
“Pedirle a una persona traumatizada que no esté traumatizada es simplemente cruel”, escribió Justin Bieber en una conversación privada que compartió en sus redes sociales.
Este intercambio de mensajes marcó el final de una amistad con una persona no identificada, pues no hizo pública la identidad de quien estaba al otro lado de la conversación.
En medio de una serie de publicaciones en Instagram que han captado la atención de sus seguidores y de los medios, el artista de 31 años ha expuesto abiertamente sus luchas emocionales, su cansancio ante la presión pública y su decisión de reducir su círculo cercano.
Las recientes revelaciones se producen en un contexto de tensiones crecientes con los paparazzi y de una vida bajo el escrutinio constante de la fama.
El domingo 15 de junio, Justin publicó capturas de pantalla de mensajes de texto con un amigo, a quien decidió cortar de manera abrupta. “Nunca reprimiré mis emociones por alguien. El conflicto es parte de una relación. Si no te gusta mi ira, no te gusto yo. Mi ira es una respuesta al dolor que he atravesado”, expresó en los mensajes.

Y la conversación terminó con Bieber declarando: “Esta amistad se terminó oficialmente. No estaba bromeando cuando te dije que no te necesitaba como amigo. Tengo buenos amigos que respetarán estos límites”.
La publicación de estos mensajes coincidió con el Día del Padre, fecha en la que Justin Bieber celebró junto a su esposa Hailey y su hijo recién nacido, Jack Blues Bieber, quien llegó al mundo en agosto de 2024.
En el marco de la celebración, el músico canadiense también compartió una selfie con la leyenda: “Soy un papá con el que no se debe jugar”.
Por otro lado, Bieber ha respondido a quienes le sugieren que “sane” o que “arregle” sus problemas. “La gente sigue diciéndome que sane”, manifestó el cantante en una de sus historias de Instagram.

“¿No creen que si pudiera haberme arreglado ya lo habría hecho? Sé que estoy roto. Sé que tengo problemas de ira”, continuó en esta declaración por escrito.
En esa misma línea, el intérprete de “Sorry” admitió que intentó escuchar a otros y seguir pautas sobre cómo debería ser o comportarse, sin embargo, dicha dirección no le ha servido.
“Intenté hacer el trabajo toda mi vida para ser como las personas que me decían que necesitaba arreglarme como ellos. Y eso solo me hace sentir más cansado y más enojado. Cuanto más intento crecer, más me enfoco en mí mismo”, señaló.
Por último, hizo énfasis en su fe: “Jesús es la única persona que me mantiene queriendo hacer mi vida sobre los demás porque, honestamente, estoy agotado de pensar en mí mismo últimamente, ¿no les pasa a ustedes?”.

La relación de Justin Bieber con su entorno profesional también ha experimentado cambios recientes. El cantante se separó de su mánager de toda la vida, Scooter Braun, quien reconoció que su vínculo “ya no es el mismo que antes”.
Además, otros miembros del equipo de Bieber han dejado de trabajar con él. Ante rumores sobre supuestos problemas financieros, sus representantes negaron categóricamente tales afirmaciones y criticaron la obsesión pública con la salud mental y física del artista, calificándola de “agotadora y lamentable”.
El proceso de autoexploración del famoso intérprete no se limita a sus relaciones personales o a su entorno profesional. En marzo, compartió una reflexión sobre el peso de haber crecido bajo la mirada pública.

“Siempre me decían de niño que no debía odiar”, confesó. “Pero eso me hizo sentir que no podía odiar y, por eso, no le conté a nadie que lo sentía. Lo que me hizo sentir como si me estuviera ahogando, sintiéndome inseguro para reconocerlo. Creo que solo podemos dejar ir el odio si primero reconocemos que está ahí. ¿Cómo no íbamos a sentir odio después de todo el dolor que hemos experimentado?”.
La exposición de sus emociones ha generado reacciones diversas entre sus seguidores y el público en general. Muchos han mostrado preocupación por su bienestar, a lo que él respondió en otra publicación.
“Dejen de preguntarme si estoy bien. Dejen de preguntarme cómo estoy. Yo no les hago eso porque sé cómo es la vida para todos nosotros. Es difícil. Animemos a nuestra gente a no proyectar nuestras inseguridades unos en otros. Su preocupación no se siente como cuidado. Es solo opresivo y raro”, concluyó.