
El ex senador uruguayo Gustavo Penadés, acusado de una veintena de delitos sexuales cometidos entre mediados de la década del 90 y 2021, deberá esperar el juicio en la cárcel. El ex legislador uruguayo, quien era uno de los más respetados del sistema político, está en prisión desde hace dos años, cuando fue imputado en esta misma causa.
Esta semana hubo varias novedades en torno al caso Penadés. Por un lado, porque vencía el plazo que tenía la Fiscalía para acusarlo. Por otro, porque la Justicia debía definir si le otorgaba la prisión domiciliaria como viene pidiendo su defensa. Pero, una vez más, esta solicitud fue rechazada y continuará en prisión preventiva al menos por 180 días más.
Para argumentar la decisión, la jueza contó un hecho que presenció con sus propios ojos. Marcela Vargas relató que Penadés ejerció un “acto claro de intimidación” respecto a Federico Rodríguez, uno de los policías que está condenado por participar de una “trama” para salvar al exsenador. “Lo vi yo, lo presencié yo”, dijo Vargas, de acuerdo a la crónica de la audiencia del diario El País.

Para la jueza, si delante de ella Penadés “intimidó” a un testigo del caso, en prisión domiciliaria sus acciones de este estilo se podrían ampliar.
Este acto de Penadés fue visto por al menos tres personas: la fiscal del caso Isabel Ithurralde, la abogada de las víctimas Soledad Suárez y la propia jueza. Ocurrió en la tercera audiencia en la que Rodríguez declaró como testigo. Al final de la instancia, Penadés se acercó al testigo, le apretó la mano fuertemente y le dijo: “Un gusto, nos vemos”.
El testigo “quedó pálido”, aseguró la jueza. Además, Vargas relató que en las audiencias en las que declaró Rodríguez Penadés estaba enfermo, pero comenzó a toser específicamente cuando el testigo comenzó con su testimonio. Agregó que a ningún imputado los guardias le permiten acercarse a un testigo, algo que sí ocurrió con él. “Usted le da sandwiches a los policías y eso solo pasa con usted”, le dijo la jueza a Penadés.

“¿Qué debo pensar que pasaría si yo le mando a su casa con un policía al cual usted le da comida, le da sandwiches?”, preguntó Vargas.
Para la defensa, sin embargo, esto se trató de un simple saludo, “de buena educación”. La abogada Laura Robatto lamentó que con los argumentos que utilizó la Justicia “se sigue alimentando el monstruo” de Penadés.
Penadés fue un político que tuvo un exitoso ascenso, que llegó a ser el hombre de referencia del gobierno de Luis Lacalle Pou en el Senado y que vio que su reputación se hizo añicos en marzo de 2023, luego de que una mujer trans lo acusara públicamente de pedofilia y explotación sexual. Luego, Penadés fue imputado por delitos de explotación sexual y está preso en una cárcel de Florida. Desde allí, ha expresado que es inocente.

Tras conocerse la decisión de la Justicia de formalizar la investigación, el Senado y la Cámara de Diputados de Uruguay decidieron expulsarlo de su representación. La misma decisión tomó el Partido Nacional y varios de sus dirigentes expresaron su sorpresa por una vida paralela que mantenía Penadés, que para ellos era desconocida.
El ex senador es acusado de 10 delitos de retribución a la explotación sexual de menores de edad, cuatro delitos de abuso sexual especialmente agravados, tres delitos de abuso sexual, un delito de violación, un delito de desacato y un delito de atentado violento al pudor.
Los delitos por los que se acusa al ex legislador fueron cometidos desde la mitad de la década del 90 y 2021. En la demanda se identifican 14 víctimas y al menos un testigo de contexto. Los hechos que se describen narran que Penadés tenía sexo con menores de edad a cambio de plata. Esto fue lo que ocurrió en la mayoría de los casos, según la Fiscalía.