Este lunes se dieron los alegatos de apertura en el juicio del rapero y magnate musical Sean ‘Diddy’ Combs, quien está acusado de delitos sexuales y cinco cargos federales. La defensa del rapero aseguró que el caso de P Diddy no es complicado y que en cambio se trata de un caso “sobre amor, celos, infidelidad y dinero”.
“Combs es un hombre complicado, pero este no es un caso complicado. Es un caso de amor, celos, infidelidades, dinero y relaciones sexuales consentidas”, afirmó hoy en los alegatos de apertura del caso una de sus abogadas, Teny Geragos.
El rapero está acusado de cinco cargos: uno de conspiración con fines de extorsión; dos de tráfico sexual mediante la fuerza, el fraude o la coerción; y otros dos de transporte para ejercer la prostitución.
El juicio ocurre en el Trubunal Federal de Nueva York. Garagos resaltó cómo el caso de Sean ‘Diddy’ Combs se ha vuelto sumamente mediático durante los últimos meses. Es por eso que insistió al jurado en que deben olvidar todo aquello que hayan leído en el pasado sobre el magnate musical. Destacó que Combs tiene un origen humilde y que además tiene una personalidad “carismática” que generaba atracción en las personas de su entorno.
“Es una persona fascinante. Sí, es rico, pero carismático. La gente lo quería a su lado por los beneficios que les podía traer, porque él daba oportunidades a las personas. Tenía una visión que pocos tenían”, indicó la abogada.
La abogada mencionó el video de la cámara de vigilancia que captó al rapero golpeando brutalmente a su exnovia Cassie Ventura, quien es testigo clave del caso. Según dijo la defensa, asumen la responsabilidad por la violencia doméstica observada en el video, pero aclaran que eso no significa que el resto de las relación de P Diddy no hayan sido consensuadas.
Sin embargo, la Fiscalía sostiene sus acusaciones de abuso sexual constante del rapero a decenas de víctimas durante al menos 20 años. Según las acusaciones, Combs presuntamente se dedicó a “abusar, amenazar y presionar a mujeres” para que participasen en «encuentros sexuales elaborados”, con trabajadores sexuales masculinos, a menudo bajo los efectos de las drogas.
“Para el público, era Puff Daddy o Diddy, un ícono cultural, un empresario, una figura imponente. Pero tenía otra faceta, la de alguien que dirigía una organización criminal”, aseguró la abogada Emily A. Johnson.
La fiscal Ashley Johnson describió hoy con precisión estos «freak offs» -que Diddy también llamaba «wild king nights»-: espectáculos sexuales elaborados en los que obligaba a sus víctimas a tomar múltiples drogas, sobre todo MDMA y éxtasis, que tenían lugar en hoteles en los que mantenía a estas mujeres encerradas durante días.
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