La detención de José Ismael Castro León, ciudadano mexicano de 47 años, en Phoenix, Arizona, Estados Unidos con más de 40 kilos de metanfetamina, 1.14 kilogramos de fentanilo y dos armas de fuego en la frontera sur de Estados Unidos.
El arresto, realizado el pasado 22 de septiembre de 2025, se enmarca en una ofensiva federal contra el narcotráfico y el crimen organizado, y podría acarrear para el acusado una condena de hasta cadena perpetua.
De acuerdo con la información oficial, Castro León fue interceptado por agentes del Grupo de Trabajo de Control de Drogas del Este del Valle de la Administración de Control de Drogas (DEA) en un estacionamiento de Phoenix.

Los investigadores, que vigilaban el lugar tras recibir información sobre una inminente transacción de drogas, observaron cómo Castro León, al volante de un GMC Acadia, mostró a otra persona el contenido de una bolsa de lona negra extraída del maletero.
Al intervenir, los agentes detuvieron al sospechoso y decomisaron aproximadamente 25.40 kilos de metanfetamina de la bolsa, junto con un arma de fuego localizada en la consola central del vehículo.
Posteriormente, una inspección en el apartamento de Castro León permitió a los investigadores incautar más de 15.42 kilos adicionales de metanfetamina, cerca de 1.14 kilogramos de polvo de fentanilo y una segunda arma de fuego.
En total, la operación resultó en la confiscación de aproximadamente 41.3 kilogramos de metanfetamina y otra cantidad de fentanilo, dos sustancias consideradas de alto riesgo por su potencial adictivo y letalidad.
Castro León, identificado como ciudadano mexicano que residía ilegalmente en Estados Unidos, enfrenta cargos federales por posesión con intención de distribución, así como por portar armas de fuego en el contexto de actividades delictivas.
La denuncia penal formalizada en Phoenix especifica que la cantidad de metanfetamina incautada supera ampliamente el umbral de 500 gramos, mientras que el fentanilo rebasa los 400 gramos, lo que agrava las sanciones previstas por la ley.
La posesión con intención de distribuir 500 gramos o más de metanfetamina, o 400 gramos o más de fentanilo, conlleva una condena mínima obligatoria de 10 años de prisión, que puede extenderse hasta la cadena perpetua.

El caso se inscribe dentro de la Operación “Recuperemos América”, una iniciativa nacional impulsada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la cual moviliza todos los recursos federales contra la inmigración ilegal, entre otras acciones.
La estrategia integra a corporaciones de los Grupos de Trabajo contra el Crimen Organizado y el Control de Drogas (OCDETF) y el Proyecto Vecindario Seguro (PSN), con el objetivo de optimizar la respuesta institucional frente al narcotráfico y el crimen organizado.
La investigación que condujo al arresto de Castro León estuvo a cargo del Grupo de Trabajo Antidrogas HIDTA de la DEA en el Valle Este de Phoenix, mientras que la acusación formal recae en el fiscal federal adjunto Stuart Zander, del Distrito de Arizona.
El proceso judicial contra Castro León continúa en curso. Como establece el sistema legal estadounidense, toda persona acusada de un delito mantiene la presunción de inocencia hasta que un tribunal determine su responsabilidad penal más allá de toda duda razonable.