
Israel lanzó lo que calificó como un “ataque preventivo” contra el programa nuclear de Irán y otros objetivos militares durante la madrugada del viernes, hora local. En un discurso televisado, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que el objetivo de la operación era “dañar la infraestructura nuclear de Irán, sus fábricas de misiles balísticos y sus capacidades militares”.
“La operación continuará durante el tiempo que sea necesario, hasta que logremos la misión de repeler la amenaza existencial que se cierne sobre nosotros”, afirmó.
El secretario de Estado, Marco Rubio, en un comunicado distribuido por la Casa Blanca, confirmó los ataques israelíes contra Irán, pero dejó claro que no hay involucramiento por parte de Estados Unidos.
“Nosotros no estamos involucrados en los ataques contra Irán, y nuestra principal prioridad es proteger a las fuerzas estadounidenses en la región”, dijo. “Israel nos informó que considera esta acción necesaria para su autodefensa”.

Asimismo, comentó que el presidente Donald Trump y funcionarios de su administración estaban en comunicación con aliados en la región y tomando medidas para proteger a las fuerzas estadounidenses.
“Quiero ser claro”, añadió, “Irán no debería atacar intereses o personal de los Estados Unidos”.
Medios estatales iraníes informaron de explosiones registradas en Teherán durante la madrugada del viernes, incluyendo en áreas donde se ubican muchas oficinas gubernamentales importantes.
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