
En el nuevo y polémico documental In Whose Name?, Kanye West se abre como nunca antes sobre los conflictos internos que marcaron su vida personal y profesional. Entre los momentos más crudos del filme, el rapero afirmó haber sido “castrado” por su exesposa Kim Kardashian y su entonces suegra, Kris Jenner.
La producción, dirigida por Nico Ballesteros, ofrece una mirada íntima y sin filtro a la vida del artista a lo largo de seis años, con más de tres mil horas de grabación al estilo “hombre en la calle”.
Ballesteros, quien comenzó a filmar con tan solo 18 años, captura a un Kanye West vulnerable, en conflicto con su entorno y cada vez más alejado de la figura pública que alguna vez dominó la cultura pop.
Uno de los momentos más tensos del documental ocurre durante una llamada telefónica entre el cantante y Kim Kardashian, luego de su polémica visita a la Casa Blanca en 2018 para reunirse con el entonces presidente Donald Trump.

En esa conversación, y antes de encontrarse con Kris, West comparte su frustración: “Me sentí castrado en esta casa. Kris Jenner y mi esposa. Me sentí castrado”, confiesa al interlocutor.
Ya en escena con Jenner —quien hoy tiene 69 años— el artista, vestido con una sudadera gris y la controvertida gorra roja con el lema “Make America Great Again”, confronta directamente a la matriarca del clan Kardashian.
“Ustedes me castraron y me hicieron sentir como una mie***, y la única razón por la que se salieron con la suya fue porque yo estaba medicado”, le gritó.

El documental también muestra cómo Kanye reclama que ningún miembro de la familia asumió responsabilidad por su internación psiquiátrica.
“Nadie de la familia ha asumido ninguna responsabilidad por mi visita al hospital”, dijo, señalando que el tema ha sido ampliamente discutido en internet. Ante su pregunta directa: “¿Estoy mintiendo?”, Kris Jenner responde con frialdad: “No importa”.
“No importa, ¡¿cómo que no importa?! ¡Sí importa! ¡Sí importa!”, replicó el rapero visiblemente alterado, mientras Corey Gamble, pareja de Jenner, intenta mediar en la conversación.
Kris intenta calmar la situación, afirmando que lo importante no es lo que diga internet, sino lo que ellos piensen. Ante esto, Kanye West la desafía con una pregunta directa: “¿Tú crees que tuviste un efecto en mi salud mental?”.

Finalmente, Jenner responde con un intento de conciliación: “Sí lo tuve, y te amo. No quiero que no seas perfecto. Te amo y quiero que mi hija te ame de la forma en que tú quieres que te ame”.
En 2018, West había confirmado públicamente su diagnóstico de trastorno bipolar, coincidiendo con el lanzamiento de su álbum Ye, cuya portada decía: “Odio ser bipolar. Es increíble”.
Un año después, Kim Kardashian también habló del diagnóstico en una entrevista con Vogue, señalando que ambos habían alcanzado un “buen lugar” en su relación, aunque reconoció que “es un proceso emocional, sin duda”.
Sin embargo, los problemas resurgieron con fuerza en 2022, cuando el rapero publicó una serie de comentarios antisemitas en redes sociales, lo que provocó su suspensión temporal de plataformas como X (antes Twitter) e Instagram, así como la ruptura de contratos con marcas como Adidas, Balenciaga y Gap.

En febrero de este año, volvió a generar polémica al declarar que el antisemitismo era “una mierda inventada por los judíos”, y aseguró en un mensaje que luego borró: “Nunca voy a disculparme”.
In Whose Name? pone en pantalla una versión de Kanye West poco vista: desgastado, atormentado y dispuesto a señalar a su entorno más cercano como parte de sus heridas.