MIAMI.- El estado de Florida ejecutará el martes por la noche a Samuel Lee Smithers, de 72 años, en la Prisión Estatal de Florida, por el doble asesinato de Christy Cowan y Denise Roach en 1996.
La ejecución mediante inyección letal, firmada por el gobernador Ron DeSantis, marcará la decimocuarta del año en el estado, lo que consolida un récord histórico que casi duplica la marca anterior y posiciona a Florida a la cabeza en este tipo de castigos.
"Diácono de la Muerte"
Los hechos ocurrieron en mayo de 1996, cuando Smithers, quien trabajaba como cuidador en una propiedad rural en Plant City, conoció a ambas mujeres en un motel de Tampa y les pagó por servicios sexuales.
La dueña de la propiedad, Marion Whitehurst, a quien Smithers conoció en la iglesia donde él servía como diácono bautista, descubrió el crimen mientras el hombre limpiaba un hacha junto a un charco de sangre.
Aunque Smithers afirmó que se trataba de un animal, Whitehurst alertó a las autoridades, quienes encontraron rastros que conducían a un estanque donde yacían los cuerpos de las víctimas. Ambas mujeres fueron estranguladas y presentaban múltiples golpes.
Smithers recibió dos sentencias de muerte en 1999 por los asesinatos en primer grado de Christy Cowan, de 31 años, y Denise Roach, de 24.
Cifra sin precedentes
Desde que la Corte Suprema de Estados Unidos reinstauró la pena capital en 1976, el estado nunca había ejecutado a más de ocho personas en un solo año, cifra alcanzada en 1984 y 2014.
En 2025, Florida no solo supera su propio registro, sino que lidera a toda la nación en el número de ejecuciones, seguido a distancia por Texas con cinco.
Este aumento se enmarca en un contexto nacional en el que Estados Unidos alcanzó su cifra más alta de ejecuciones en más de una década, con 35 hasta la fecha, de las cuales casi el 40% ocurrieron en Florida.
Apelaciones
La defensa de Smithers intentó detener la ejecución con el argumento de que aplicar la pena de muerte a un hombre de 72 años con deterioro cognitivo constituye un castigo cruel e inusual, prohibido por la Octava Enmienda.
Sus abogados presentaron un informe médico que advierte sobre un "deterioro insidioso de la función mental que progresará a un estado de demencia". Smithers sería el recluso de mayor edad ejecutado en Florida desde 1976.
Diversas voces se alzaron para pedir clemencia. La Conferencia de Obispos Católicos de Florida envió una carta al gobernador DeSantis para solicitar la conmutación de la sentencia a cadena perpetua sin libertad condicional.