
El presidente Gustavo Petro respondió a las acusaciones del congresista republicano Carlos Giménez, quien lo señaló de “amenazar” al expresidente de Estados Unidos Donald Trump.
La controversia surgió tras una entrevista concedida por el mandatario colombiano al periodista Daniel Coronell, en la que habló sobre la necesidad de un cambio en la política internacional encabezada por el líder republicano.
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A través de su cuenta de X, el mandatario colombiano sostuvo que su mensaje fue malinterpretado y que no buscaba presionar ni derrocar a su homólogo norteamericano. Según Petro, su llamado estaba enfocado en que Trump cambie su forma de actuar frente a las “políticas de muerte” que afectan al mundo, como lo señaló en relación con la situación en Palestina.
“Yo no amenazó a Trump, solo dije que Trump cambie su corazón, de defender políticas de muerte en el mundo como el genocidio en Palestina, por políticas de vida”, escribió el presidente en la red social.

Petro agregó que la responsabilidad de un cambio político o de liderazgo en Estados Unidos corresponde al propio pueblo estadounidense: “Si no hay ese cambio, pues el propio pueblo de los EE. UU. cambiará a Trump, porque no se puede ir al suicidio general”.
Con estas declaraciones, el presidente buscó despejar cualquier malentendido sobre sus intenciones y subrayar que su llamado no constituía una amenaza directa. El mensaje fue publicado minutos después de que Giménez lo acusara de desafiar al expresidente republicano y de poner en riesgo la seguridad hemisférica.
El detonante fue una entrevista emitida el pasado lunes 20 de octubre, en la que el presidente colombiano sostuvo que “la humanidad tiene una primera salida que es cambiar a Trump”. Según explicó, ese cambio podría darse “por el mismo Trump, que es lo más fácil, o sacando a Trump”.
Estas frases fueron interpretadas por Carlos Giménez, congresista de origen cubano-estadounidense, como una supuesta “amenaza” al expresidente norteamericano. “Es una amenaza genuina a la seguridad de nuestro hemisferio”, escribió Giménez en X, asegurando que el comentario de Petro debía tomarse “muy en serio”.

Además, el legislador fue más allá al acusar al mandatario colombiano de ser el “narcoterrorista en jefe” y de “aliarse con las narcodictaduras terroristas de la región”. En otro mensaje, advirtió que las supuestas amenazas estaban siendo “tomadas muy en serio” por el Congreso de Estados Unidos.
Ante la ola de señalamientos, Petro publicó un segundo mensaje en el que reafirmó su posición: “Hay dos caminos: o que Trump cambie o sacan a Trump”, escribió, acompañando el fragmento de video en el que hacía las declaraciones que generaron la polémica.

Posteriormente, insistió en que no se trataba de una amenaza política ni de una incitación al derrocamiento, sino de una reflexión sobre el rumbo que deben tomar las políticas globales en torno a la vida, la paz y los derechos humanos.
El mandatario colombiano subrayó que su llamado se centraba en abandonar las “políticas de muerte”, en referencia a la postura de Trump frente a los conflictos internacionales, en especial la guerra en Palestina.
“Si no hay ese cambio pues el propio pueblo de los EE. UU. cambiará a Trump, porque no se puede ir al suicidio general”, puntualizó el jefe de Estado, señalando que la transformación debe provenir de la sociedad norteamericana, no de actores externos.
La tensión generada por los intercambios entre Petro y Giménez también alcanzó el plano diplomático. La Cancillería de Colombia informó que el presidente llamó a consultas al embajador Daniel García-Peña, representante de Colombia ante Estados Unidos, con el objetivo de evaluar el alcance de las declaraciones y las repercusiones en la relación bilateral.
Aunque todavía no se ha informado el resultado de dichas consultas, fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores indicaron que se busca mantener un canal de diálogo diplomático para evitar una escalada en el tono político entre ambos países.