Josh Brolin atraviesa uno de los periodos más intensos y productivos de su carrera, según relató en una entrevista exclusiva con Empire.
El actor que dio vida a Thanos en el Universo cinematográfico de Marvel y conocido por su versatilidad, y su disposición a asumir riesgos, se encuentra inmerso en una serie de proyectos audiovisuales de alto perfil, mientras reflexiona abiertamente sobre sus miedos, su proceso creativo y la evolución de su oficio.
Desde Nueva York, compartió con el medio británico detalles inéditos sobre su vida personal y profesional, revelando una faceta vulnerable y honesta que contrasta con la imagen de confianza que proyectan muchos de sus personajes.
En el último año, Brolin sumó a su filmografía títulos como Weapons, donde interpreta escenas de gran intensidad física y emocional, y se prepara para el estreno de The Running Man, dirigido por Edgar Wright, así como Wake Up Dead Man: A Knives Out Mystery, bajo la dirección de Rian Johnson.
Josh Brolin atraviesa un año cargado de proyectos, desde Weapons hasta The Running Man y la continuación de Dune (AP)Además, el actor participó en la continuación de la saga Dune y en el drama Whalefall, donde comparte pantalla con Austin Abrams. Esta racha de proyectos, que incluye papeles tanto protagónicos como secundarios, condujo al actor a replantearse el sentido y la dirección de su carrera.
“Hubo un momento en que llamé a mi agente y me asusté un poco, algo que no suelo hacer normalmente. Le pregunté ¿Por qué estamos haciendo todos estos papeles secundarios? ¿Es este el final de mi carrera?“, confesó a Empire.
Sin embargo, tras una breve crisis, el actor reconoció que estos roles, independientemente de su tamaño, le permiten trabajar con grandes cineastas y sumergirse en historias que realmente le interesan.
Lejos de la imagen de seguridad absoluta, admitió que el miedo es un motor fundamental en su trabajo. “Siento mucho miedo. Y eso me gusta. Quiero decir, si es el miedo correcto”, afirmó durante la conversación con Empire.
El actor explicó que, a lo largo de su trayectoria, aprendió a distinguir entre el miedo paralizante y aquel que lo impulsa a superarse. “Antes solía dirigirme hacia el miedo equivocado, muy a menudo. Si es como, ‘Este papel me asusta muchísimo. No sé si soy capaz de hacer esto’, es algo bueno”, añadió.
Brolin también compartió anécdotas personales que ilustran su relación con la vulnerabilidad y la autenticidad. Criado en un entorno poco convencional, rodeado de animales salvajes y bajo la influencia de una madre activista, el actor relató episodios de su infancia en California, como asistir al parto de cachorros de una leona o convivir con un chimpancé enfermo.
“Me crié rodeado de animales salvajes. Mi madre era activista por los animales. Teníamos lobos y leones de montaña. Teníamos todo tipo de animales”, recordó. Estas experiencias, lejos de ser excepcionales para él, formaron parte de su cotidianidad y moldearon su visión del mundo y de la actuación.
En cuanto a su método de preparación, reconoció que experimentó una evolución significativa. En sus inicios, recurría a técnicas extremas, como gritar o aislarse de sus compañeros de reparto, buscando alcanzar un estado emocional intenso.
El actor detalló a Empire cómo sus experiencias poco convencionales y la evolución de su preparación actoral moldearon su enfoque hacia roles desafiantes y proyectos significativos (REUTERS)Sin embargo, con el tiempo, ha optado por una aproximación más abierta y creativa. Para su papel en Whalefall, por ejemplo, recurrió a la ayuda de Kim Gillingham, una analista de sueños junguiana, con quien exploró nuevas formas de conectar con sus personajes.
“Pasamos tres días escribiendo mucho, soñando despiertos, y fueron los tres días más increíbles. Solo para mezclarlo, no depender de una técnica a la que recurro por defecto”, relató a Empire. Esta búsqueda constante de autenticidad y disfrute en el proceso se ha convertido en una de sus prioridades.
La perspectiva de Brolin sobre Hollywood y la toma de decisiones en su carrera también cambió con los años. El actor subrayó que ya no se deja guiar por la búsqueda de la fama o el tamaño de los papeles, sino por el interés personal y la calidad de los proyectos.
“No es en lo que debería concentrarme. Lo mío no es: ¿cómo puedo ser tan famoso como sea posible?”, afirmó. Brolin destacó la importancia de trabajar con cineastas honestos y de asumir riesgos, incluso cuando estos pueden parecer contraproducentes para su trayectoria.
De cara a los próximos meses, se muestra entusiasmado con los estrenos de The Running Man, que llegará a los cines el 14 de noviembre, y Wake Up Dead Man: A Knives Out Mystery, que se estrenará en salas el 28 de noviembre y estará disponible en Netflix a partir del 12 de diciembre.
Entre estrenos y nuevas colaboraciones, el actor resaltó que su disposición a desafiar expectativas fue determinante para consolidar una carrera duradera (Captura de video: YouTube/Paramount)El actor también anticipó nuevos proyectos para el año siguiente y celebra la oportunidad de seguir colaborando con directores de renombre y de explorar territorios creativos inexplorados. “Este año ha sido muy especial, y realmente lo necesitaba mucho. Es decir, necesitaba poder hundir mis dientes en la mierda y mezclarlo”, expresó en diálogo con Empire.
Al reflexionar sobre su trayectoria, reconoció que su inclinación a tomar decisiones poco convencionales fue clave para su permanencia en la industria.
A pesar de las dudas y los riesgos, el actor considera que su autenticidad y su disposición a desafiar las expectativas le permitieron construir una carrera duradera, incluso cuando otros podrían interpretar sus elecciones como errores.
hace 1 mes
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