Indemnizarán a padres de un bebé decapitado cuya autopsia se difundió en redes y se hizo viral

(Imagen Ilustrativa Infobae)

Un jurado del condado de Fulton en Georgia, ha otorgado una indemnización de 2,25 millones de dólares a Jessica Ross y Treveon Isaiah Taylor, padres del bebé que fue decapitado durante el parto en julio de 2023. El fallo en favor de los padres incluye 2 millones de dólares por daños compensatorios y 250.000 dólares por daños punitivos contra el doctor Jackson Gates y su empresa Medical Diagnostic Choices, responsables de difundir imágenes de la autopsia del bebé sin consentimiento.

La demanda contra Gates fue presentada en septiembre de 2023, tras percatarse de que el médico compartió sin la autorización de los padres en su cuenta de Instagram, ahora eliminada, videos explícitos de la autopsia realizada al bebé. Las imágenes mostraban con detalles gráficos la cabeza decapitada y el cuerpo del recién nacido. Según los documentos judiciales, Ross contrató al Dr. Gates por 2.500 dólares para realizar una autopsia independiente, y en ningún momento dio su consentimiento verbal ni escrito para que el material fuese publicado.

El médico fue inicialmente declarado responsable por defecto en febrero de 2024, al no responder oportunamente a la demanda civil. Fue hallado culpable de causar angustia emocional intencional, invasión de la privacidad y fraude. El reciente veredicto del jurado representa la conclusión del caso, aunque la familia insistió en que “ninguna cantidad de dinero puede aliviar el dolor por la pérdida de su bebé en circunstancias tan horribles”.

En su defensa, Gates argumentó públicamente que sus acciones no violaron la Ley de Portabilidad y Responsabilidad del Seguro Médico (HIPAA), asegurando que los médicos pueden divulgar información cuando hay posibles delitos o fallos en la atención médica. “Llevo 15 años publicando mis casos de autopsia para explicar al público la victimización de personas fallecidas”, declaró para NBC News. A pesar de sus justificaciones, el jurado falló en su contra por el daño causado a los padres del bebé.

Jackson Gates, médico encargado de realizar la autopsia al hijo de Ross y Taylor, argumentaba que él no infringió en ningún momento las normas que la HIPAA le daba para divulgar su trabajo con fines médicos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Al mismo tiempo, Ross y Taylor también interpusieron una demanda por negligencia médica contra el Southern Regional Medical Center, ubicado en Riverdale, Georgia, y contra la obstetra Dra. Tracey St. Julian, quien atendió el parto el 10 de julio de 2023.

Según la demanda, Ross, de 20 años y con un embarazo de alto riesgo debido a diabetes tipo 2, solicitó una cesárea mientras el bebé aún estaba con vida, pero se le indicó que empujara durante tres horas. Durante ese tiempo, el bebé no descendió correctamente debido a una distocia de hombros, condición en la que el hombro del bebé queda atascado detrás del pubis materno.

La Dra. St. Julian intentó realizar un parto vaginal utilizando varios métodos, incluyendo tracción en la cabeza del bebé, lo que habría resultado en la decapitación, además de fracturas en el cráneo y huesos faciales. Según la demanda, no se realizó la cesárea de emergencia de forma oportuna; esta solo se llevó a cabo a las 23:49, cuando ya no se detectaban signos de vida fetal. El cuerpo del bebé fue extraído a las 00:11.

El Southern Regional Medical Center, hospital donde el bebe fue decaptiado, ha negado en todo momento tener responsabilidad directa en la muerte del infante, argumentando que el accidente fue dentro del cuerpo de la madre, Jessica Ross. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Desde un inicio, el hospital ha negado las acusaciones y sostiene que la muerte ocurrió intraútero, antes del parto y la decapitación. No obstante, un informe emitido en febrero de 2024 por la Oficina del Médico Forense del Condado de Clayton contradijo esa versión al determinar que la muerte del bebé fue un homicidio, causado por fractura de vértebras cervicales debido a “acciones de otra persona”.

Según los abogados de la familia, también se disuadió a Ross y Taylor de realizar una autopsia oficial del hospital, lo que los llevó a buscar una evaluación independiente. Esta decisión derivó en la traumática exposición pública del cuerpo de su hijo, que luego generó el caso contra Gates.