La actriz estadounidense Jennifer Lawrence recibirá el premio honorífico Donostia en el Festival de Cine de San Sebastián. Durante un encuentro con la prensa, la afamada actriz aprovechó la oportunidad para expresar su rechazo a la crítica situación en Gaza debido a los ataques de Israel.
La artista, de 35 años, deploró lo que calificó como un “genocidio” la guerra en Gaza, que ha cobrado miles de vidas en los últimos meses. “Estoy aterrorizada. Es mortificante. Lo que está ocurriendo es nada menos que un genocidio, y es inaceptable”, dijo la ganadora del Oscar. “Ojalá hubiera algo que pudieran decir o hacer para arreglar esta extremadamente compleja y horrible situación, que me rompe el corazón”, añadió la actriz
Lawrence cuestionó la normalización que, a su juicio, ha impulsado el gobierno estadounidense sobre esta situación. “Lo que me entristece tanto es que esta falta de respeto y el discurso actual en la política estadounidense se van a convertir en algo normal para ellos, me refiero a los jóvenes que votan ahora con 18 años”, añadió.
La actriz cargó en contra de los políticos y su falta de “integridad” y “empatía”. “Va a ser totalmente normal que la política carezca de integridad. Los políticos mienten, no hay empatía, y todo el mundo debe recordar que cuando ignoras lo que está pasando en una parte del mundo, no tardará mucho en llegar también a tu lado”, dijo la actriz.
En ese sentido, Lawrence expresó su temor de que sus palabras sean utilizadas para añadir más leña al fuego. La actriz pidió que “la gente se centre en los responsables y en qué pueden hacer cuando voten” y que dejen de obligar a los actores y a los artistas “que están intentado expresar la libertad del arte y de expresión” a soportar “la dificultad de los individuos que realmente son responsables”.
En el Festival de Cine de San Sebastián se proyecta la última película de Lawrence, “Die My Love”, de la directora Lynne Ramsay y basada en la novela “Mátate, amor” de la escritora argentina Ariana Harwicz, que ya se presentó en el Festival de Cannes. La cinta aborda la crisis de una pareja cuando tienen a su bebé.
Lawrence recordó su propia experiencia con la maternidad, la cual calificó como un “momento extraño” y con el cual se sintió identificada con la historia. “Después de dar a luz a mi segundo hijo, experimenté un posparto muy difícil, que fue… fue realmente extraño. Ahora veo la película y, al verlo todo en retrospectiva, después de sentir que he pasado por eso, por ese bosque, creo que realmente lo clavó”, dijo sobre Harwicz y su libro.
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