Infidelidad, demandas y lucha por la custodia: así fue la relación entre Inés Gómez Mont y su exesposo Javier Díaz

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Inés Gómez Mont y JavierInés Gómez Mont y Javier Díaz, así fue su historia. (Captura de pantalla/Cuartoscuro)

La reciente detención en Miami de Víctor Manuel Álvarez Puga, esposo de Inés Gómez Mont, reavivó la atención sobre la trayectoria y los antecedentes personales de la conductora, entre ellos la polémica historia de su primer matrimonio con Javier Díaz Bravo, quien la llegó a demandar por violencia familiar y protagonizó una batalla legal por la custodia de sus hijos.

Javier Díaz es empresario vinculado al sector de bares y centros nocturnos, como “Grupo Clásico”, y hermano de Pepe Díaz, figura reconocida en el mismo ramo.

Su vida privada ganó notoriedad tras su matrimonio con Inés Gómez Mont en 2008, en una celebración en Tepoztlán, Morelos, que reunió invitados del mundo del espectáculo.

De esa unión nacieron cuatro hijos: Inés y los trillizos Diego, Bruno y Javier. El menor de los trillizos enfrentó problemas de salud desde el nacimiento.

Inés Gómez Mont se encuentraInés Gómez Mont se encuentra prófuga de la justicia desde 2021. (Cuartoscuro)

La relación entre Gómez Mont y Díaz se remonta a la adolescencia. Contrajeron matrimonio con una propuesta en Capri, Italia, después de ocho años juntos. La boda, celebrada en 2008, marcó el inicio de una vida familiar que pronto se vio afectada por tensiones y ausencias.

Gómez Mont, entonces figura ascendente en TV Azteca, se alejó de la televisión debido a un embarazo de alto riesgo. La situación se complicó cuando, tras el nacimiento prematuro de los trillizos y una etapa de cuidados médicos intensivos, Díaz abandonó el hogar bajo el argumento de atender negocios en Monterrey.

Según declaraciones de la presentadora, quedó a cargo de cuatro niños pequeños, una de ellas recién nacida y tres conectados con monitores, sin el apoyo cotidiano de su entonces esposo.

En entrevistas y publicaciones, Gómez Mont relató que la dinámica familiar se tornó fría: “Nuestra relación tomó un panorama en que éramos más como roomates, él jugaba playstation toda la noche... y yo a las seis de la mañana ya me iba a trabajar”.

Llegó el punto en que Díaz dejó la casa y estuvo ausente durante meses, sin comunicarse ni visitar a sus hijos. El divorcio ocurrió tras descubrir, mediante fotografías, la infidelidad de Díaz con una amiga en común. “Yo le cacho esas fotos en el celular y le dije: ‘ya no quiero nada, ahora sí me quiero divorciar’,” relató Gómez Mont.

A lo largo de la separación, la conductora aseguró que asumió sola la manutención del hogar y los gastos médicos y escolares de los cuatro niños, mientras Díaz, según su versión, destinaba tiempo a montar nuevos negocios nocturnos. Gómez Mont desmintió que él hubiera aportado económicamente de manera sustancial, a pesar de la narrativa de “haber recibido regalos o apoyo del padre”.

Javier Díaz e Inés GómezJavier Díaz e Inés Gómez Mont. (Captura de pantalla)

En 2024, la vida pública de Javier Díaz volvió a captar titulares luego de presentar una denuncia por violencia familiar contra Inés Gómez Mont ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.

Esta querella, parte de una larga disputa por la patria potestad, llevó a la jueza Patricia Marcela Diez Cerda a conceder a los cuatro hijos menores una suspensión provisional para que no fueran obligados a pruebas psicológicas impuestas por la fiscalía.

La juzgadora argumentó expresamente que someterlos a valoración podría causar revictimización y afectar su salud mental. Gómez Mont, a su vez, promovió amparos para evitar la exposición de sus hijos ante el sistema judicial y trato mediático.

Los conflictos después del divorcio fueron recurrentes. Gómez Mont narró que cuando los niños visitaban a Díaz, a menudo eran devueltos antes de lo acordado, incluso en una ocasión viajando solos en avión acompañados únicamente por la nana de la familia. La frecuencia de las visitas fue baja y, en temas de salud, Díaz permaneció desinformado sobre diagnósticos importantes de los menores. Gómez Mont remarcó que nunca dejó de trabajar durante esos años críticos.

Del otro lado, Díaz defendió públicamente su derecho a mantener contacto con sus hijos, negó inasistencias económicas completas y, en ocasiones, usó redes sociales para responder críticas o temas polémicos, incluyendo las acusaciones y episodios de la vida familiar.

En julio de 2024, después de varias resoluciones legales, Gómez Mont recuperó la patria potestad de los cuatro hijos por decisión de un tribunal, marcando un punto de cierre momentáneo a años de litigio y enfrentamientos públicos y privados.

Actualmente, Javier Díaz reside en la Ciudad de México junto a su esposa Carla Zepeda, con quien tiene dos hijos. La pareja mantiene bajo perfil y rara vez se expone a los medios.

Carla Zepeda, abogada y activista, ha expresado en redes su interés por el bienestar animal y el deporte.

Carla Zepeda y Javier Díaz.Carla Zepeda y Javier Díaz. (Instagram)

En 2023, Díaz reapareció en la opinión pública por razones ajenas a su exesposa: participó activamente en la reconstrucción de los hechos sobre la desaparición y fallecimiento del empresario Iñigo Arenas Saiz, fundador de bares y conocido de la vida nocturna capitalina.

Como encargado del bar “República” en Polanco, Díaz difundió videos y detalles sobre los últimos momentos del empresario antes de ser encontrado sin vida, arrojando luz sobre el contexto y responsabilidades del evento.

Su papel en la vida familiar de Gómez Mont, el manejo de disputas sobre custodia y el impacto de la reciente detención del segundo esposo de la conductora, mantienen a Javier Díaz como un actor relevante—aunque discreto—en la crónica pública de personalidades influyentes de México.

Actualmente, Inés Gómez Mont se encuentra prófuga de la justicia mexicana, con una ficha roja de Interpol activa en más de 190 países. Es acusada de delincuencia organizada, lavado de dinero, peculado y defraudación fiscal, en el marco de una investigación que sostiene que, junto a su esposo Víctor Manuel Álvarez Puga, participó en una red de empresas fantasma para el presunto desvío de aproximadamente 3.000 millones de pesos de recursos públicos.

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