
Interpol lanzó “Evil” en enero de 2005 como el segundo sencillo de su álbum Antics. Alcanzó el número 18 del UK Singles Chart y el número 24 en la lista Modern Rock de Billboard, asimismo se posicionó en el lugar 76 de la lista Triple J’s Hottest 100 en Australia.
El uso de nombres como “Rosemary” y frases como “heaven restores you in life” (“el cielo te restaura en vida”) sembraron la especulación de que se refería a Fred y Rosemary West, una de las parejas de asesinos en serie más perturbadoras de la Inglaterra moderna, la canción capturó el imaginario colectivo por su resonancia con una de las historias criminales más oscuras de Reino Unido.
“Evil” dio de qué hablar por su atmósfera oscura, el video perturbador con la marioneta llamada Norman dio pie a las interpretaciones macabras que nunca fueron confirmadas, y una musicalidad que caló hondo en el espíritu del rock indie de los 2000´s.

Sin embargo, en foros de fans se ha debatido por años si las letras —como “Sandy, why can’t we look the other way” ("Sandy, ¿por qué no podemos mirar hacia otro lado?") podrían aludir de forma metafórica a la dinámica manipuladora de Fred y Rose y su modus.
Las discusiones sugieren analogías entre “cellmate”, “trial”, y figuras como “Rosemary” o una supuesta “Sandy” vinculadas a sus historias de abuso y crimen, aunque siempre en clave interpretativa.
Aunque el propio Paul Banks cuestionó la teoría, lo cierto es que Evil funciona como una especie de diálogo entre dos voces: una que promete redención celestial frente a la violencia terrenal.
Líneas como “Rosemary, heaven restores you in life / You’re coming with me through the aging, the fearing, the strife” evocan una conversación enfermiza, donde el amor se convierte en pacto distorsionado entre monstruos.

Sea o no una referencia consciente, el contraste entre una supuesta “promesa de cielo” y la brutal realidad terrenal resuena con la dualidad entre los asesinos.
La canción no solo se convirtió en un himno del post-punk revival, sino también en un ejercicio narrativo de tensión, fascinación y tragedia. Y como espectáculo cultural sobre el lado más siniestro de la psique humana,
Entre 1967 y 1987, Fred y Rosemary (conocida también como Rose) West llevaron a cabo una serie de asesinatos en Gloucester, Inglaterra, que incluyeron violación, tortura y homicidios de al menos diez jóvenes, muchas veces enterradas en su propia casa ubicada en el 25 de Cromwell Street – bautizada por la prensa como la “Casa del Horror”.
Antes de conocer a Rose, Fred estuvo se casó con Catherine «Rena» Costello en 1962 y posteriormente se convirtió en una de sus víctimas.

Años después, el hombre conoció a Rose en una parada de autobús en Cheltenham, Inglaterra. Ella tenía 15 años en ese momento, mientras que Fred tenía 27 años y era padre de dos hijas.
Poco después de conocer a Fred, Rose empezó a trabajar como niñera de sus hijas y al poco tiempo su relación se tornó romántica. En 1972, ambos se casaron.
Fred presuntamente había cometido varios delitos antes de conocer a Rose, desde las acusaciones de su hermana Kitty, de 13 años, de violarla y dejarla embarazada hasta el asesinato de su niñera, Ann McFall.
Fred y Rosemary West se aprovechaban de jóvenes vulnerables, atrayéndolas con el pretexto de ofrecerles trabajo como niñeras para sus hijos. Pero, cuando llegaban al domicilio, eran abusadas sexualmente, torturadas, desmembradas y enterradas.

Se sabe que el matrimonio asesinó a ocho mujeres: Lynda Gough, Carole Ann Cooper, Lucy Partington, Therese Siegenthaler, Shirley Hubbard, Juanita Mott, Shirley Anne Robinson y Alison Chambers, entre 1973 y 1979. Aunque, se presume que fueron muchas más.
De hecho, Rosemary mató por sí misma a su hijastra Charmaine en 1971, mientras Fred estaba en prisión por robo de coche, según informó BBC. La niña era hija de Catherine «Rena» Costello de una relación anterior, pero Fred la crio como si fuera suya.
Años más tarde, la pareja fue responsable del asesinato de su hija Heather en 1987, lo que también sería el último asesinato conocido de Fred y Rose.
Después de años de someterla a ella y a su hermana, Mae, a horribles abusos sexuales, como se detalla en el documental Rose West: The Making of a Monster, Heather supuestamente se confesó con sus amigos de la escuela, lo que enfureció a sus padres.
Luego abandonó la escuela y empezó a buscar trabajo para alejarse de sus padres. Al día siguiente de que la rechazaran como camarera de pisos en un resort, sus padres la asesinaron y la enterraron bajo el patio mientras sus hermanos estaban en la escuela.

De hecho, los nueve hijos de la pareja también sufrieron abusos, lo que los llevó a ingresar al hospital 31 veces entre 1972 y 1992, según The Independent. Según el medio, ninguno de ellos resultó en una derivación a servicios sociales.
Fred fue arrestado en 1994, y se suicidó por asfixia en su celda en enero de 1995 antes de enfrentar juicio, dejando tras de sí confesiones que apuntaban incluso a más de veinte víctimas.
Sin embargo, Rosemary fue juzgada en noviembre de 1995 por diez asesinatos y condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad; permanece recluida en HM Prison New Hall, West Yorkshire, bajo una condena de por vida.
El caso volvió a captar la atención pública recientemente por la serie de Netflix, Fred & Rose West: A British Horror Story, que reveló grabaciones policiales inéditas, testimonios de sobrevivientes y presentó el impacto duradero de los crímenes en las familias afectadas y sobrevivientes, incluida Caroline Owens, víctima de abuso que logró escapar.

El caso de los West continúa generando atención casi cuatro décadas después. La demolición de su casa en Gloucester en 1996 convirtió el terreno en una senda con árboles, eliminando cualquier rastro físico del horror vivido allí.
Rosemary, quien cambió su nombre en prisión, vive aislada, sin visitas, dedicándose a actividades como tejer o ver documentales, aun cuando continúa recibiendo correspondencia perturbadora de admiradores.
En una entrevista de 2024, Paul Banks, vocalista y guitarrista de la agrupación aclaró que esa versión es completamente falsa.
“Creo que mucha gente piensa que tiene que ver con este par de asesinos en serie, donde el nombre de una mujer es Rosemary y no tiene nada que ver con ellos’”, aseguró.

Por si fuera poco, el artista mencionó que el nombre de la canción surgió porque hay un Baudelaire que escribió Les Fleurs du mal (Las Flores del Mal), por lo que deseaba llamar al tema “Le Beurre du mal” (La Mantequilla del Mal).
“En cierto momento me di cuenta, ya sabes... tal vez eso no vaya a funcionar, y/o tal vez poner ese tipo de absurdo en el título de esa canción socavaría la seriedad que de otra manera tenía, así que abreviamos ‘The Butter of Evil’ a ‘Evil’, y esa es la verdad”, explicó.