Un reciente informe del Instituto Nacional de Estudios de Defensa de Japón, vinculado al Ministerio de Defensa, advirtió sobre la creciente “incertidumbre” en el Indo-Pacífico debido al fortalecimiento de los vínculos entre China, Rusia y Corea del Norte.
Según el documento, esta alianza podría empujar a Japón a intensificar su coordinación militar con sus aliados Estados Unidos y Corea del Sur, acentuando la confrontación regional entre bloques opuestos.
El informe, titulado “Informe de Seguridad sobre China”, contempla la posibilidad de una escalada en la rivalidad estratégica en el noreste asiático, con la región dividida entre el eje Japón-EEUU-Corea del Sur y el bloque formado por Beijing, Moscú y Pyongyang.
El análisis se publicó en medio de un repunte de tensión entre Tokio y Beijing, tras declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, sobre una posible intervención defensiva japonesa si China llegara a atacar Taiwán.
Los investigadores subrayan que la relación entre China y Rusia es clave para la estrategia regional de Beijing, y citan al líder Xi Jinping para destacar la apuesta conjunta por fortalecer la cooperación militar y económica y apoyar al Sur Global, en sintonía con el mensaje de “ascenso de Oriente y decadencia de Occidente”.
No obstante, el documento apunta que la invasión rusa a Ucrania expuso discrepancias, y que el creciente acercamiento militar entre Rusia y Corea del Norte inquieta a China, que sigue respaldando la desnuclearización de la península coreana como vía fundamental para la estabilidad regional.
La consolidación del régimen de Corea del Norte como actor nuclear y su acercamiento estratégico a Moscú generaron reservas en Beijing, que ve limitado su margen de presión sobre Pyongyang. A pesar de estos reparos, el informe sugiere que las presiones de la Casa Blanca en el Indo-Pacífico y las circunstancias regionales podrían llevar a China a aceptar, en determinadas condiciones, una mayor cooperación militar entre Rusia y Corea del Norte en el futuro.
Estados Unidos, mientras tanto, impulsa reiteradamente un aumento del gasto en defensa entre sus aliados. Este octubre, durante la visita a Tokio del presidente Donald Trump, Japón asumió el compromiso de reforzar “fundamentalmente” sus capacidades militares. La primera ministra Takaichi anunció la intención del gobierno de adelantar dos años la meta de elevar el gasto en defensa al 2% del PIB, estableciendo marzo de 2026 como el nuevo plazo de crecimiento.
En agosto, Rusia lanzó varios misiles hacia el mar de Japón en una serie de maniobras militares (Europa Press)Por su parte, Corea del Sur anunció que incrementará su presupuesto militar hasta el 3,5% del PIB y concretó acuerdos para adquirir equipamiento estadounidense por valor de 25.000 millones de dólares antes de 2030. Ambos movimientos refuerzan el giro estratégico en el noreste asiático ante la consolidación de alianzas rivales y el endurecimiento de la competencia geopolítica en la región.
(Con información de EFE)
hace 7 horas
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