La agencia atómica de la ONU reiteró que hay contaminación radiológica y química dentro de la planta de Natanz

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Esta imagen satelital muestra elEsta imagen satelital muestra el estado externo de la planta de enriquecimiento de uranio iraní en Natanz tras el bombardeo de Israel (Maxar Technologies/Handout via REUTERS)

El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, informó que cuatro edificios del centro nuclear de Isfahán resultaron dañados durante el ataque israelí del viernes pasado, entre ellos el laboratorio químico central, una planta de conversión de uranio, la planta de fabricación de combustible para el reactor de Teherán y una instalación de procesamiento de UF4 a metal de uranio enriquecido que aún se encuentra en construcción.

Según consignó la agencia EFE, los inspectores del OIEA permanecen en Irán y mantienen comunicación constante con las autoridades locales para monitorear la situación.

De acuerdo con EFE, el OIEA confirmó este lunes que no se han registrado nuevos daños en la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz desde el ataque del viernes, aunque en el interior de la instalación se detectó contaminación tanto radiológica como química.

El director de la OIEA,El director de la OIEA, Rafael Grossi, durante la reunión extraordinaria del cuerpo directivo de organismo en Viena, Austria, para tratar los ataques de Israel a las plantas nucleares de Irán (REUTERS/Elisabeth Mandl)

Grossi detalló ante la Junta de Gobernadores del OIEA que la infraestructura eléctrica de Natanz, que incluía una subestación, el edificio principal de suministro de energía, el sistema de emergencia y los generadores de respaldo, fue destruida por los bombardeos.

El responsable del organismo internacional aclaró que no existen indicios de un ataque físico directo a la sala subterránea de cascadas de centrifugadoras de gas, aunque la pérdida de energía podría haber afectado el funcionamiento de los equipos.

En cuanto a la seguridad radiológica, Grossi aseguró que los niveles de radiactividad fuera de Natanz permanecen sin cambios y dentro de los parámetros normales, lo que indica que no se ha producido un impacto radiológico externo para la población ni para el medio ambiente.

El director del OIEA explicó que, debido al tipo de material nuclear presente en la planta, “es posible que isótopos de uranio contenidos en hexafluoruro de uranio, fluoruro de uranilo e hidrofluoruro estén dispersos dentro de la instalación”. Esta dispersión representa un riesgo considerable si el uranio es inhalado o ingerido, aunque Grossi subrayó que puede ser “controlado eficazmente” mediante la aplicación de medidas de protección adecuadas.

Reza Najafi, representante permanente deReza Najafi, representante permanente de Irán ante las Naciones Unidas (REUTERS/Elisabeth Mandl)

El medio EFE reportó que, además de Natanz e Isfahán, otras instalaciones nucleares iraníes no han sufrido daños ni han sido blanco de ataques recientes. Entre ellas se encuentran la planta de enriquecimiento subterránea de Fordow, ubicada también en el centro del país, y el reactor de agua pesada de Khondab (anteriormente conocido como Arak), que se encuentra en construcción en el oeste de Irán. Grossi confirmó que tampoco la central nuclear de Bushehr, situada en el extremo sur del país, ni el Reactor de Investigación de Teherán han sido afectados.

El OIEA mantiene su presencia en Irán a través de sus inspectores, quienes continúan evaluando la situación y colaborando con las autoridades iraníes. Según publicó EFE, la agencia internacional ha reiterado la importancia de garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares y de evitar cualquier acción que pueda poner en riesgo la integridad de los materiales radiactivos y la protección de la población.

En su intervención ante la Junta de Gobernadores, Grossi advirtió sobre el peligro significativo que representa la radiación interna si el uranio disperso es inhalado o ingerido, aunque insistió en que las medidas de protección pueden controlar eficazmente este riesgo. El OIEA sigue de cerca la evolución de los acontecimientos y mantiene informada a la comunidad internacional sobre el estado de las instalaciones nucleares iraníes tras los ataques recientes.

EFE detalló que la destrucción de la infraestructura eléctrica en Natanz podría haber afectado el funcionamiento de los equipos de enriquecimiento de uranio, aunque hasta el momento no se han reportado daños físicos en la sala subterránea de centrifugadoras. La agencia internacional continúa evaluando el alcance de los daños y la posible dispersión de materiales radiactivos dentro de las instalaciones afectadas.

“Fuera Natanz se ha mantenido sin cambios y dentro de los niveles normales, lo que indica que no ha habido un impacto radiológico externo para la población ni para el medio ambiente”, reiteró Grossi, según recogió EFE. La agencia nuclear de la ONU mantiene su compromiso de supervisar la situación y de colaborar con las autoridades iraníes para garantizar la seguridad y la protección radiológica en todas las instalaciones nucleares del país.

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