
El panorama inmobiliario de la ciudad de Nueva York es conocido por sus precios elevados, su variedad arquitectónica y su vida urbana vibrante. Sin embargo, el color rara vez es un factor que destaque entre las propiedades más codiciadas de la Gran Manzana. Eso ha cambiado con la llegada al mercado de la “casa más colorida de Queens”, que se encuentra ahora disponible para quienes busquen una experiencia residencial única, por un valor de 3 millones de dólares.
La exclusividad de este lanzamiento reside no solo en el precio, que la ubica muy por encima de la media de Queens, sino también en el lugar que ocupa dentro de la oferta local: una vivienda que escapa al patrón tradicional de tonos neutros y sobriedad urbana que predomina en la metrópoli. La información sobre la propiedad, situada en la Avenida 36, fue reportada inicialmente por el Servicio de Noticias del Suroeste de Gran Bretaña, que también consultó la opinión del agente inmobiliario designado para la venta, Nahid Mollah, quien pertenece a la firma Nest Seekers International.
Mollah ha comercializado propiedades en los cuatro distritos más emblemáticos de Nueva York —Queens, Long Island, Manhattan y Brooklyn— durante más de dos décadas. Según señala, a lo largo de su trayectoria ha representado numerosos inmuebles destacados, pero ninguno tan particular como ésta. La vivienda, conocida como “Jasmine House”, captura la atención por su apariencia y esencia inconfundibles. “Su diseño no es sólo diferente; es una auténtica pieza de declaración, elaborada con una visión que desafía lo ordinario”, afirma el agente. Para aquel comprador que busca más que una casa, sino un tema de conversación y una pieza singular de arte residencial, esta propuesta resulta excepcional.

“En más de dos décadas vendiendo casas en Queens, Long Island, Manhattan y Brooklyn, he tenido el privilegio de comercializar muchas propiedades notables, pero esta casa se destaca”, dijo Mollah.
A primera vista, la propiedad impacta visualmente con su fachada de ladrillo y grandes ventanales que dejan entrever parte del universo cromático que la caracteriza. La casa incluye seis dormitorios y cuatro baños distribuidos en varios niveles, coronados por ventanas de piso a techo que maximizan la entrada de luz natural y amplifican la percepción espacial de las áreas comunes y privadas. Un rasgo que distingue el interiorismo de esta vivienda son los candelabros de diseño especialmente seleccionado, que no sólo cumplen función de iluminación, sino que actúan también como elementos escultóricos y auténticas piezas de arte suspendidas.
La atmósfera interna está marcada por una ejecución audaz y meticulosa, con acabados de inspiración principalmente floral y una selecta paleta de tonos pasteles, que convierten el recorrido por el hogar en una experiencia similar a pasear por un jardín en plena primavera. Cada estancia fue concebida con una temática y coloración propia, provocando la sensación de un ambiente mágico, lleno de matices y vitalidad. Al cruzar la puerta principal, se accede directamente a este universo sensorial, en donde cada rincón revela la intención de sorpresa y deleite continuo. Los muros parecen emular un mural viviente que conecta todas las habitaciones, impregnando la casa de personalidad e identidad.

El inmueble, en su configuración actual, funciona como un dúplex. El tercer piso está destinado al alquiler, abriendo posibilidades de obtener un ingreso extra para los propietarios. Por su parte, el nivel de la planta baja, que en el presente se utiliza como espacio residencial, fue proyectado desde el inicio para alojar un consultorio médico, opción que sigue abierta para quienes deseen reconvertir ese sector. Esta flexibilidad funcional convierte a Jasmine House en una propiedad especialmente atractiva para profesionales de la salud, artistas, emprendedores o pequeños empresarios, quienes podrían establecer allí su estudio, consultorio o taller, sin resignar el lujo y la privacidad de una vivienda única en su tipo.
El servicio de garaje privado, en estos momentos empleado como área de almacenamiento, suma otra ventaja. Asimismo, el patio lateral representa un plus para quienes valoran los espacios al aire libre en un entorno urbano: es un lugar ideal para organizar reuniones, comidas o celebraciones en un contexto íntimo y resguardado del ritmo metropolitano. La conjunción de estos elementos convierte a la propiedad en un enclave polifacético y versátil.

Desde la perspectiva de Nahid Mollah, esta residencia trasciende cualquier parámetro habitual del sector inmobiliario. Subraya que la visión de la casa, tanto en lo estético como en lo funcional, está destinada a compradores que aprecien la originalidad y la creación de espacios personalizados. “Para el comprador que busca algo más que una casa y un tema de conversación, este es un hallazgo excepcional”, afirmó el agente. El lanzamiento de Jasmine House reafirma que aún en un mercado tan competitivo y tradicional como el de Nueva York, exista espacio para la creatividad y las viviendas que, más allá de ofrecer techo y comodidades, potencian un estilo de vida y una declaración de principios visual y conceptual.
“Su diseño no es sólo diferente; es una auténtica pieza de declaración, elaborada con una visión que desafía lo ordinario”, afirmó Mollah.
Este inusual inmueble, actualmente abierto al interés local e internacional, inaugura una nueva categoría de lujo cromático en uno de los distritos más diversos de Nueva York. Su llegada al mercado confirma que el interés por lo distintivo y lo artesanal sigue teniendo un lugar destacado, incluso en un contexto tan competitivo y cambiante como el inmobiliario neoyorquino.