“Era caos absoluto, caos controlado”, afirmó Gabriel Luna en diálogo con Esquire, sobre una de las escenas más desafiantes de la serie The Last of Us. Su personaje, Tommy, enfrenta una oleada de infectados que irrumpen en la comunidad de la trama (Jackson), demostrando la destreza y el coraje necesarios ante una amenaza inminente.
La segunda temporada de The Last of Us atrapó tanto a los seguidores del videojuego como a nuevos espectadores gracias a su atrapante narrativa y dinámica visual. En el episodio 2, los eventos presentan a Tommy como una figura central en la defensa de su lugar.
“Estamos en el muro, un ejército de dobles disparando multitud de armas y todo el suelo cubierto de casquillos”, compartió Luna. Con este episodio se refleja la magnitud de acción y dramatismo anteriormente vista en títulos insignia de HBO, como Game of Thrones, subiendo la apuesta en cuanto a producción y emoción.
El episodio en cuestión se centra en el caos, y también examina las consecuencias emocionales y físicas de combatir amenazas externas. La ambientación logra intensificar el momento; nieve artificial cubriendo el aire mientras Tommy y los demás luchan por proteger lo que es suyo, todo planeado por una minuciosa producción.

Gabriel Luna no es un novato en rodar grandes secuencias de acción. Con un historial en roles memorables como Ghost Rider en “Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D.” y un cara a cara con Arnold Schwarzenegger en “Terminator: Dark Fate”, su experiencia lo preparó para la intensidad que exige The Last of Us.
Además, el artista detalló sus vivencias en el set: “Estoy corriendo sprints de 100 metros en botas vaqueras, montando caballos y enfrentando la batalla”. Esta preparación refleja no solo su potencial físico, sino también su habilidad para integrar todas sus capacidades en un momento de pura adrenalina.
Para Luna, interpretar personajes como Tommy se conecta profundamente con su vida personal y su desarrollo emocional. Comparte que su papel en la serie le permite revisar aspectos de liderazgo y responsabilidad, desvelando una faceta del personaje que trasciende más allá de las escenas de acción.
“Tommy es tanto el león como el cordero, se necesita fuerza para proteger a los demás”, comentó el intérprete estadounidense. Mediante su interpretación se nutre de una historia personal y las relaciones familiares que influyen en su visión del mundo, ofreciendo una representación auténtica y emocionalmente trascendente.
El actor también exploró sobre cómo las experiencias de vida influyen en su enfoque profesional. Habiendo experimentado la pérdida personal, Luna aprovechó estas emociones para enriquecer sus personajes, proyectando una autenticidad que resuena en sus audiencias.

Detrás de cada escena de The Last of Us existe un trabajo técnico detallado y metódico. Uno de los momentos más espectaculares incluye el uso del lanzallamas durante la “Batalla de Jackson”. A propósito de esto, el actor recordó: “Fue divertido, podía sentir el calor a 15 metros de distancia”.
Además, la producción dedicó semanas a este tipo de elementos, asegurando que cada detalle visual fuese tan intenso e impactante como el propio guion. Con una dedicación hacia la autenticidad visual, la escena del lanzallamas resulta en un fragmento que se establece como un hito para la serie, y también en su carrera.
Sumado a su experiencia en la acción, Luna participó activamente en los aspectos técnicos de la producción. Conocer cómo manejar armas o realizar acrobacias a caballo son solo algunas de las muchas habilidades que ajustó a lo largo de los años, enfatizando su concepto de preparación completa y entrega total.
La carrera del actor continúa expandiéndose, enriquecida por proyectos variados que destacan su versatilidad y compromiso artístico. Al preguntarle sobre la posibilidad de regresar como Ghost Rider en el universo Marvel, Luna respondió: “El concepto del multiverso reabrió esa idea. Está en manos de Marvel, pero siempre estuve abierto a ello”.

Luna disfruta de actividades fuera del set, incluyendo su pasión por los videojuegos, energía que alimenta su creatividad y enfoque profesional. Mientras tanto, sigue involucrado en proyectos que desafían y expanden su capacidad actoral, como su reciente película “The Astronaut”.
Combinando pasión, experiencia y reflexión personal, el artista se presenta como una figura central, capaz de transformar cada oportunidad actoral en una experiencia inolvidable, tanto para él como para su público.
Con cada nuevo papel, Gabriel Luna refuerza su dedicación a la interpretación, buscando mantener un diálogo continuo y enriquecedor entre su vida personal y profesional. Esta inclinación hacia un estilo holístico a la hora de abordar sus personajes le permite forjar conexiones profundas con sus papeles.