
El estado de Florida otorgó este martes 30 de septiembre una de las propiedades más codiciadas del centro de Miami para la posible construcción de la biblioteca presidencial de Donald Trump.
La decisión fue ratificada de manera unánime por el gobernador Ron DeSantis y los principales funcionarios estatales, quienes transfirieron a la fundación de Trump el control sobre un terreno con vista a Biscayne Bay, cuya tasación oficial supera los 66 millones de dólares, aunque actores del mercado inmobiliario estiman su valor real en cientos de millones.
De acuerdo con información de The New York Times, la propiedad cubre 106 hectáreas, colinda con lujosos condominios y se encuentra justo al lado de la histórica Torre de la Libertad, reconocida por su relevancia para la comunidad inmigrante cubana. El sitio, hasta la semana pasada gestionado por Miami Dade College como estacionamiento para el personal de la emblemática torre, fue transferido tras la votación unánime del consejo de gestión de tierras estatales.

La reunión donde se concretó la transferencia duró menos de tres minutos, según reportó The New York Times. Tras la sesión, Eric Trump —hijo del presidente y uno de los principales impulsores del proyecto— celebró el anuncio en redes sociales y agradeció tanto a DeSantis como al fiscal general estatal, James Uthmeier.
“Consistente con el ADN de nuestra familia, será uno de los edificios más bellos jamás construidos, un ícono en el horizonte de Miami”, publicó. En otro mensaje en redes sociales, Eric Trump remarcó que “será la mejor Biblioteca Presidencial jamás construida, honrando al mejor Presidente”.
Según los documentos oficiales entregados para el encuentro de gabinete, la donación se justifica en la creencia de que el uso previsto generará un “mayor beneficio para el público” que mantener el terreno bajo administración estatal, y permitirá “incrementar las actividades de desarrollo económico”.
El nuevo terreno para la biblioteca presidencial se sitúa en una zona estratégica, donde expertos inmobiliarios calculan que su precio final podría triplicar la tasación oficial.

Según el consultor Peter Zalewski, “el terreno podría venderse por al menos 360 millones en el mercado”, solo considerando el potencial de desarrollo vertical y la escasa regulación local sobre estacionamientos. “Hay muchas maneras de hacer que ese sitio sea una máquina de dinero”, expresó a Telemundo 51.
Aunque el acuerdo estipula que algunas áreas deberán destinarse a la biblioteca, museo o centro presidencial, el resto del predio puede albergar otros desarrollos, incluyendo hoteles, condominios o restaurantes.
La fundación responsable que recibió la cesión, Donald J. Trump Presidential Library Foundation, Inc., fue incorporada en mayo por Eric Trump y Michael Boulos, esposo de Tiffany Trump, además del abogado James Kiley.

Entre las primeras alternativas para el sitio se contemplaron predios cercanos a Florida Atlantic University y en Doral, sin embargo, el terreno finalmente asignado destacó por su ubicación privilegiada y por estar libre de restricciones de altura impuestas por la cercanía con aeropuertos.
Para despejar eventuales obstáculos legales, el propio DeSantis impulsó una ley que impide a gobiernos locales o condados frenar la edificación de bibliotecas presidenciales, evitando una posible oposición de autoridades municipals de tendencia opositora.
Aunque el presidente Donald Trump aún no ha presentado un plan detallado para la biblioteca, su entorno viene explorando opciones en Florida desde hace meses. De acuerdo a los términos de la transferencia, las obras deberán comenzar en un plazo no mayor a cinco años, permitiendo a la fundación desarrollar otros emprendimientos dentro del predio.