
Una nueva y escalofriante evidencia complica aún más la situación de Travis Decker, padre de tres niñas halladas muertas en un campamento remoto del estado de Washington.
Según confirmaron las autoridades locales, se encontró sangre masculina en la escena del crimen, y se presume que podría pertenecer a Decker, quien permanece prófugo desde hace más de una semana. Las víctimas son sus hijas: Paityn (9 años), Evelyn (8 años) y Olivia (5 años).
Los cuerpos de las menores fueron descubiertos el pasado 2 de junio dentro de una tienda de campaña en el Rock Island Campground, en el sector montañoso de las Cascade Mountains, cerca de la localidad de Leavenworth.
El hallazgo se produjo tres días después de que la madre de las niñas denunciara su desaparición, al no ser devueltas tras una visita supervisada por orden judicial.

En el lugar del crimen se encontraron dos elementos clave: huellas de manos ensangrentadas en la compuerta trasera del camión de Decker —abandonado en las inmediaciones— y muestras de sangre que han sido sometidas a análisis.
Una de esas muestras fue identificada como sangre de origen masculino, lo que refuerza la hipótesis de que el sospechoso podría haber resultado herido en el acto. Una segunda muestra resultó ser de origen no humano, posiblemente de un animal, según informó la Oficina del Sheriff del Condado de Chelan.
Travis Caleb Decker, de 39 años, es un exinfante del Ejército de Estados Unidos con entrenamiento en combate, navegación y supervivencia. Sirvió como fusilero automático en el 75° Regimiento Ranger entre 2014 y 2016 y participó en una misión en Afganistán en 2014, según datos del Departamento de Defensa.
Las autoridades lo describen como un “aventurero experto” que en el pasado logró subsistir 2,5 meses en áreas boscosas sin contacto exterior. También se reportó que, en los días previos al crimen, había realizado búsquedas en línea sobre cómo emigrar a Canadá y había visitado sitios de empleo del gobierno canadiense.

Las autoridades creen que podría estar intentando cruzar la frontera por senderos remotos cercanos al Pacific Crest Trail, un corredor natural que conecta la frontera con México con la de Canadá. Decker enfrenta cargos por asesinato en primer grado, secuestro, interferencia con la custodia y fuga para evitar la justicia.
De acuerdo con el reporte forense divulgado por el sheriff del condado, las tres niñas fueron asfixiadas. Sus cuerpos presentaban ataduras con precintos plásticos y bolsas plásticas sobre la cabeza. El asesinato ocurrió durante el fin de semana del 30 de mayo, período en el que Decker debía entregar a las menores a su madre en Wenatchee.
El perro de Decker fue hallado con vida en las cercanías del campamento y fue trasladado a un refugio local. Por ahora, la búsqueda del sospechoso continúa activa, con participación de autoridades federales, estatales y locales. Se han peinado cientos de kilómetros cuadrados de terreno agreste, con el uso de drones, helicópteros y patrullas a pie.
Documentos judiciales indican que la madre de las niñas, Whitney Decker, ya había alertado a las autoridades sobre el estado mental de su exesposo.

En una solicitud presentada en septiembre de 2023 para modificar el régimen de visitas, advirtió que Travis mostraba señales de inestabilidad, vivía de forma intermitente en su vehículo y solicitó restringir las visitas nocturnas con las menores hasta que él tuviera una vivienda fija.
Pese a esas advertencias, las visitas continuaron. La tragedia terminó por materializarse durante una de ellas.
El Departamento del Sheriff del Condado de Chelan mantiene la investigación criminal bajo su mando, mientras que la búsqueda física ha sido asumida por las autoridades federales para relevar a los agentes locales.
Las autoridades advierten que Decker puede estar armado y es considerado peligroso. Piden a cualquier persona que lo haya visto o tenga información que contacte al número de emergencias 911 o a la central de despacho del condado.
La tragedia ha generado conmoción en el estado de Washington, especialmente entre las comunidades de Leavenworth y Wenatchee, donde residían las niñas.
La reapertura de áreas recreativas como Icicle Creek y partes del Lake Chelan National Recreation Area se está llevando a cabo con restricciones de seguridad, y el caso continúa siendo prioridad máxima para las autoridades locales y federales.