
La expectación por nuevas entregas de los grandes éxitos de Pixar sigue en aumento. Con el reciente triunfo de Inside Out 2, que recaudó más de USD 1.600 millones en taquilla, y la confirmación de títulos como Toy Story 5 y Los Increíbles 3, los fanáticos se preguntan qué otras historias podrían expandirse en el futuro. Sin embargo, no todas las sagas parecen tener un camino claro hacia la continuación, tal como lo expresó la voz principal de Ratatouille, Patton Oswalt.
Estrenada en 2007 y dirigida por Brad Bird, Ratatouille relató la historia de Remy, el joven ratón apasionado por la cocina que desafió los límites de su especie para alcanzar su mayor sueño junto al torpe pero noble Alfredo Linguini.
La película, considerada una de las obras más aclamadas y queridas del estudio, supo mezclar humor, sensibilidad y originalidad en un escenario lleno de obstáculos para su protagonista. A pesar de su éxito, el desenlace dejó satisfechos a muchos: tras cerrar el restaurante Gusteau, Remy y Linguini fundan su propio bistró, abierto tanto para humanos como para ratas.

Para Patton Oswalt, ese final funciona como una conclusión redonda y deliciosa. Durante la premier de Spinal Tap II: The End Continues, el actor habló con Collider y se refirió a las posibilidades de volver a dar voz a Remy si Pixar decidiera retomar el universo de la cocina parisina.
La pregunta era simple: ¿bajo qué condiciones aceptaría Oswalt regresar? La respuesta fue directa: la clave está en el ingenio de Bird: “El mundo donde eso existe es donde Brad piensa una gran idea; hasta que eso suceda, no ocurrirá”.
Según Oswalt, no basta con capitalizar el interés de la audiencia ni con repetir fórmulas exitosas: el motor de una eventual continuación debe ser una propuesta sorprendente que esté a la altura del filme original. “Estoy totalmente feliz sin una secuela, a menos que él proponga algo asombroso. Y confío en Brad”, afirmó el actor a Collider.

El propio Bird ya ha demostrado su capacidad para retomar historias emblemáticas, como hizo al regresar al mundo de Los Increíbles catorce años después del primer filme. Sin embargo, Ratatouille sigue siendo, para su elenco principal, un relato que se sostiene perfectamente como unidad, sin necesidad de añadidos forzados.
El contexto no es menor: Pixar vive una etapa de expansión de franquicias. Tras la exitosa secuela de Inside Out y los proyectos anunciados de Toy Story y Los Increíbles, se especula constantemente sobre cuál será la próxima historia en recibir un nuevo capítulo. Coco 2 figura entre los títulos oficialmente en desarrollo, mientras otras producciones aún permanecen como rumores.
Sin embargo, la visión de Oswalt es cauta. “Ratatouille tiene un final satisfactorio”, sostiene, evitando sumarse a la tendencia de reabrir narrativas que ya ofrecieron su cierre natural. En ese sentido, su postura representa un llamado a la responsabilidad creativa, privilegiando la calidad sobre la cantidad y defendiendo el valor de una obra que, por sí misma, sigue inspirando a nuevas generaciones.

Fuera del ámbito animado, Oswalt se mantiene activo en diversos proyectos, como su reciente participación en la segunda temporada de The Sandman y su presencia en la premier de Spinal Tap II. Aunque en esta última no forma parte del elenco, el comediante expresó su admiración por el enfoque creativo del filme original.
En diálogo con Collider, Oswalt enfatizó cómo el amor y la pasión por el tema permiten crear sátiras genuinas y entrañables: “No puedes burlarte de algo que odias. La mejor comedia surge de personas que realmente aman algo, aunque reconozcan que tiene aspectos tontos. Todos lo tenemos. Se nota cuando alguien hace comedia sobre algo que considera estúpido o inferior. Pero esta película —donde claramente Rob [Reiner] y los demás aman el rock and roll y sus excesos— también se permite reír de sus lados más infantiles. Puedes tener ambas cosas al mismo tiempo”.