
La vida de Caroline Dias Goncalves, una migrante nacida en Brasil que llegó a Utah cuando tenía 7 años, cambió para siempre luego de que fuera arrestada por oficiales federales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) tras una parada de tráfico.
Su mala experiencia con los agentes del orden no acabó al ser puesta bajo custodia. Durante las dos semanas siguientes que pasó en un centro de detención en Colorado, Goncalves experimentaría en carne propia lo que calificó como los 15 días “más difíciles de mi vida”.
“Me metieron en un sistema que me trataba como si no importara. Nos daban comida húmeda y pastosa; hasta el pan se mojaba”, recordó la mujer de 19 años en un comunicado de prensa reciente.

Además de tener que soportar la mala calidad de la comida, denunció que la obligaban a “seguir horarios confusos”, sin embargo, afirmó que los agentes federales la empezaron a “tratar mejor” que a otros cuando se dieron cuenta de que hablaba inglés.
“Eso me rompió el corazón. Porque nadie merece ser tratado así. No en un país que he llamado hogar desde los 7 años y que es todo lo que he conocido”, añadió.
En el comunicado, Goncalves aprovechó para agradecer a sus mejores amigos y familia, especialmente a su comunidad y organizaciones que la defendieron, así como las oficinas de los senadores que hicieron llamadas por ella.
“Incluso al agente de ICE que me detuvo, no dejaba de disculparse y me decía que quería dejarme ir, pero que tenía las manos atadas. No podía hacer nada, aunque sabía que no estaba bien. Quiero que sepas que te perdono. Porque creo que las personas pueden tomar mejores decisiones cuando se les permite”, declaró la mujer que permaneció dos semanas detenidas en un centro federal.
Admitió saber que “más de 1.300 personas” aún viven “la misma pesadilla” en aquel centro de detención de Aurora. Las calificó como sus semejantes: migrantes que “crecieron aquí, que aman este país y que solo anhelan la oportunidad de pertenecer”.
Goncalves ahora se enfocará en tratar de seguir adelante en su trabajo y en los estudios, no obstante, afirmó que no olvidará lo que sucedió. Espera que otros tampoco lo hagan, ya que “los inmigrantes como yo” no piden nada especial, más allá de una “oportunidad justa para regularizar nuestro estatus, sentirnos seguros y seguir construyendo la vida por la que tanto hemos trabajado en el país que llamamos hogar”.
Actualmente, Caroline estudia en la Universidad de Utah y es becaria en TheDream.US —un programa enfocado a otorgar apoyo financiero a estudiantes migrantes indocumentados, comúnmente llamados “Dreamers”—, que la ayuda a obtener educación superior en Estados Unidos.

Tricia McLaughlin, secretaria adjunta del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), negó en un correo electrónico enviado a NBC News que las personas detenidas sean tratadas de forma diferente basándose en el idioma que hablan.
Aseguró que el ICE se toma “muy en serio” su trabajo de “promover entornos seguros y humanos” para todas aquellas personas que se encuentran bajo su custodia, argumentando que las instalaciones de detención del servicio migratorio son auditadas periódicamente por agencias externas.
El agente del sheriff que detuvo a Dias Goncalves fue puesto bajo licencia administrativa la semana pasada mientras espera el resultado de una investigación, de acuerdo con información de la Oficina del Sheriff del Condado de Mesa (MCSO), citada por el medio.
Jon Hyman, abogado de Dias Goncalves, afirmó que su clienta no tiene antecedentes penales y que al momento de ser arrestada por agentes del ICE no le mostraron ninguna orden judicial.