Irlanda del Norte registró una segunda jornada de protestas contra migrantes tras un caso de agresión sexual

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Un agente de policía caminaUn agente de policía camina sujetando a un perro durante la segunda noche de disturbios, en Ballymena, Irlanda del Norte, 10 de junio de 2025. REUTERS/Clodagh Kilcoyne

El uso de cañones de agua y balas de goma por parte de la Policía marcó la segunda noche de disturbios en Ballymena, donde más de una treintena de agentes resultaron heridos durante una serie de protestas desencadenadas por la detención de dos migrantes acusados de agresión sexual.

Las fuerzas de seguridad enfrentaron ataques con cócteles molotov, piedras y travesaños de andamios lanzados por los manifestantes, lo que llevó a la detención de cinco personas hasta el momento.

La Policía ha iniciado investigaciones sobre los incidentes violentos, considerando que muchos de los actos podrían constituir delitos de odio motivados por cuestiones raciales.

Las autoridades han advertido sobre la gravedad de los hechos, señalando que la naturaleza de los ataques y la tensión en las calles de Ballymena han obligado a desplegar recursos adicionales para contener la situación.

“Muchos de los actos perpetrados durante estas dos últimas noches están siendo investigados como posibles delitos de odio motivados por cuestiones raciales”, declaró un portavoz policial.

Las protestas comenzaron el lunes, después de que dos adolescentes fueran arrestados bajo la acusación de haber agredido sexualmente a una joven en el condado de Antrim.

La situación se intensificó cuando se supo que los acusados necesitaron un traductor para comprender los cargos, lo que generó una reacción aún más violenta entre los manifestantes.

La necesidad de un traductor para los acusados fue interpretada por algunos sectores como un indicio de su origen extranjero, lo que avivó las tensiones raciales en la zona.

Durante la segunda noche de disturbios, la Policía intervino para sofocar los ataques incendiarios y dispersar a los grupos que se congregaron en las calles.

Los agentes se vieron obligados a emplear métodos de control de multitudes ante la escalada de violencia, que incluyó el lanzamiento de objetos contundentes y artefactos incendiarios. Más de treinta policías resultaron heridos en el transcurso de los enfrentamientos, una cifra que refleja la magnitud de los disturbios y la dificultad para restablecer el orden.

Los incidentes no se limitaron a Ballymena. Según reportó BBC, los disturbios se extendieron a otras localidades del condado de Antrim, como Newtownabbey y Carrickfergus, así como al norte de Belfast, la capital de Irlanda del Norte. Aunque la Policía describió estos episodios fuera de Ballymena como “esporádicos”, la preocupación por la propagación de la violencia se mantiene entre las autoridades y la población local.

Hasta el momento, cinco personas han sido detenidas en relación con los disturbios. Las investigaciones continúan para identificar a otros posibles responsables de los ataques y determinar el alcance de los delitos de odio que se habrían cometido durante las protestas.

“Las fuerzas de seguridad han recurrido así al uso de cañones de agua y balas de goma ante el lanzamiento de cócteles molotov, piedras y travesaños de andamios”.

El contexto de las protestas refleja una creciente tensión social en la región, donde la presencia de migrantes y las acusaciones de delitos graves han generado un clima de desconfianza y hostilidad.

La Policía ha hecho un llamado a la calma y ha instado a la comunidad a evitar cualquier acto que pueda ser interpretado como incitación al odio o la violencia.

“Los incidentes se han extendido a Newtownabbey y Carrickfergus, en el condado de Antrim, y al norte de Belfast, la capital norirlandesa, si bien han sido descritos como ‘esporádicos’ por la Policía”, puntualizó .

Las autoridades continúan monitoreando la situación en Ballymena y las localidades afectadas, mientras se mantienen en alerta ante la posibilidad de nuevos brotes de violencia. La investigación sobre la presunta agresión sexual y los disturbios asociados sigue en curso, con la expectativa de que se esclarezcan los hechos y se restablezca la normalidad en la región.

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