
Jenna Fischer, quien interpretó a Pam Beesly durante los nueve años de The Office, desafió la percepción generalizada sobre la calidad de las temporadas finales de la serie tras realizar una revisión completa de los 201 episodios para su podcast Office Ladies.
En una reciente entrevista en el podcast Fly on the Wall de Dana Carvey y David Spade, la actriz compartió sus conclusiones después de haber terminado su análisis exhaustivo de la serie en octubre pasado.
“Mi mayor conclusión después de haberla vuelto a ver fue que es realmente buena todo el tiempo”, declaró Fischer, quien participó en 188 episodios de la comedia laboral de NBC.
La actriz abordó directamente la creencia extendida de que la serie experimentó una caída significativa en calidad tras la salida de Steve Carell en la séptima temporada. Sin embargo, su nueva perspectiva contradice esta narrativa establecida.

“Creo que existía esta leyenda, especialmente entre el reparto y los creativos, de que tal vez alcanzamos nuestro pico en la temporada 3 o la temporada 4”, explicó.
“Y también esta creencia de que las dos temporadas después de que Steve se fue, estábamos simplemente haciendo aguas y tal vez no eran tan buenas”, añadió. “Pero cuando vi todo, algunos de mis episodios favoritos estaban en las temporadas 8 y 9 después de que Steve se había ido. Aún había estas historias increíbles”.
Fischer identificó las “temporadas 4 a 6” como su era favorita de la serie, destacando particularmente el episodio “Dinner Party” de la cuarta temporada como uno sobresaliente.
La serie concluyó en mayo de 2013, pero recientemente Peacock anunció una serie derivada titulada The Paper.

Según la sinopsis oficial, “el equipo de documentalistas que inmortalizó la sucursal de Scranton de Dunder Mifflin busca un nuevo tema cuando descubren un periódico histórico del Medio Oeste y el editor que trata de revivirlo”.
Las declaraciones de Jenna Fischer llegan en un momento en que The Office continúa siendo una de las series más vistas en plataformas de streaming, manteniendo su relevancia cultural años después de su finalización.
“Es increíble. Es simplemente algo increíble, increíble haber sido parte de ello”, expresó la actriz. “Todavía no puedo creerlo, y también lo que significa para las personas. Sé que The Office ha ayudado a las personas a superar momentos difíciles en sus vidas“.

Jenna Fischer reveló también los detalles de cómo una audición poco convencional le aseguró su papel icónico en The Office, una historia que demuestra cómo la improvisación y el riesgo pueden definir una carrera.
La actriz compartió que había estado haciendo audiciones para la directora de casting Allison Jones durante aproximadamente cinco años antes de The Office.
Cuando llegó el momento de hacer el casting para la serie, Fischer tenía una relación lo suficientemente sólida con Jones como para pedirle consejo directo.
“Había estado haciendo audiciones para Allison durante unos cinco años antes de The Office“, recordó. “Cuando llegó el momento de que ella hiciera el casting de The Office, tenía una relación lo suficientemente buena con ella como para decir: ‘Oye Allison, ¿tienes algún consejo? Realmente quiero este’“.

El consejo de Jones fue inusual y específico: “Mi consejo es que no vengas luciendo sexy. No vengas toda arreglada”, le dijo la directora de casting.
Fischer notó que este consejo era diferente al que normalmente recibía, que generalmente seguía las líneas de “estás interpretando a una enfermera pediátrica, pero como sexy”.
Sin embargo, fue la segunda parte del consejo de Jones lo que hizo que Fischer se sintiera aprensiva: “Y entonces me dijo: ‘Vamos a hacer que improvises durante la audición y mi consejo es: Atrévete a aburrirme’”.
Durante la audición, la actriz participó en una conversación improvisada con el showrunner Greg Daniels, quien hacía preguntas como documentalista. El momento decisivo llegó cuando Daniels le preguntó: “¿Te gusta ser recepcionista aquí?”.

“Tenía esa nota en mi cabeza y él dijo: ‘¿Te gusta ser recepcionista aquí?’ Y simplemente hice una pausa y dije nada”, relató. “Y luego dije: ‘No’. Y eso fue todo lo que dije”.
Jenna Fischer explicó su razonamiento: “Pensé que sería más divertido verme pensar en todas las cosas que no iba a decir que decir cualquiera de ellas... Ella es como una persona profundamente honesta, así que no puede mentir y decir que sí le gusta, pero tampoco va a decir nada más”.
Esta elección arriesgada fue precisamente lo que le consiguió el papel. “Greg me dijo que eso fue lo que me consiguió el trabajo”, reveló.
Aunque admitió que había sido “muy aterrador” tomar una respuesta aparentemente desinteresada durante una audición, la estrella reflexionó sobre la importancia de la moderación en la actuación: “Para mí, lo más difícil de actuar es simplemente aguantar”.