Montaje de Infobae en el que aparece la nutricionista Isabel BelausteguiEl café es una de las bebidas más consumidas en el mundo. De acuerdo con un estudio realizado por la cadena Café & Té, el 63% de los españoles mayores de 15 años consumen, al menos, una taza al día.
A pesar de ser una costumbre muy extendida, no siempre se tienen claras sus propiedades. Bajo este contexto, Isabel Belaustegui, nutricionista y creadora de contenido en redes sociales, ha publicado un vídeo en su cuenta de Instagram (@isabelaustegui) en el que habla sobre ello.
“El café es uno de los estímulos más potentes para activar la producción de adrenalina”, afirma Belaustegui en su vídeo. Esta sustancia, conocida como la hormona de la activación o de la alerta, es la que prepara al organismo para responder ante una situación de peligro o esfuerzo.
Por eso, explica la especialista, su liberación tiene un efecto inmediato: aumenta la frecuencia cardíaca, eleva la presión arterial y pone al cuerpo en estado de vigilancia. Esto puede ser útil en diferentes momentos del día, como en el trabajo o para mantener la concentración.
Sin embargo, la nutricionista advierte que no siempre es conveniente provocar este estado de activación. En especial, señala, puede resultar contraproducente cuando el café se consume justo después de una comida.
Después de comer, el cuerpo necesita tranquilidad para hacer una buena digestión y absorber correctamente los nutrientes. En ese momento debería predominar la rama parasimpática del sistema nervioso, la encargada de enviar mensajes de calma al organismo. Sin embargo, la cafeína actúa justo al revés, estimulando la rama simpática.
Según explica Belaustegui, esta situación genera una especie de confusión biológica. Por un lado, el organismo recibe la orden de relajarse para digerir los alimentos, pero al mismo tiempo la adrenalina provocada por el café comunica que hay una amenaza y que es necesario mantenerse en guardia.
Los efectos de esta contradicción no son iguales para todo el mundo. La especialista subraya que las personas más sensibles o aquellas que presentan alteraciones en el metabolismo de la adrenalina en el hígado pueden experimentar consecuencias más notables. En estos casos, el cuerpo tiene dificultades para eliminar la adrenalina, que se acumula y actúa como una sustancia tóxica.
Esto provoca que el sistema nervioso permanezca activo durante más tiempo del necesario, manteniendo al individuo en un estado constante de alerta, inquietud o tensión. Además, esta sobreestimulación puede manifestarse a través de síntomas como dificultad para descansar o sensación de cansancio a pesar de haber dormido.
Por todo ello, Isabel Belaustegui recomienda evitar el café justo después de las comidas y reservar su consumo para momentos puntuales o especiales. De esta manera, explica, se respeta el equilibrio natural del organismo y se favorece una digestión más eficiente.
El café, concluye la nutricionista, no es un enemigo, pero sí una bebida que conviene consumir con conciencia. Entender cómo actúa sobre el sistema nervioso y en qué momentos puede resultar más o menos adecuado permite aprovechar sus beneficios sin perjudicar el bienestar del cuerpo.
hace 3 horas
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