
Un hombre falleció y una mujer permanece en estado crítico tras la detonación de fuegos artificiales almacenados en una vivienda del barrio de Pacoima, en el norte de Los Ángeles. La noche del jueves, el estallido desencadenó un incendio que se propagó velozmente a múltiples residencias y un automóvil, movilizando a más de 130 bomberos y dejando un saldo de varios heridos, incluidos otros residentes y animales domésticos, según información oficial del Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD).
Vecinos del sector describieron que, poco después de las 21:00 horas, sonidos de explosiones intensas sacudieron la cuadra 12900 de Corcoran Street. Los testigos relataron que llamas y proyectiles encendidos cruzaron de un inmueble a otro, mientras algunos intentaron controlar focos de fuego antes de la llegada de los equipos de emergencia. La fuerza de la explosión causó daños estructurales y fue registrada en varios videos capturados por residentes. De acuerdo con ABC 7, el evento dejó conmocionada a la comunidad, que lamenta la muerte de uno de sus miembros y la gravedad de los hechos.
La presencia de grandes cantidades de pirotecnia, almacenada sin las medidas adecuadas en un garaje, agravó la emergencia e impidió que los bomberos pudieran acercarse de inmediato a los puntos críticos. La investigación sobre el origen exacto de los fuegos artificiales, la legalidad de su posesión y las circunstancias que rodearon el incidente sigue abierta. Las autoridades adelantaron que el almacenamiento de explosivos en domicilios constituye un peligro creciente, sobre todo en condiciones climáticas que favorecen la propagación rápida de incendios, según The Independent.
La noche del 3 de julio de 2025, una poderosa explosión de fuegos artificiales registrada en una vivienda de la comunidad de Pacoima generó una alarma generalizada. De acuerdo con reportes del LAFD, la detonación tuvo lugar en el interior de un garaje donde se almacenaban artefactos pirotécnicos comerciales. El estallido inicial desató un incendio que se propagó a varias viviendas y alcanzó vegetación y objetos cercanos, incluidos un automóvil estacionado. Los bomberos encontraron a un hombre de unos 30 años muerto en el lugar y a una mujer de 33 años con quemaduras graves, trasladada de inmediato al hospital.
Al menos cuatro personas sufrieron síntomas leves por inhalar humo y una mujer de 68 años requirió atención médica en el sitio, aunque no todos los afectados aceptaron ser trasladados al hospital. El fuego se propagó rápidamente alimentado por la pirotecnia encendida y las condiciones del entorno. Según información de ABC 7, la labor de los bomberos se complicó por la continua detonación de nuevos fuegos artificiales, lo que incrementó el riesgo para los equipos de emergencia.

El despliegue oficial incluyó no solo equipos de bomberos sino también la activación de la unidad de materiales peligrosos, el escuadrón antibombas del LAPD y el grupo de crisis del ayuntamiento debido a la magnitud del suceso. El incendio, considerado de emergencia mayor, obligó a la evacuación y resguardo de varias familias y animales domésticos. Se confirmó la existencia de un escape de gas en una de las viviendas y la caída de líneas eléctricas, lo que elevó los riesgos para los habitantes y los equipos de rescate.
Las autoridades señalaron que el fuego quedó controlado una hora después, aunque aún se mantenía personal técnico en el lugar inspeccionando los escombros y evaluando la integridad de las estructuras dañadas. Según reportó ABC 7, el área permanece bajo vigilancia policial y del cuerpo de bomberos, mientras prosigue la investigación sobre la procedencia de los artefactos pirotécnicos y la posible responsabilidad penal de los propietarios.
Portavoces del LAFD informaron que los fuegos artificiales involucrados en la explosión eran de tipo comercial y se almacenaban en condiciones inadecuadas en un garaje residencial. El portavoz David Ortiz señaló, en entrevista para The Independent, que la manipulación y resguardo de grandes volúmenes de pirotecnia por parte de particulares constituye un peligro potencial, ya que el deterioro de los productos puede incrementar la posibilidad de combustión espontánea. Además, en California, las condiciones de sequía y altas temperaturas elevan el riesgo de que cualquier incidente con fuegos artificiales derive en incendios estructurales o forestales.
Las autoridades recalcaron que el uso y almacenaje informal de estos materiales fuera de espectáculos profesionales está prohibido en el estado y que la proliferación de su venta ilegal en entornos residenciales es motivo de preocupación adicional para los cuerpos de seguridad. De acuerdo con Fox News, los primeros peritajes establecen que los fuegos artificiales procedían de canales no autorizados y no contaban con garantías de seguridad.

Los residentes del barrio compartieron relatos sobre el pánico e incertidumbre generados por el siniestro. Varios de ellos documentaron en video las explosiones y el avance del fuego, y colaboraron con la extinción de pequeños focos mientras aguardaban la llegada de los equipos de emergencia. Tras los eventos, la comunidad lamentó la muerte del vecino y expresó preocupación por los riesgos que representan explosivos almacenados cerca de viviendas y escuelas. Según información confirmada por ABC 7, el siniestro también afectó a numerosas mascotas, entre ellas perros que requirieron atención veterinaria por quemaduras e intoxicación.
El hecho tuvo lugar en una fecha señalada por la alta actividad de pirotecnia, ya que coincidió con la celebración del Día de la Independencia. Las autoridades hicieron un llamado preventivo para evitar el uso de fuegos artificiales no autorizados y reforzar la denuncia de prácticas peligrosas similares en otras comunidades de la ciudad, según lo informado por The Independent.