
Kirsten Dunst atraviesa una etapa de reflexión y cambios en su carrera. Con una larga trayectoria en el cine, la actriz manifestó en una reciente entrevista su deseo de participar en proyectos económicamente viables, impulsada por su experiencia profesional y la influencia de su familia.
La posibilidad de una secuela de Minecraft 2 entusiasma especialmente a Dunst por razones personales y profesionales. La cinta original, estrenada en 2025, se convirtió en la película más taquillera del año y conquistó a sus hijos, Ennis y James, de siete y cuatro años. Su reacción positiva ante el filme reforzó las ganas de la actriz de sumarse a una nueva entrega.

En diálogo con People, comentó con un tono humorístico que aspira a proyectos rentables: “¿Quizás podría hacer una película donde no pierda dinero?”. Este comentario refleja el contraste entre algunos éxitos recientes y vivencias pasadas en las que las apuestas artísticas no se tradujeron en beneficios económicos, lo que lleva a la actriz a priorizar propuestas que aporten estabilidad y proyección financiera.
El recorrido de Dunst abarca títulos icónicos como Entrevista con el vampiro, Jumanji y la trilogía de Spider-Man dirigida por Sam Raimi. A lo largo de los años, se ha consolidado como un rostro versátil en la industria y ha demostrado capacidad para asumir papeles de gran diversidad y complejidad.

Entre sus próximos proyectos figura el thriller criminal Roofman, bajo la dirección de Derek Cianfrance. Además, planea reunirse nuevamente con Sofia Coppola, una cineasta con la que ha forjado una sólida relación profesional, y forma parte del elenco de un thriller de sirenas junto a Mikey Madison, obra reconocida por la Academia.
En Roofman, Kirsten Dunst comparte pantalla con Channing Tatum, quien interpreta a Jeffrey Manchester, un exmilitar condenado por asaltos a restaurantes McDonald’s mediante la creación de agujeros en los techos. Tras escapar de prisión, el personaje se esconde en una tienda de juguetes, donde el destino lo lleva a Leigh –el personaje de Dunst–, una empleada y madre divorciada. La relación entre ambos se convierte en el eje emocional de una historia marcada por la tensión y la huida, mostrando la capacidad de Dunst para encarnar papeles complejos y realistas.

Esta película, que mezcla drama y acción, explora la vulnerabilidad y la capacidad de reinvención personal tras momentos críticos. Roofman tiene previsto estrenarse el 10 de octubre, lo que genera altas expectativas entre el público y la crítica.
Durante su diálogo con People, Dunst abordó cuestiones estructurales de la industria cinematográfica, en especial la brecha salarial de género. Confesó que, al inicio de su carrera, no contemplaba la posibilidad de exigir igualdad en las condiciones contractuales. Así lo explicó a la BBC en 2024: “Ni siquiera pensé en preguntar” sobre la igualdad salarial. La actriz nominada al Oscar recordó que, a pesar de protagonizar grandes producciones como Bring It On, su salario solía ser muy inferior al de sus compañeros masculinos.

Señaló que, con apenas 17 años, aún desconocía que existía margen para cuestionar los estándares de la industria. “Definitivamente crecí en una época con una gran disparidad salarial entre el actor principal y yo, a pesar de que yo había estado en Bring It On y él no, ¿entiendes a qué me refiero?”, señaló.
La mirada de Sofia Coppola, colaboradora habitual de Dunst, aporta otra dimensión al análisis de su evolución. En declaraciones a People, Coppola aseguró que Dunst “toma decisiones interesantes” y “puede ser completamente sincera y conectar con las emociones sin avergonzarse jamás”. Para la cineasta, la madurez artística de la actriz y su disposición a asumir riesgos constituyen elementos centrales de su éxito y vigencia.

Gracias a su capacidad para adaptarse a nuevos desafíos y conectar con audiencias de todas las edades, Kirsten Dunst se reafirma como una figura relevante en el cine contemporáneo, dispuesta a seguir explorando géneros y personajes en un panorama profesional en pleno cambio.