La familia de Leonardo Romero y Natalia Venzor, originarios de México, ha confirmado el hallazgo de sus cuerpos tras varios días de angustiosa búsqueda en Texas, Estados Unidos, donde intensas inundaciones han devastado la región.
“Familia, amigos y personas que se unieron a la búsqueda, les queremos compartir que hemos encontrado el cuerpo de nuestro hermano Leonardo Romero”, expresó uno de los familiares en un mensaje difundido a través de redes sociales. En esta publicación del 12 de julio, confirmaron que seguían en búsqueda de Natalia Venzor, sin embargo, horas más tarde anunciaron su hallazgo.
La noticia, marcada por el dolor y la esperanza, ha conmovido a la comunidad tanto en México como en territorio estadounidense, mientras la búsqueda de su hijo, Carlos, de apenas dos años, continúa con la colaboración de equipos de rescate y voluntarios.

Rosa Chávez, madre de Leo Romero Jr., sobreviviente e hijo de Leonardo, inició una campaña de recaudación de fondos a través de la plataforma GoFundMe, donde reveló que fue rescatado de las inundaciones que azotaron Kerrville el 4 de julio.
La casa, donde vivía con su padre, madrastra y un medio hermano de apenas dos años de edad, fue arrasada por la inundación del río Guadalupe. Su madre recuerda que permaneció atrapado entre escombros y agua durante cuatro horas antes de ser rescatado.
Durante una entrevista con la televisora local KSAT, Romero Jr. describió su aterradora experiencia: “Pensé que ya estaba. No quiero decir que lo acepté, pero pensé que iba a dormir”, dijo.
La noche anterior a la tragedia, no pudo dormir. A eso de las 6:00 horas del 4 de julio, alcanzó a escuchar agua debajo de él, sin embargo, aún no había entrado a su hogar. En ese momento, despertó a su padre, madrastra y hermano pequeño.
Conforme el agua subía, su padre le dijo a la familia que se subieran a uno de los sofás y se sujetaran de las cortinas. Después de un tiempo luchando contra las agitadas corrientes que habían entrado en su hogar, recibió un fuerte golpe en la cabeza cuando el techo se derrumbó.
Segundos después, la casa había sido arrastrada por la inundación. “De repente, desapareció. Estoy en el agua”, lamentó Romero Jr.
Los siguientes minutos fueron cruciales. Relató haber chocado contra “muchos escombros”, incluyendo partes de casas, árboles y otros objetos. Cuatro horas de angustia y sufrimiento tuvieron que pasar hasta que pudo ser rescatado por un equipo de bomberos.

Al momento de la publicación del reporte de la televisora local, Romero Jr. no había visto a algunos miembros de su familia desde aquella fatídica mañana. Hizo un llamado a sus vecinos y a la comunidad a que ayudaran a sus seres queridos a buscar a sus familiares.
“Me alegra estar a salvo. Pero me duele saber que no sé nada de mi familia”, explicó Romero Jr., quien en los momentos de desesperación tras las inundaciones, envió un mensaje de voz a su madre, pensando que sería el último.
En la publicación en la que confirmaron el hallazgo de Leo Romero y Natalia Venzor, confirmaron que siguen en búsqueda de Carlos, el menor de dos años extraviado.
Esta catástrofe, que, hasta la tarde del sábado 12 de julio, había dejado un total de por lo menos 129 personas fallecidas, dejó una herida profunda entre la comunidad texana y todo Estados Unidos.
La gravedad del desastre natural se acentúa debido a las dos docenas de niñas y miembros del personal de un icónico campamento cristiano que perdieron la vida entre las aguas y escombros.
The New York Times estima que hay al menos 161 personas desaparecidas únicamente en el condado de Kerr, por lo que se espera que la cifra de muertes siga aumentando.