejaron de ser elementos prominentes para convertirse en componentes integrados y funcionales, que protegen a los ocupantes de los vehículos sin sacrificar la estética.
Popular Science concluye afirmando que, si bien algunos modelos aún mantienen los parachoques expuestos para ofrecer mayor personalización, el cambio hacia diseños más discretos demuestra cómo la industria automotriz encontró un equilibrio entre seguridad y diseño.