
El 27 de junio de 2025, Netflix estrenó la esperada temporada final de El juego del calamar (Squid Game en su idioma original), la serie surcoreana que conquistó al mundo con su violenta crítica a la desigualdad económica.
Lo que muchos desconocen es que el trasfondo de su protagonista, Seong Gi-hun —interpretado por Lee Jung-jae—, está inspirado en un evento real: la huelga de Ssangyong Motor en 2009, una protesta laboral que terminó en un enfrentamiento sangriento entre trabajadores despedidos y la policía antidisturbios.
El creador de la serie, Hwang Dong-hyuk, explicó en una entrevista con The New York Times reconoció que este hecho lo inspiró enormemente para crear el guion y aseguró que la clave del éxito de la serie fue su capacidad de conectar con las emociones universales.

“Tocamos algo en el zeitgeist con Squid Game. La sensación de urgencia, de crisis constante que pesa sobre la vida diaria de las personas, hace que cualquiera pueda identificarse con Gi-hun”.
En una entrevista con la Agencia France-Presse (AFP) en 2021, Hwang reveló que, al referirse a la huelga, “quería demostrar que cualquier persona común de clase media en el mundo actual puede caer al fondo de la escala económica de la noche a la mañana”.
Sin embargo, Hwang Dong-hyuk ha reiterado que la inspiración para Squid Game no solo provino de la huelga de Ssangyong, sino también de sus propias dificultades económicas y de influencias del manga japonés, como Battle Royale y Liar Game.

“Me pregunté cómo me sentiría si tuviera que participar en esos juegos. Pero decidí usar juegos infantiles porque el contraste con la violencia los haría aún más perturbadores”, explicó a Variety.
La huelga de Ssangyong Motor comenzó en abril de 2009, tras el anuncio de despido del 36% de la fuerza laboral de la planta de Pyeongtaek, tras la bancarrota de su principal accionista, la automotriz china SAIC. Lo que siguió fue un paro indefinido protagonizado por cerca de mil trabajadores que se atrincheraron en la fábrica durante 77 días.
Durante ese tiempo, enfrentaron cortes de agua, ataques con balas de goma, gas lacrimógeno y armas eléctricas por parte de la policía. Según The New York Times, el enfrentamiento convirtió la planta en una verdadera zona de guerra.
En la ficción de El juego del calamar, este episodio se refleja en el pasado del protagonista: Gi-hun es despedido de una empresa llamada Dragon Motor, un guiño a Ssangyong, que significa “doble dragón” en coreano.
En la serie, él y sus compañeros protagonizan una huelga que también termina en violencia, un evento mostrado brevemente en el episodio 5 de la primera temporada.
Aunque en la vida real la huelga terminó con un acuerdo que salvó casi la mitad de los empleos, muchos de los trabajadores fueron excluidos de futuras contrataciones en grandes compañías y enfrentaron multas y embargos.
Según el medio Labor Notes, entre 2009 y 2018, al menos 43 personas vinculadas al conflicto —trabajadores y familiares— murieron por suicidio o causas relacionadas con el estrés.
En diciembre de 2024, Lee Chang-kun, extrabajador y líder sindical de Ssangyong, expresó su incomodidad ante el éxito de la serie. En declaraciones a The Japan Times, dijo sentirse “vacío y frustrado” al ver cómo “la historia de los trabajadores fue reducida a un producto”.

En un artículo para Jacobin, agregó: “El orden de los juegos en Squid Game se parece a las fases de agonía que vivimos durante los 77 días de ocupación”.
Chang-kun recordó que, al igual que los personajes del show, muchos trabajadores se vieron obligados a traicionar a sus colegas por sobrevivencia.
“Por el momento en que la policía irrumpió en la planta, quedábamos solo unos 700, y la desconfianza entre compañeros era tan grande como la fe que aún teníamos”, dijo.
Aunque Squid Game ha generado una conversación global sobre la desigualdad, Chang-kun lamenta que esto no se haya traducido en cambios reales.

“Pese a que se habló mucho, es decepcionante que no hayamos canalizado estas discusiones en resultados beneficiosos para los trabajadores”, señaló.