“Hace año y medio, pesaba 200 kilos; ahora peso 89 y voy a la maratón de Nueva York”: cómo el chef Matteo Grandi logró este cambio “sin dietas milagrosas”

hace 17 horas 4
(@matteograndi_inbasilica)(@matteograndi_inbasilica)

La transformación de Matteo Grandi, chef distinguido con una estrella Michelin y propietario del restaurante Matteo Grandi in Basilica en Vicenza, alcanza su máxima expresión días antes de afrontar la maratón de Nueva York, que se celebra este domingo 2 de noviembre. Al mirar atrás en una entrevista con el medio italiano Corriere della Sera, el chef resume su travesía con contundencia: “Mi maratón ya la gané. Mi cuerpo hoy es el resultado de mi mente”.

El chef, que llegó a pesar cerca de 200 kilos, narra cómo decidió embarcarse en este desafío tras un año de primeras carreras a ritmo lento durante su proceso de adelgazamiento. Grandi explica el origen de la idea: “Acababa de empezar a moverme, corriendo a ritmo lento, porque aún estaba perdiendo peso. Luego, en Año Nuevo, un amigo me dice ‘¿Hacemos la maratón de Nueva York?’ Y yo, instintivamente, respondo ‘claro, porque nada es imposible’. Lo que parecía una broma, se convirtió en un objetivo real”. El cocinero comenzó a hacer deporte con mayor intensidad mientras adelgazaba “sin dietas milagrosas”. Según ha contado, los principales cambios en su alimentación consistieron en eliminar el azúcar y, sobre todo, los carbohidratos. En concreto, el pan, la pasta y el arroz. “Eso fue lo que realmente cambió mi vida. Sabía que eran los principales responsables de mi aumento de peso. Desde que los saqué de mi dieta, me siento muchísimo mejor. Tengo más energía, mi mente está más clara y trabajo el doble de productivo”.

Ahora, para su reto deportivo, la preparación fue exigente y organizada bajo la guía de un atleta profesional. El chef recuerda: “Queríamos correrla de verdad, no simplemente terminarla caminando. Nos dirigimos a Lorenzo Lotti, un atleta extraordinario, ex campeón italiano de los 100 kilómetros, que hoy se dedica a entrenar a quienes quieren afrontar una maratón. Con él seguimos un programa estructurado, fichas técnicas, tablas personalizadas. Desde agosto hasta hace una semana corrimos entre 90 y 100 kilómetros por semana”, detalló a Corriere della Sera.

Uno de los elementos centrales de la experiencia ha sido el rol del grupo que conformó junto a su hermano Enrico y dos amigos, Christian y Bruno. La dimensión colectiva del reto, para Grandi, fue decisiva: “Fue la clave. Cada uno de nosotros dio fuerza a los demás. Mi hermano Enrico tiene 28 años, Christian, 50, Bruno, 56. Somos diferentes en edad, historias, trabajo, pero nos unimos de una manera increíble. Bruno, en particular, siempre fue muy directo conmigo: es de los que me decían que debía adelgazar, incluso cuando yo fingía no escuchar”, aseguró. Ese vínculo, forjado en la constancia, se manifestó en los entrenamientos: “Nos entrenamos en cualquier condición: lluvia, oscuridad, frío. Salíamos temprano por la mañana, nos motivábamos mutuamente. Cuando uno flaqueaba, los demás lo impulsaban. Cada uno de nosotros tenía un papel. Nació un vínculo fortísimo. Un trabajo en equipo, en el sentido más auténtico del término”.

Un estudio apunta a que una dieta baja en carbohidratos sería beneficiosa para adultos con diabetes tipo 1.

Pero la maratón, para Grandi, significa mucho más que una meta deportiva. Reconoce: “Es una meta y al mismo tiempo un punto de partida. El sueño sería terminarla en menos de cuatro horas, pero en realidad la meta ya la crucé. No me refiero al peso, sino al hecho de haber llegado hasta aquí con lucidez, entusiasmo, energía. El cuerpo que tengo hoy es el resultado de un trabajo interior, profundo, continuo. Correr me enseñó a gestionar el cansancio, a darme un método, a reconocer los progresos. Incluso si en Nueva York tardo más de lo previsto, de todos modos habré corrido mi maratón personal”.

El impacto de esta transformación física y psicológica se extendió hasta su ámbito profesional: “El cambio se reflejó también en el restaurante. Hemos atraído a un nuevo público: personas más conscientes, atentas a la alimentación, a menudo deportistas. Hoy hacemos muchísimos desayunos salados, sobre todo con huevos. En la carta hay muchas propuestas bajas en carbohidratos”, afirma el chef.

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