
Kim Kardashian posó en la portada de Vogue Francia, en la que se muestra casi al natural, vestida con algunas de las joyas más valiosas del mundo y reflejando una imagen pura y atemporal.
La celebridad de 44 años aprovechó esta oportunidad para hablar de su reciente liberación personal y profesional, e incluso enviar un sutil mensaje a su exesposo, Kanye West.
“Cuando cumplí cuarenta, mi madre me dijo que los próximos años serían los mejores de mi vida. Y es cierto; solo en los últimos tres o cuatro años he ganado esta confianza”, dijo en la entrevista con Vogue.

La empresaria y figura mediática aseguró que antes solía depender demasiado de la opinión de otros, pero que ahora se siente segura de sus decisiones.
“Antes, constantemente necesitaba consultar con alguien antes de tomar una decisión. Hoy sé exactamente lo que quiero. Es emocionante”, agregó.
Es así que Kim Kardashian atribuye gran parte de su renovada confianza a su relación con el mundo de la moda, y destacó al diseñador Demna, ex director artístico de Balenciaga, como un factor clave en su transformación.
“Creo que fue con Demna que las cosas realmente cambiaron. A él no le importa lo que piensen los demás, así que aprendí a hacer lo mismo”, explicó.

En la sesión de fotos, la famosa aparece con un look casi sin maquillaje, rodeada de piezas de alta joyería, lo que también remite a un capítulo sensible de su vida: el robo de 10 millones de dólares que sufrió en París en 2016, en el que nunca recuperó su anillo de compromiso de 4 millones que le dio Kanye West.
Más allá de la moda, Kim encarna múltiples roles: madre de cuatro hijos, multimillonaria, ícono de estilo, fenómeno de redes sociales con 335 millones de seguidores, empresaria, graduada en Derecho y ahora actriz.
Recientemente se unió al elenco de la serie All’s Fair, dirigida por Ryan Murphy, en la que interpreta a Allura Grant, una abogada que lidera un bufete exclusivamente femenino.
“Ryan sabe exactamente lo que quiere y no permite fallos. Eso me ayudó mucho, porque nunca había actuado antes”, comentó.

Kardashian admitió que el rodaje fue intimidante al compartir set con talentos como Glenn Close, Sarah Paulson, Naomi Watts y Niecy Nash, pero destacó que llegó determinada y profesional.
“Hice lo que tenía que hacer. Llegué preparada, lista para aprender. Ryan me dio esta oportunidad, y hubiera sido tonto no aprovecharla”, agregó.
La empresaria también habló de su vida diaria como madre, describiendo rutinas que combinan caos y organización.
“Despierto a mis hijos, los visto, preparo el desayuno y los acompaño a la escuela. Es un caos real, pero organizado. Nos reímos mucho y disfruto del tiempo que paso con ellos”.

Kim también reflexionó sobre su éxito empresarial con SKIMS, su línea de ropa y lencería, señalando que desde el inicio tuvo una visión clara de lo que quería lograr y la pudo materializar gracias a un equipo que confía en sus ideas.
Incluso sus propuestas más inusuales, como las mascarillas faciales moldeadoras, fueron respaldadas y llevadas a cabo con éxito.