
Un año antes de su fallecimiento, la primatóloga y activista Jane Goodall celebró su nonagésimo natalicio en un evento que tuvo lugar el 23 de marzo de 2024 en Carmel Beach, California, el cual consistió en una caminata junto a 90 perros, organizada por la Red de Conservación de la Vida Silvestre como homenaje también a su trayectoria en favor del bienestar animal y la protección de los ecosistemas.
Sharal Camisa Smith, directora ejecutiva de The Leakey Foundation, escribió en una publicación oficial de la organización: “Jane estaba feliz y relajada ese día en la playa, corriendo por la orilla, lanzando palos a las olas y acariciando a los perros. Los humanos estaban maravillados con la presencia del ícono, pero los canes simplemente estaban felices de pasar el día recibiendo la atención de una amable señora”.
En una entrevista realizada por Alex Cooper en el pódcast Call Her Daddy, y recuperada por la revista People, Goodall recordó con afecto aquella celebración: “Tenemos una gran foto de todos los dueños con sus perros y yo sentada al frente con el mar detrás. Es una foto genial. Me encanta”.
En la misma conversación, la primatóloga añadió: “Me gusta creer que tal vez eso sea parte de lo que se siente en el cielo. Como si abrieras los ojos y hubiera perros por todas partes, felices, corriendo libres”.
Durante la emotiva jornada, Smith también presenció un momento que consideró especialmente conmovedor: “Cuando le tocó a mi perra conocer a la Dama del Imperio Británico, contuve la respiración, esperando que se portara de maravilla. Se miraron fijamente, y luego Jane besó suavemente a Honey Bee en la coronilla. Una señora muy amable y una niña muy buena, sin duda”.
Aunque es ampliamente reconocida por su trabajo pionero con chimpancés, Goodall nunca ocultó su predilección por los perros, de hecho, en un video publicado el 13 de febrero de 2025 en su cuenta oficial de Facebook, se le ve sentada en el suelo junto a una camada de cachorros mientras responde, entre risas, por qué son sus animales favoritos: “Me encantan los perros porque... bueno, intentan devorarte, simplemente te quieren muchísimo”.

Jane Goodall murió el miércoles 1 de octubre de 2025 en Los Ángeles, a los 91 años, por causas naturales, mientras se encontraba en plena gira de conferencias, según confirmó el Instituto Jane Goodall (JGI) en un comunicado oficial publicado en Instagram. Su partida marca el fin de una era para la primatología, la etología y la conservación ambiental.
Nacida el 3 de abril de 1934 en Londres, Goodall creció en Bournemouth, en el sur de Inglaterra. Desde pequeña mostró una sensibilidad especial hacia los animales, lo que la llevó a soñar con viajar a África para estudiarlos. En 1957, a los 23 años, ese sueño comenzó a materializarse cuando viajó a Kenia y conoció al antropólogo Louis Leakey, quien años más tarde la enviaría a estudiar chimpancés salvajes en el Parque Nacional Gombe Stream, en Tanzania.
En 1960, con una profunda pasión por la observación del comportamiento animal, Goodall se adentró en la selva con una tienda de campaña, la compañía de su madre y un cocinero local. Así comenzó una investigación que transformaría por completo el conocimiento científico sobre los chimpancés.
Goodall fue la primera persona en documentar el uso de herramientas entre primates no humanos; también registró aspectos antes desconocidos de su vida social, como dominancia, cooperación, conflicto, crianza compartida e incluso comportamientos como el canibalismo y la guerra entre grupos. Fue su enfoque empático y su metodología observacional lo que le permitió humanizar, sin antropomorfizar, a los chimpancés, estableciendo un precedente en el campo de la etología.
Durante más de seis décadas, Goodall difundió los resultados de su trabajo a través de más de 30 libros, documentales y centenares de artículos académicos y de divulgación. Además, su vida fue retratada en el documental El viaje de Jane, premiado en el GreenFilmFest de Berlín y preseleccionado para los Premios Oscar en 2012.
El estudio que ella inició continúa activo, consolidándose como una de las investigaciones de campo más prolongadas del mundo sobre animales en libertad, a cargo del equipo del Instituto Jane Goodall.

Además de ser una científica de renombre, Jane Goodall también fue una incansable activista ambiental. Su trabajo ayudó a transformar la percepción pública sobre la relación entre los humanos y los animales. Además, logró llevar la ciencia a las escuelas, a los medios y a los foros internacionales. Desde la fundación del Instituto Jane Goodall en 1977, promovió programas de conservación comunitaria, educación ambiental y empoderamiento juvenil en más de 100 países.
Uno de sus mayores legados fue Roots & Shoots, una iniciativa que involucra a jóvenes en proyectos ambientales y humanitarios locales, con el objetivo de formar una generación consciente y activa frente a los desafíos del planeta.
Sumado a ello, Goodall fue una figura fundamental en el reconocimiento de los derechos de los animales, defendiendo su bienestar desde una perspectiva científica, ética y espiritual. “Cada especie juega un papel vital en nuestro mundo”, recordó en un mensaje en redes sociales, “los animales tienen personalidad, pensamientos y sentimientos”.
Reconocida con el título de Dama del Imperio Británico y el nombramiento como Mensajera de la Paz de las Naciones Unidas, su muerte deja un vacío en la ciencia y el activismo, pero su legado permanece vivo en cada iniciativa, en cada joven que se une a un proyecto de conservación y en cada animal rescatado o protegido.