
Jennifer Aniston confesó recientemente que no logra mantener un equilibrio adecuado entre su vida laboral y personal, describiéndose a sí misma como “un poco adicta al trabajo” tras unos años especialmente intensos en su carrera.
A sus 56 años, la actriz continúa siendo una figura central en la industria del entretenimiento.
En conversación con People, compartió detalles sobre los desafíos que enfrenta para reservar tiempo para sí misma en medio de una agenda profesional exigente.
“Soy un poco adicta al trabajo, así que me estoy obligando a intentar tomarme un tiempo para viajar y no trabajar”, admitió Aniston y destacó la dificultad que experimenta para desconectarse de sus compromisos laborales.

La estrella de Hollywood reflexionó sobre la importancia de encontrar un balance entre el trabajo y la vida personal, reconociendo que, aunque es fundamental, no se le da bien.
“Es tan crítico, lo sé, pero no soy buena en ello”, confesó, haciendo hincapié en la necesidad de vivir experiencias enriquecedoras fuera del ámbito profesional.
Y agregó: “Nuestro trabajo tiene rendimientos decrecientes al final del día, si solo trabajas tanto que no tienes ninguna experiencia maravillosa en la vida”, afirmó.
Jennifer Aniston, que se hizo mundialmente famosa por su papel en la serie Friends —emitida entre 1994 y 2004—, ha mantenido una carrera constante desde entonces, participando en numerosos proyectos televisivos y cinematográficos.
Esta continuidad ha contribuido a su percepción de sí misma como una persona dedicada en exceso al trabajo. “Estoy intentando tomarlo con calma, porque estos han sido unos años realmente intensos de trabajo”, explicó a la citada revista.

En su búsqueda de un mayor equilibrio, la ganadora de premios Emmy, Globo de Oro y SAG, ha comenzado a implementar estrategias para separar su vida profesional de la personal.
Una de las medidas que ha considerado es la utilización de respuestas automáticas en correos electrónicos y mensajes de texto, una herramienta que le permitiría establecer límites claros.
“Estoy intentando desesperadamente aprender a crear esas respuestas automáticas cuando llegan correos y mensajes, donde diga: ‘Estoy fuera para siempre. Pero llámame en diciembre, estaré de vuelta’”, relató entre risas, mostrando su intención de desconectarse temporalmente del trabajo para priorizar su bienestar.
A pesar de su apretada agenda, Jennifer Aniston valora profundamente los momentos de descanso. Cuando logra disponer de tiempo libre, su día ideal se caracteriza por la ausencia total de compromisos.

“Se ve como una agenda en blanco —no hay ni una sola cosa en ella—”, describió la artista. “Ese es un día perfecto, y entonces puedo averiguar cómo será ese día a medida que avance”.
La importancia del autocuidado ha cobrado un nuevo significado para Aniston en esta etapa de su vida. Según explicó a People, priorizarse a sí misma y cuidar su salud mental y física resulta más relevante que nunca.
“Hay mucho en lo que no necesitamos enfocarnos, porque es tan horrible y feo”, expresó al referirse a los aspectos negativos de la vida. “Así que también debemos recordar enfocarnos en la belleza y la positividad que también existen en nuestro mundo en este momento”.
Cabe destacar que la trayectoria de la actriz en la industria del entretenimiento ha estado marcada por una dedicación ininterrumpida desde sus inicios.
Tras alcanzar la fama con Friends, logró reinventarse, participando en una amplia variedad de proyectos tanto en televisión como en cine.

Su papel en The Morning Show fue especialmente demandante, lo que ha contribuido a la sensación de agotamiento que describe. La serie explora los entresijos del periodismo televisivo y las dinámicas de poder en los medios de comunicación.
“Nuestro trabajo tiene rendimientos decrecientes al final del día, si solo trabajas tanto que no tienes ninguna experiencia maravillosa en la vida”, concluyó la actriz, resumiendo el aprendizaje que ha marcado su trayectoria reciente.