Gira de Trump por Asia diseña la nueva era estratégica de EEUU

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Uno de sus propósitos es concretar la paz y eliminar los conflictos armados en la mayor cantidad de zonas del mundo lo antes posible. En algunos lugares, esa paz será tal vez frágil y condicionada, pero en otros casos será un gran avance en pleno siglo XXI.

La paz, economía, control de la inmigración invasiva y la seguridad nacional fueron ejes de campaña del líder republicano en 2024, cuando más de 77 millones de estadounidenses le entregaron una aplastante victoria electoral en noviembre pasado.

Los viajes de Trump cumplen en su segundo mandato presidencial objetivos estratégicos precisos y bien definidos dentro de su plataforma America First o América Primero, un cambio histórico y transformador del rumbo de EEUU y su rol protagónico en el mundo, donde hasta hace muy poco una élite económica -con China a la cabeza- intentaba un nuevo orden globalista, antioccidental y antiamericano.

Tanto a nivel económico, comercial, militar y geopolítico, el presidente Trump ha consolidado la posición de Estados Unidos y del capitalismo occidental como guías tradicionales en el rumbo y destino del planeta, contrario a lo que se planteaba hace apenas cuatro años atrás por parte de China y enemigos de Washington: un Nuevo Orden Mundial.

Rediseño geoestratégico y comercial de EEUU

La gira de Asia, que comenzó con un toque de puertas en Kuala Lumpur, capital de Malasia, y donde se celebró la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), Trump aprovechó para sentar las bases estratégicas de EEUU en esa importante región que hasta ahora China se jactaba de su control casi total.

Las diligencias de la administración Trump tienen bastante impaciente y desorientado al régimen comunista de China, estimulado en los últimos 12 años de gobierno demócrata de extrema izquierda a una expansión acelerada económica, militar, estratégica y de espionaje sin precedentes en casi todas las regiones del planeta.

En Corea del Sur, el último destino de su gira por Asia, Trump cerró un pacto comercial por 350.000 millones de dólares, que incluye la autorización de Washington para la construcción en EEUU de un submarino de propulsión nuclear.

Pero lo más trascendente en Surcorea fue el encuentro durante casi dos horas entre el inquilino de la Casa Blanca y su contraparte de China, Xi Jinping. Ambos mandatarios acordaron reducir las tensiones y flexibilizar medidas impuestas en los últimos meses como parte del enfrentamiento comercial entre las dos potencias.

Washington recortará algunos aranceles y Pekín mantendrá el flujo de suministros de las vitales “tierras raras”, al tiempo que el presidente estadounidense calificaba su primer encuentro presencial con Jinping en seis años como “un gran éxito”.

Por su parte, el líder chino se refirió a “un importante consenso” para resolver la confrontación.

Tras la reunión se supo que el gigante asiático va "a comprar enormes cantidades de soya y otros productos agrícolas de forma inmediata".

En el caso de las “tierras raras”, esenciales para industrias como la defensa y la tecnología, Trump precisó que se firmó un pacto prorrogable de un año para garantizar el suministro por parte de China.

El Ministerio de Comercio del país asiático confirmó que suspenderá durante un año ciertas restricciones a las exportaciones, incluidas las de “tierras raras”.

Baja la tensión y Washington afianza su poder

El régimen de Pekín accedió a intensificar las acciones para detener el flujo" del mortal fentanilo, que el año pasado volvió a ser el mayor protagonista de la epidemia de muertes en EEUU por el consumo de drogas con un saldo superior a las 300.000 personas fallecidas.

"Impuse un arancel del 20% a China debido a la entrada de fentanilo (...). Tras los compromisos de Xi voy a reducirlo a un 10%", dijo Trump y agregó que Agregó que Pekín "iniciará el proceso de compra de energía estadounidense", que podría incluir petróleo y gas de Alaska. Funcionarios de ambas potencias se reunirán para negociar el potencial "acuerdo energético".

Menos de una hora antes de la cita entre ambos mandatarios, Trump instruyó "al Departamento de Guerra que se aliste para comenzar a probar" armas nucleares "en igualdad de condiciones". Es decir, si otros países lo hacen, EEUU no será una excepción.

El mandatario añadió que, en términos de arsenales nucleares, China ocupa un "distante tercer lugar" detrás de Estados Unidos y Rusia, "pero que en cinco años estará a la par".

En el diálogo no se mencionó el tema Taiwán, de acuerdo con el jefe de la Oficina Oval.

Trump calificó su primer cara a cara con Xi en seis años como un "gran éxito", mientras que el líder chino dijo que ambos alcanzaron un "importante consenso" para resolver el conflicto económico.

La visita de Trump a Malasia

En Malasia, Trump y el presidente de Brasil Luis Inacio Lula Da Silva dialogaron y aparentemente limaron algunas asperezas tras una gran tensión comercial por los nuevos aranceles de la Casa Blanca y la “condena política” en el país sudamericano del expresidente de derecha Jair Bolsonaro a 25 años de prisión.

