LA PAZ — La agencia antinarcóticos de Estados Unidos DEA retornará "muy pronto" a Bolivia, tras su expulsión en 2008, anunció el viernes el zar antidrogas boliviano Ernesto Justiniano, quien además calificó de "exorbitantes" las cifras estimadas de producción de cocaína en el país.
El "zar antidrogas" del nuevo gobierno, Ernesto Justiniano, describe lo que será la nueva estrategia antinarcóticos, tras la llegada este mes al poder del centroderechista Rodrigo Paz.
La flamante administración busca darle un giro drástico en lo político, económico, social y diplomático a lo que se hizo en el país durante los gobiernos de los izquierdistas Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (2020-2021).
La erradicación de hojas de coca, materia prima para fabricar cocaína, y el combate a las mafias de la droga son tareas centrales. Y La Paz mira a Washington y a sus vecinos sudamericanos como aliados estratégicos para luchar contra semejante flagelo.
Bolivia, según datos de las Naciones Unidas, es el tercer productor mundial de coca y cocaína, después de Colombia y Perú.
La DEA vuelve "muy pronto"
La DEA estuvo ausente en Bolivia desde la ruptura de las relaciones bilaterales en 2008, cuando el entonces presidente Evo Morales expulsó al embajador estadounidense, a quien acusaba de apoyar un movimiento de derecha que, según él, buscaba dividir al país andino.
La llegada al poder de Rodrigo Paz a principios de noviembre reactivó las relaciones entre ambos países, abriendo ahora el camino al regreso de la agencia antidrogas estadounidense.
La DEA regresará "muy pronto, porque existe un compromiso político y eso es lo más importante", declaró Justiniano.
Destaca que la principal tarea será la reanudación del intercambio de información.
"La cooperación internacional es fundamental", afirmó la autoridad, quien también hizo un llamado a los países vecinos y a Europa para responder a los requerimientos de Bolivia.
Para la autoridad, el objetivo es claro: "Ya no seremos un país aislado, un país que se mira el ombligo y actúa únicamente por necesidad política".
La DEA y la presencia de Estados Unidos no son del agrado de los cocaleros de Morales, en el Chapare (centro).
Exorbitante aumento
Justiniano ya ocupó a principios de siglo el viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas y en términos locales es llamado el "zar antidrogas". Ingeniero y administrador de empresas de 56 años, es el responsable político del área.
Su objetivo es erradicar sembradíos de hojas de coca y combatir al tráfico de drogas. Bolivia tiene 31.000 hectáreas de coca, según las Naciones Unidas, de las que sólo 22.000 son reconocidas como legales. Empero, no hay datos actualizados del potencial de producción de cocaína.
Justiniano revela que tiene cálculos propios y estima que la fabricación anual bordea en la actualidad "las 300 toneladas al año" y que se ha duplicado.
Relata: hace 20 años "estábamos hablando de 345 kilos de (hojas de) coca necesarios para producir un kilo de cocaína. Entiendo que en este momento están alrededor de 140 a 160" kilos de la planta. "Puedo producir más del doble de cocaína que lo que se producía" dice.
Explica que ello se debe a que la técnica se ha modernizado, con el uso de químicos y la molienda de la planta.
"Los números son exorbitantes", asegura el zar antidrogas.
Ya en el cargo, la autoridad se encontró con millonarias deudas para pagar el mantenimiento de avionetas y helicópteros antidroga y otros recursos al personal oficial. Sostiene que, por lo tanto, la cooperación internacional es urgente.
El nuevo gobierno boliviano hereda una crisis económica, la más grave en cuatro décadas, por la escasez de dólares. Incluso el mandatario Paz calificó de "cloaca" lo que encontró en las instituciones.
jac/sf/nn
FUENTE: Con informaciòn de AFP
hace 2 horas
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