
El Museo de Naturaleza y Ciencia de Denver encontró un fósil de casi 70 millones de años a 233 metros (763 pies) bajo su estacionamiento, en las inmediaciones del mayor parque de la ciudad, City Park, donde también se ubica el Zoológico de Denver.
El hallazgo, calificado por el director de Ciencias de la Tierra y el Espacio, Patrick O’Connor, como “el descubrimiento de dinosaurios más inusual del que he formado parte”, se produjo durante un proyecto de perforación geotérmica en enero, cuyo objetivo era evaluar la viabilidad de sustituir el gas natural por energía geotérmica.
“Que este fósil haya aparecido aquí, en City Park, es realmente mágico”. Con estas palabras, Bob Raynolds, investigador asociado de Ciencias de la Tierra,

De acuerdo con la información del medio USA Today, el fósil, una vértebra parcial, fue identificado como perteneciente probablemente a un dinosaurio herbívoro bípedo, con características similares a las de un Thescelosaurus del Cretácico Superior. Según el museo, se trata del fósil de dinosaurio más antiguo y profundo jamás hallado dentro de los límites de la ciudad.
El descubrimiento se produjo cuando el equipo, aprovechando la perforación de prueba, realizó una investigación científica de extracción de núcleos para analizar la geología de la Cuenca de Denver.
El núcleo extraído, de casi 300 metros de longitud, permitió acceder a segmentos de distintas capas de tierra y minerales. En uno de estos segmentos apareció el fósil, lo que llevó a los investigadores a considerar la posibilidad de que existan más restos fósiles conservados en las capas subterráneas de la zona.

James Hagadorn, curador de geología del museo, explicó a USA Today que la vértebra podría formar parte de un fósil mucho mayor, situado a más de 213 metros bajo el museo, aunque es posible que nunca se llegue a saber con certeza.
Hagadorn añadió en un comunicado que “este fósil proviene de una época justo anterior a la extinción masiva que acabó con los dinosaurios, y ofrece una ventana poco común al ecosistema que una vez existió justo debajo de la actual Denver”.
El museo detalla que el fósil probablemente perteneció a un pequeño ornitópodo, un dinosaurio bípedo con solo tres dedos funcionales, según la definición de Mirriam-Webster. El Thescelosaurus, cuyo nombre significa “lagarto maravilloso”, habría alcanzado una longitud de 3.5 metros (10 a 12 pies) y una altura similar a la de un ser humano promedio. Restos de este dinosaurio se han encontrado previamente en Canadá y Estados Unidos, de acuerdo con el Museo de Historia Natural de Londres.
Los huesos fueron hallados en una roca del Cretácico tardío y datan de hace unos 67,5 millones de años. El fósil se exhibe actualmente en la exposición “Descubriendo al Teen Rex” en el propio museo, permitiendo a los visitantes observar de cerca un testimonio directo de la vida prehistórica que existió bajo la ciudad de Denver.

La investigación sobre el destino de un cráneo de Tyrannosaurus bataar con una antigüedad estimada de 70 millones de años ha trascendido a los tribunales en Texas. Robert M. Lavinsky, quien adquirió el fósil a través de un vendedor participante en la feria Gem & Mineral and Fossil Show en 2005, mantiene desde entonces la pieza en ese estado.
Desde 2014, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) vigilan el caso, señalando que el cráneo podría tratarse de patrimonio robado. Según informó la denuncia, ambas agencias han intentado confiscar la pieza.
La querella, presentada el miércoles, califica de “daño concreto y particularizado” la intención del Gobierno de apropiarse de la reliquia, postura que motivó a Lavinsky a recurrir a la justicia estadounidense.