Blake Lively presentó una demanda en la que reclama 161 millones de dólares por daños ocasionados durante la producción de It Ends With Us.(REUTERS/REUTERS)La actriz Blake Lively enfrenta una compleja batalla legal en torno a la película It Ends With Us, luego de que su equipo legal presentara una demanda en la que asegura que la intérprete sufrió daños por 161 millones de dólares como consecuencia de una supuesta “campaña de difamación” liderada por el actor y director Justin Baldoni.
Según documentos judiciales a los que accedió Us Weekly el 6 de noviembre, originalmente presentados en julio, los abogados de Lively afirman que las pérdidas derivadas del daño a su reputación afectaron múltiples aspectos de su carrera, desde su labor como actriz hasta sus emprendimientos empresariales. El medio Variety fue el primero en informar sobre la noticia, que rápidamente generó repercusión en la industria cinematográfica y entre seguidores de ambas estrellas.
Los representantes de la actriz sostienen que la campaña de desprestigio habría afectado directamente sus ingresos y oportunidades profesionales, lo que representa uno de los reclamos más altos en una demanda por difamación dentro del ámbito del entretenimiento en los últimos años.
Justin Baldoni negó las acusaciones de acoso y difamación presentadas por su coprotagonista en It Ends With Us. (Nicole Rivelli/Sony Pictures)El equipo legal de Blake Lively, conocida por su papel en Gossip Girl y más recientemente en A Simple Favor, indicó que las pérdidas económicas incluyen 56,2 millones de dólares en ganancias pasadas y futuras vinculadas a su carrera actoral, a su faceta como productora, así como a sus compromisos como oradora y embajadora de marcas internacionales.
Además, la demanda sostiene que la actriz de 38 años perdió 49 millones de dólares en ingresos potenciales de su marca de belleza Blake Brown, afectada por la disminución de su reputación pública. A ello se suman las pérdidas estimadas de 22 millones de dólares relacionadas con sus empresas de bebidas Betty Buzz y Betty Booze, proyectos personales en los que Lively ha invertido considerablemente en los últimos años.
Los documentos también calculan daños a la reputación por 34 millones de dólares, una cifra basada en un estimado de 65 millones de impresiones negativas en redes sociales relacionadas con su nombre. Estas métricas fueron presentadas por el equipo de la actriz como evidencia del impacto mediático y digital de la supuesta campaña orquestada por Baldoni.
Los abogados de Blake Lively estimaron que la actriz sufrió un impacto reputacional valorado en 34 millones de dólares por la campaña negativa en redes sociales.La documentación presentada por los abogados de Lively incluye referencias a varias figuras del entretenimiento, señaladas como “personas que probablemente posean información relevante” sobre el caso. Entre ellas se encuentran Taylor Swift, Emily Blunt, Scooter Braun, Hugh Jackman y Gigi Hadid, además del esposo de la actriz, Ryan Reynolds, quien también figura en la demanda.
La inclusión de estos nombres se debe, según el expediente, a que podrían haber presenciado o tenido conocimiento de la presunta conducta inapropiada de Baldoni en el set de filmación o durante la promoción de It Ends With Us. Us Weekly confirmó que tanto los representantes de Lively como los de Baldoni fueron contactados para ofrecer declaraciones, aunque hasta el momento ninguno ha emitido comentarios públicos adicionales.
Lively presentó su demanda en diciembre de 2024 contra Justin Baldoni, el productor Jamey Heath, el empresario Steve Sarowitz y varios publicistas vinculados al proyecto. El juicio, según los registros judiciales, está programado para marzo de 2026, con un proceso de recopilación de pruebas en curso.
El juicio entre Blake Lively y Justin Baldoni está programado para marzo de 2026 y continúa en fase de recopilación de pruebas.El conflicto entre ambas estrellas se remonta a principios de diciembre de 2024, cuando Blake Lively acusó públicamente a Baldoni, de 41 años, de acoso sexual y de organizar una campaña de difamación en su contra durante y después de la producción de la película. Baldoni negó categóricamente todas las acusaciones y, en enero, presentó una contrademanda contra Lively y Reynolds, acusándolos de extorsión y difamación.
En junio de 2025, un juez desestimó la contrademanda de Baldoni, lo que fue interpretado como un triunfo legal preliminar para la actriz. Tras conocerse la decisión judicial, Lively publicó un mensaje en su cuenta de Instagram Stories, en el que agradeció el apoyo recibido de diversas organizaciones que defienden los derechos de las mujeres. “Como tantas otras, he sentido el dolor de una demanda por represalias, incluyendo la vergüenza fabricada que intenta quebrarnos”, escribió la actriz, sin mencionar directamente a Baldoni.
El equipo legal del actor tuvo la oportunidad de modificar sus alegaciones por incumplimiento de pacto implícito e interferencia ilícita en el contrato, con plazo hasta el 23 de junio. Sin embargo, finalmente optó por no hacerlo. Según explicó su abogado, Bryan Freedman, la estrategia de defensa se concentró en intentar que la demanda original de Lively fuera desestimada.
En declaraciones a People, Freedman sostuvo que la decisión del tribunal “no afecta en absoluto la verdad de que no hubo acoso ni campaña de difamación”, y aseguró que su cliente mantiene una defensa sólida ante las acusaciones. “La fase de presentación de pruebas continúa y confiamos en que prevaleceremos contra estas acusaciones infundadas”, añadió.
Por su parte, Lively ha mantenido una postura de discreción pública respecto al proceso judicial, limitándose a declaraciones en redes sociales que enfatizan la importancia de apoyar a las mujeres que enfrentan represalias por denunciar conductas indebidas. Su equipo de abogados ha indicado que se encuentran “plenamente enfocados en demostrar los daños sufridos y en restaurar la reputación” de la actriz.
Hasta el momento, ni Sony Pictures, distribuidora de It Ends With Us, ni la autora del libro original, Colleen Hoover, han emitido comentarios sobre la disputa legal entre sus protagonistas. Sin embargo, el caso ha generado preocupación en la industria debido al impacto que podría tener en futuras colaboraciones y en la percepción pública de ambos artistas.
El juicio, previsto para marzo de 2026, será clave para determinar la veracidad de las acusaciones y el alcance de las supuestas pérdidas económicas de Lively. De comprobarse los daños, el monto de 161 millones de dólares marcaría un precedente histórico en demandas por difamación en el sector del entretenimiento.
Mientras tanto, la actriz continúa trabajando en varios proyectos independientes y en la expansión de sus marcas personales, mientras el proceso judicial avanza. Justin Baldoni, por su parte, ha centrado su actividad en su productora Wayfarer Studios, aunque mantiene un perfil bajo desde que comenzó la controversia.
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