
El poni de las Shetland es mucho más que un caballo pequeño y simpático. Su historia, habilidades y carácter lo convierten en uno de los equinos más versátiles y resistentes que existen. Aunque su tamaño pueda engañar, estos animales han demostrado a lo largo de los siglos que son capaces de desempeñar tareas que van desde acompañar a principiantes en la ganadería hasta trabajar en minas.
La raza ha sabido adaptarse a distintos entornos y tareas. Desde su origen en los páramos del norte de Europa hasta su participación en labores agrícolas y mineras, los ponis Shetland han demostrado que tamaño no es sinónimo de limitación.
Con los cuidados adecuados y un entrenamiento comprensivo, este pequeño caballo puede desempeñar un papel importante en la vida de quienes lo rodean.

De acuerdo con información de la revista digital Zooplus, “el poni de las Shetland tiene unas habilidades sorprendentes. Además, es listo y modesto, y lleva más tiempo acompañándonos que otras razas de caballo”.
Su cuerpo compacto, con cuello y extremidades cortas pero fuertes, le permite tener gran potencia. Presenta un pelaje corto y brillante en verano, y denso en invierno, que lo protege del frío y la humedad. Puede presentarse en cualquier color, incluso atigrado.
El carácter de estos ponis combina diligencia y bondad con un toque de insolencia: “No les gusta el aburrimiento. Si no se los estimula lo suficiente, pueden ser bastante descarados y tener ideas de bombero”, afirma la revista.
La versión mini incluso ha encontrado un nuevo rol acompañando a personas ciegas gracias a su inteligencia y larga esperanza de vida, mientras que la versión estándar es perfecta para jinetes principiantes y diversas actividades como tiro de carruajes, doma o trucos de circo.

Según la organización Shetland Islands of Opportunity, “durante al menos 4 mil años, los ponis Shetland han vagado por las colinas y páramos expuestos de las Shetland”. Su resistencia y fuerza los hicieron ideales para trabajar en las minas de carbón británicas desde el siglo XIX.
Para proteger la raza, en 1890 se fundó la Sociedad del Libro Genealógico del Poni de las Shetland, asegurando su pureza y preservación.
En cuanto a su cuidado, basta con una alimentación sencilla y adaptada a su actividad para prevenir sobrepeso y problemas de salud: “Con unos buenos cuidados y una alimentación equilibrada, el poni de Shetland puede vivir muchos años. La esperanza de vida de un poni de las Shetland sano es de entre treinta y cuarenta años”.