
La noche del 25 de abril de 2025, durante el Draft de la NFL, Shedeur Sanders recibió una llamada que prometía cambiar su destino deportivo. La voz al otro lado del teléfono aseguraba ser Mickey Loomis, gerente general de los New Orleans Saints, y le informaba que sería seleccionado en breve. Poco después, la situación se reveló como una broma cruel: alguien había engañado al mariscal de campo de Colorado en uno de los momentos más críticos de su vida profesional, según CBS Sports.
La NFL inició una investigación inmediata para determinar la fuente del engaño. El 28 de abril, los Atlanta Falcons emitieron un comunicado reconociendo que Jax Ulbrich, hijo del coordinador defensivo Jeff Ulbrich, fue el responsable de obtener el número de Sanders de un iPad abierto en casa de sus padres, con la intención de gastarle una broma telefónica. Aunque Jeff Ulbrich no estuvo involucrado ni conocía los hechos, la organización se disculpó con la familia Sanders y ofreció toda su cooperación a la liga.
El llamado no solo generó confusión durante la transmisión en vivo del evento, sino que también amplificó la humillación cuando los Saints seleccionaron a otro mariscal de campo, Tyler Shough, en lugar de Sanders. En la transmisión, el propio Sanders se preguntó en voz alta quién había obtenido su número privado, lo que subrayó la gravedad de la filtración.

Jax Ulbrich nació en 2004 y creció entre Georgia y Nueva Jersey, según People. Es hijo de Jeff y Cristina Ulbrich y actualmente estudia negocios en Berry College, donde también forma parte del equipo de fútbol americano universitario. Antes de su ingreso a la universidad, fue capitán del equipo de fútbol en Chatham High School, destacándose como Jugador Ofensivo del Año.
Más allá de su carrera deportiva, Jax había llevado una vida lejos del foco mediático hasta este incidente. Según People, su interés en el fútbol surgió en la adolescencia, tras superar la preocupación inicial de su madre, quien temía por su seguridad debido a la experiencia de lesiones de su padre en la NFL.
El propio Jax admitió públicamente su error a través de un comunicado en Instagram el 27 de abril. En su mensaje, calificó su acción como “inexcusable, embarazosa y vergonzosa”, y agradeció a Shedeur Sanders por aceptar su llamada de disculpas.

Durante la segunda jornada del Draft de la NFL 2025, Shedeur Sanders recibió una llamada desde un número privado destinado exclusivamente a contactos de la NFL. El impostor, que se hizo pasar por Mickey Loomis, le prometió que sería elegido, solo para retractarse segundos después, dejando desconcertado al joven mariscal, según NBC News.
Dos días después, Shedeur Sanders fue finalmente seleccionado en la quinta ronda, en el puesto 144 global, por los Cleveland Browns. Esta caída inesperada atrajo la atención incluso del presidente Donald Trump: “¿Qué le pasa a la NFL? ¿Son estúpidos? Deion Sanders (papá de Shedeur) fue uno de los mejores jugadores de futbol colegial y de la NFL", escribió el mandatario en Truth Social recalcando los “genes fenomenales” de Shedeur.
La llamada resultó ser obra de Jax Ulbrich, quien anotó el número tras verlo en un dispositivo abierto en casa de sus padres. Según el comunicado oficial de los Atlanta Falcons, un amigo no identificado de Jax fue quien finalmente realizó la llamada a Sanders, mientras Jax estaba presente.

En su declaración oficial, los Atlanta Falcons condenaron el comportamiento de Jax Ulbrich y afirmaron haber contactado directamente a la familia Sanders para disculparse. También aseguraron estar revisando sus protocolos internos de manejo de información para prevenir futuras filtraciones.
Por su parte, la NFL confirmó a NBC News que sigue investigando el caso para entender cómo fue posible la exposición de un número de contacto tan sensible, especialmente en un evento de tanta magnitud y visibilidad como el Draft.
Mientras tanto, Jeff Ulbrich, coordinador defensivo de los Falcons y padre de Jax, no enfrentará acciones disciplinarias, ya que las investigaciones internas demostraron que no tuvo conocimiento previo ni participación en el acto.