Durante años, Jennifer Stone fue reconocida como Harper Finkle, la mejor amiga excéntrica de Alex Russo, interpretada por Selena Gómez, en la serie de Disney Los Hechiceros de Waverly Place. Su imagen estaba ligada a vestuarios estrafalarios y guiones cargados de humor adolescente. Pero fuera de los sets de filmación, la actriz de 32 años enfrentaba una transformación radical que la llevaría a convertirse en enfermera de urgencias y a trabajar en plena pandemia de COVID-19, guiada por un diagnóstico que cambió su rumbo: diabetes tipo 1.
A los 20 años, Stone notó señales que indicaban que algo no andaba bien en su cuerpo. “Subí unos 27 kilos en dos o tres meses... tareas muy sencillas me dejaban exhausta todo el día”, contó a la revista People. Fue esa fatiga persistente la que la llevó al médico. Sin embargo, llegar a un diagnóstico claro no fue fácil. Durante cuatro años, distintos médicos no lograban ponerse de acuerdo, ya que tenía síntomas tanto de diabetes tipo 1 como tipo 2. “Obviamente, sabía que algo andaba mal... algunos médicos decían tipo 2 porque era más grande, otros decían tipo 1”, explicó Stone a Healthline. Finalmente, recibió el diagnóstico correcto y encontró a un médico y un sistema que, según sus palabras, “para una persona con diabetes, es vital”.

Este giro en su salud coincidió con el fin de su etapa en Disney. En ese momento, consideraba especializarse en psicología, pero la experiencia con el sistema sanitario y su deseo de comprender mejor su enfermedad la llevaron a cambiar de carrera. “Pensé: ‘déjame cambiar de especialización a algo que me permita entenderme mejor a mí misma y también poder ayudar a la gente’”, afirmó. Fue así como comenzó sus estudios de enfermería, primero en Glendale Community College y luego en la Universidad Azusa Pacific, hasta graduarse en diciembre de 2019.
Su debut como enfermera de urgencias ocurrió en un contexto inédito: el estallido de la pandemia. Stone se incorporó oficialmente al Centro Médico Providence Saint Joseph, donde ya había sido voluntaria. “Fue una experiencia inolvidable... mentiría si dijera que no me ha cambiado como persona”, expresó a Yahoo Life. Relató momentos de extrema dureza, como el fallecimiento de una joven de 20 años que tuvo que despedirse de su familia por iPad porque no se permitían visitas. “Tenía cajas refrigeradas porque la morgue estaba llena... me sentí asfixiada por el sufrimiento y la muerte”, compartió con People. Reconoció que entonces se juzgó por quebrarse emocionalmente, pero ahora sabe que necesita darse espacio para procesar esos sentimientos.

Aunque la experiencia fue abrumadora, la joven se sintió impulsada por su propósito. En su día a día, tiene la oportunidad de ayudar a otros con enfermedades crónicas, algo que considera parte de su misión. “Me hace sentir que estoy en el lugar correcto, como si Dios hubiera resuelto todos estos desafíos con un propósito”, reflexionó para People.
Jennifer también utiliza su experiencia personal para educar sobre el manejo de la diabetes tipo 1. Actualmente, usa el dispositivo InPen de Medtronic, que considera fundamental para mantener su calidad de vida. “Es un bolígrafo inteligente que funciona con una app y me permite no tener que pensar en la diabetes con tanta frecuencia a lo largo del día”, explicó. Aconseja mantenerse en contacto con el endocrinólogo y explorar nuevas tecnologías.

Con el tiempo, ha aprendido a ver su condición no como una limitación, sino como una herramienta de crecimiento. “Me ha hecho más fuerte, me ha obligado a cuidarme más... no considero que me discapacite, solo es un desafío que no tenía antes”, sostuvo. Esta disciplina le permite mantener un exigente cronograma, combinando turnos de 12 horas en urgencias con ensayos y audiciones. “Tengo cuatro días a la semana para dedicarme a la actuación, mi otra pasión”, explicó.
El cruce de sus dos mundos a veces provoca situaciones insólitas. Aunque utiliza equipo de protección completo, aún así es reconocida por pacientes. “Tenía una gorra que tapaba mi pelo rojo y aun así una paciente con COVID escuchó mi voz y sonrió”, contó a People. Esta mezcla entre su pasado y presente le permite ofrecer un momento de alegría a quienes atraviesan días difíciles: “Si puedo brindarle a alguien un poco de alegría en un mal día, lo considero un regalo”, señaló a Healthline.
Aunque no abandona la actuación, Jennifer Stone afirma que la enfermería es su forma de impactar directamente en la vida de los demás. “Digo que actuar es para mí y la enfermería es lo que hago por los demás”, compartió. Y concluyó: “Soy afortunada de haber encontrado dos cosas que me apasionan... puedo usar mi hemisferio izquierdo y derecho”.