Trump ha denunciado la sentencia judicial contra Bolsonaro como muy similar a la cacería política que sufrió él desde el 2016 al 2024, además de los intentos de asesinato.

En Kuala Lumpur, el mandatario estadounidense firmó varios acuerdos comerciales y pactó compromisos de grandes inversiones de esos países en EEUU, sobre todo en materias primas y explotación de las llamadas “tierras raras” y minerales, fundamentales en la era de desarrollo tecnológico acelerado del mundo moderno.

Trump presidió la firma de un importante e histórico acuerdo de paz entre Camboya y Tailandia, gracias a su gestión personal y las acciones emprendidas por el secretario de Estado, Marco Rubio, a quien el inquilino de la Casa Blanca ha calificado como excepcional y hasta ahora el mejor jefe de la diplomacia estadounidense.

Este fue el 8vo acuerdo de paz logrado por la administración Trump en tan sólo nueve meses en la Presidencia. De ahí que varios líderes latinoamericanos, europeos y asiáticos anunciaran su decisión para nominarlo otra vez al Premio Nobel de la Paz 2026, que este año fue otorgado a la opositora venezolana María Corina Machado.

Desde Malasia, Trump partió hacia Japón, uno de los grandes aliados de EEUU y donde Washington mantiene una presencia militar de unos 60.000 efectivos con equipamiento militar de alta tecnología.

"Aliados al más alto nivel"

En Tokio, el presidente estadounidense se reunió con el emperador japonés Naruhito y la nueva premier japonesa, Sanae Takaichi, la primera mujer en gobernar ese país.

La capital japonesa fue la segunda parada de la gira asiática de Trump, después de Malasia y antes de Corea del Sur, donde participó en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) y se reunió con Jinping.

A pesar de que el punto culminante de la gira se preveía fuera Corea del Sur, la visita a Japón marcó un nuevo rumbo para las relaciones bilaterales, un poco distanciadas o estancadas en las últimas dos décadas.

Incluso, el primer mandato de Trump no se caracterizó por la intensa ofensiva en política exterior que ha llevado a cabo el líder republicano en sus primeros nueve meses en su regreso al poder.

Al responder a los elogios de la premier nipona Takaichi, Trump aseguró que Estados Unidos y Japón son "aliados al más alto nivel".

"Es un gran honor estar con usted, especialmente tan pronto en lo que será, creo, uno de los mejores mandatos de primer ministro en Japón", añadió Trump.

Takaichi argumentó que le "gustaría hacer realidad una nueva edad de oro en la alianza entre Japón y Estados Unidos, en la que ambos países se hagan más fuertes y también más prósperos".

Ambos firmaron también un acuerdo para "garantizar" el suministro de minerales críticos y “tierras raras”, indispensables para la industria tecnológica y de defensa.

Washington ha pedido a los aliados de Estados Unidos que aumenten sus gastos militares para seguir beneficiándose de la protección estadounidense.

Japón-EEUU, un freno militar a China

La líder japonesa anunció que su país elevará este año su presupuesto de defensa al 2% del PIB, dos años antes de lo previsto.

En un encuentro a bordo del buque estadounidense "USS George Washington" frente a la costa de Tokio, Takaichi y Trump fueron recibidos con una fuerte ovación.

Los dos líderes resaltaron, frente a cientos de efectivos de la Marina de EEUU, temas claves de la cooperación bilateral y la importancia que cumple Japón como freno militar a la amenaza y futuras acciones de China.

Takaichi afirmó que su país está "comprometido en reforzar su capacidad de defensa" para enfrentar los grandes riesgos de seguridad del mundo.

Por su parte, el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, expresó que la alianza Japón-Estados Unidos es "crucial para disuadir la agresión militar china".

El ministro japonés de Defensa, Shinjiro Koizumi, confirmó los planes de su país de acelerar sus metas para aumentar el gasto bélico.

Los dos jerarcas militares se reunieron luego del primer encuentro presencial entre Trump y Takaichi, de línea dura con China.

Japón, de larga tradición pacifista, ha adoptado una posición más militarizada frente al gran deterioro de sus relaciones con el régimen comunista de Pekín.

"Para responder a las contingencias y mantener a nuestro país seguro, hombro a hombro con Japón, esperamos continuar fortaleciendo nuestra alianza", declaró Hegseth en la cita.

"Ante la situación en que las capacidades de misiles han mejorado significativamente en el área en torno a Japón, creo que es importante reforzar implacablemene las capacidades de defensa contra misiles", manifestó Koizumi a su homólogo estadounidense.

La visita del presidente estadounidense fue acogida en Japón como una gran celebración y un importante paso político y estratégico de la premier nipona, quien en todo momento mostró su admiración por el nuevo rumbo de EEUU con Trump.

Takaichi le regaló al líder conservador un palo de golf que perteneció al asesinado exprimer ministro Shinzo Abe, amigo de Trump, así como una pelota de golf chapada en oro y una bolsa de golf firmada por un campeón japonés, entre otros obsequios.

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FUENTE: Con información de AFP.

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