
El acceso a vivienda en Nueva York se ha tornado cada vez más difícil, debido a la escasez de unidades asequibles y el constante aumento de alquileres, lo que amenaza la estabilidad de las comunidades vulnerables de la ciudad más poblada de Estados Unidos. Ahmed Tigani, comisionado interino de Vivienda, sintetizó en diálogo con Infobae la gravedad del problema: “El desafío es inmenso. Y la necesidad supera los recursos”.
Según Tigani, “esta es una situación de todos a bordo. Necesitamos el apoyo de la ciudad, de Washington y del Concejo Municipal. Nadie puede resolver esto solo”. La advertencia surge cuando miles de familias se encuentran al límite de sus posibilidades económicas, frente a alquileres que se disparan y dificultan mantener un hogar.
Un dato reciente de la Encuesta de Vivienda y Vacantes refleja la magnitud del problema: la tasa general de viviendas vacantes en Nueva York fue del 1,4%, y para unidades con alquiler mensual de hasta USD 2.400 el índice cae por debajo del 1%. Para Tigani, “para demasiadas personas la disponibilidad real de opciones es casi cero”. El acceso a una vivienda digna se ha vuelto una lucha diaria, en especial para familias trabajadoras, que ya no pueden confiar en conservar su hogar.
El peso del alquiler se evidencia en las cifras del Furman Center de la Universidad de Nueva York: más de la mitad de los hogares que arriendan consideran que destinan más del 30% de sus ingresos al pago del alquiler, lo que los clasifica como “rent burdened”. Incluso, cerca del 30% enfrenta una sobrecarga severa, destinando más de la mitad de sus ingresos mensuales a la vivienda.

Esta presión crece fuertemente en barrios como Highbridge/Concourse en el Bronx (37,4% de inquilinos con sobrecarga severa), Washington Heights/Inwood (29,1%), Central Harlem (28,3%) y Morningside Heights (más del 30%). En estos enclaves, miles de familias inmigrantes o de bajos ingresos ven cómo el costo de la vivienda supera su capacidad para permanecer en sus comunidades.
Para enfrentar este panorama, el gobierno municipal ha adoptado diversas iniciativas destinadas a preservar, construir y facilitar el acceso a la vivienda. En 2023, el Departamento de Preservación y Desarrollo de Vivienda (HPD) financió 25.266 viviendas asequibles, construyó 14.706 nuevas unidades y destinó 4.085 a personas previamente sin hogar, lo que representa un 15% más que el año anterior.
Además, se produjeron 2.130 unidades para propiedad (el doble que en 2022), se autorizaron 9.550 hogares para loterías de vivienda y 4.006 personas sin hogar accedieron a vivienda permanente. Destaca la transformación de Willets Point, el mayor proyecto 100% asequible en cuatro décadas, así como una inversión de USD 500 millones del Battery Park City Authority para extender la oferta habitacional.
El presupuesto para producción de vivienda alcanzó un récord: USD 26.000 millones a diez años, además de otros USD 2.000 millones asignados a HPD y NYCHA para los próximos dos años fiscales, según detalló Tigani a Infobae. Sin embargo, la definición de qué es “asequible” sigue en debate. El HPD usa el Ingreso Medio del Área (AMI), una referencia federal que incluye condados suburbanos con mayores ingresos, para determinar el acceso a las viviendas.
Tigani aclaró el objetivo del organismo: “Desde el 0% hasta el 120% del AMI. En 2023, el 30% de nuestras unidades fueron para hogares con ingresos de hasta USD 42.000 anuales (una familia de tres con el 30% del AMI), y el 96% para ingresos de hasta USD 117.000, que puede incluir a un maestro y un conductor de autobús”. Además, mediante subsidio cruzado, las unidades a valor de mercado financian viviendas para grupos vulnerables: personas mayores, sobrevivientes de violencia doméstica o personas sin hogar.
La crisis impacta con mayor fuerza en el Bronx, Harlem y Washington Heights. Los aumentos de alquiler no afectan solo a las zonas más costosas, sino a áreas donde los residentes tienen menos recursos para absorber incrementos. Así, en el Bronx, el alquiler promedio saltó de USD 1.250 en 2006 a USD 1.400 en 2023.
En Manhattan, pasó de USD 1.640 a USD 2.250, lo que implica un aumento del 37,2%. Estos incrementos superan con creces la evolución de los salarios y fuerzan a muchas familias trabajadoras a abandonar sus barrios.
egún Tigani, la población afroamericana ha disminuido en varias zonas por el aumento del costo de vida y la escasez de nuevas unidades asequibles adaptadas a sus ingresos.

Para reducir los obstáculos burocráticos y digitales, el HPD lanzó Housing Connect, una plataforma centralizada que permite a los neoyorquinos inscribirse en varias loterías de vivienda con un solo perfil. Más de un millón de personas la usan de forma activa. Quienes enfrentan barreras tecnológicas reciben apoyo presencial a través del programa Housing Ambassadors, disponible en 50 sedes en los cinco condados. Tigani subrayó: “No queremos que nadie quede fuera por no tener internet o por no hablar inglés”.

En el plano estructural, la ciudad puso en marcha el programa City of Yes for Housing Opportunity, con el objetivo de actualizar el código de zonificación, vigente desde 1961. Esta reforma permitirá construir 82.000 nuevas unidades durante 15 años, favoreciendo proyectos mixtos y viviendas asequibles en zonas antes restringidas. Otras herramientas incluyen el Green Fast Track for Housing, que acelera desarrollos sostenibles, y el desarrollo de planes barriales en áreas como Atlantic Avenue, Long Island City, Midtown South y Brooklyn.

El trabajo de las organizaciones comunitarias es fundamental en este escenario. Cada proyecto realizado en terrenos públicos incluye procesos participativos con juntas comunales, ONG y funcionarios electos. Programas como Partners in Preservation refuerzan las asociaciones de inquilinos, promueven denuncias ante violaciones de vivienda y fomentan el diálogo entre residentes y propietarios. El HPD también organiza ferias informativas y despliega unidades móviles que entregan información en 10 idiomas, en busca de llegar a toda la población de Nueva York, más allá del estatus migratorio, nivel educativo o limitaciones idiomáticas.