Juego de Tronos y ChatGPT: la polémica de George R.R. Martin que lo motivó a ir a los tribunales

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George R.R. Martin y otrosGeorge R.R. Martin y otros autores demandaron a OpenAI por derechos de autor. (EFE)

George R.R. Martin y un grupo de escritores avanzan en su batalla legal contra OpenAI y Microsoft, luego de que un juez del tribunal federal de Manhattan autorizara que la demanda por presunta infracción de derechos de autor continúe su curso.

El juez Sidney Stein consideró que existen elementos suficientes para que un jurado determine si los textos generados por la IA muestran similitudes relevantes con material protegido por derechos de autor. Entre las pruebas presentadas figura un ejemplo en el que ChatGPT elaboró una propuesta de secuela alternativa para la saga Canción de hielo y fuego, con personajes, tramas y elementos narrativos que, según los demandantes, se inspiran de manera directa en la obra original de George R.R. Martin.

El avance de esta causa judicial se inscribe en un contexto en el que diversos sectores creativos han expresado preocupación por el rol de la inteligencia artificial generativa y su impacto en la industria editorial. Los escritores sostienen que las empresas responsables de desarrollar estos modelos entrenaron sus sistemas con libros y textos que no fueron autorizados para ese fin, lo que, desde su perspectiva, constituye una violación a los derechos de autor.

ChatGPT es acusado de copiarChatGPT es acusado de copiar el estilo y la narrativa de diferentes autores. REUTERS/Dado Ruvic/Illustration/File Photo

La demanda, presentada inicialmente en 2023, reúne a figuras de reconocido prestigio, entre ellos Michael Chabon, Ta-Nehisi Coates, Jia Tolentino y Sarah Silverman. Todos ellos cuestionan la forma en que los modelos de lenguaje recopilan, procesan y reproducen patrones de escritura. En su presentación ante el tribunal, los autores sostienen que los resultados generados por estas herramientas no solo incorporan elementos derivados de sus obras, sino que también ponen en riesgo su actividad profesional.

Uno de los ejemplos utilizados para sustentar la acusación muestra cómo, ante la solicitud de una secuela distinta a Tormenta de Espadas, ChatGPT desarrolló un argumento denominado “Danza de Sombras”. El texto describía nuevos personajes vinculados a la familia Targaryen, la presencia de grupos rebeldes y formas antiguas de magia. Aunque el relato difería de la narrativa original, los demandantes afirman que mantiene suficientes similitudes como para sugerir el uso de material protegido durante el entrenamiento del modelo.

Este señalamiento no es nuevo dentro del sector literario. Meses antes de la presentación de la demanda, cientos de escritores habían enviado una carta a diversas compañías tecnológicas expresando su preocupación por el desarrollo de la IA generativa. En ese documento, destacaban que los modelos se benefician del trabajo de miles de autores sin consentimiento ni compensación, reproduciendo estilos narrativos y estructuras argumentales que pueden confundirse con creaciones humanas.

ChatGPT creó una secuela deChatGPT creó una secuela de Juego de Tronos con personajes y trama parecidas a las de George R.R. Martin. (Photo by Steve Jennings/WireImage)

La carta advertía también sobre la posibilidad de que estas tecnologías saturen el mercado con textos producidos por algoritmos, lo que, según los firmantes, podría perjudicar la profesión al disminuir el valor del trabajo creativo. A esto se suma la inquietud sobre la transparencia de los procesos de entrenamiento, ya que en muchos casos no se especifica qué bases de datos o colecciones literarias fueron utilizadas para alimentar el modelo.

La decisión del juez Stein no determina todavía si hubo o no infracción, pero habilita una etapa de análisis más exhaustivo, donde se revisarán los mecanismos de entrenamiento, la naturaleza de los textos comparados y los posibles impactos en los derechos de los autores. El caso se suma a otras acciones legales presentadas en los últimos años contra empresas desarrolladoras de IA, y podría sentar un precedente relevante para futuras regulaciones en materia de propiedad intelectual.

Mientras tanto, el debate continúa extendiéndose más allá de los tribunales. Expertos en tecnología, académicos y organizaciones del sector cultural coinciden en que la inteligencia artificial seguirá creciendo y mejorando, por lo que consideran necesario construir marcos legales claros que definan responsabilidades, límites y formas adecuadas de uso. El proceso judicial recién comienza y, según anticipan especialistas, podría prolongarse durante meses, mientras se analizan pruebas y se escuchan argumentos de ambas partes.

Un tribunal se encargará deUn tribunal se encargará de investigar si hubo infracción en los derechos de autor. (Imagen Ilustrativa Infobae)
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