
Washington comenzó a preparar autorizaciones para socios clave de la petrolera estatal venezolana PDVSA, empezando por Chevron, permitiendo que continúen sus operaciones con restricciones en territorio venezolano, según informaron fuentes consultadas por Reuters y Bloomberg. Esta decisión marca un giro en la estrategia de presión que el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump había implementado a principios de año, al cancelar varias licencias y exigir el cese de todas las transacciones petroleras con Venezuela para finales de mayo.
De acuerdo con personas familiarizadas con el asunto citadas por Bloomberg, Chevron podrá reanudar la extracción y producción de crudo en Venezuela. Los detalles completos de la decisión aún no se han hecho públicos. La medida coincidió con un acuerdo bilateral, en el que Washington y Caracas pactaron la liberación de 10 estadounidenses encarcelados en Venezuela, mientras que 250 venezolanos fueron repatriados desde El Salvador.
Un funcionario de alto rango del Departamento de Estado norteamericano declaró en un comunicado que no se referirá a ninguna licencia específica, pero remarcó que Estados Unidos “no permitirá que Nicolás Maduro se beneficie de la venta de petróleo”. Entre las nuevas condiciones impuestas a Chevron y a eventuales socios europeos como Eni y Repsol, Estados Unidos solo autorizaría pagos a contratistas de las empresas mixtas con PDVSA y permitiría importaciones necesarias para asegurar la continuidad operacional, impidiendo el acceso de fondos petroleros a la administración de Maduro.
El portavoz de Chevron, Bill Turenne, aseguró en un comunicado que la compañía realiza negocios en cumplimiento de las leyes y sanciones estadounidenses, tanto a nivel global como en Venezuela: “Chevron lleva a cabo sus actividades en todo el mundo de conformidad con las leyes y reglamentos aplicables a su negocio, así como con los marcos de sanciones establecidos por el Gobierno de Estados Unidos, incluso en Venezuela”.
A inicios de año, Trump había revocado la licencia de operación de Chevron en Venezuela como parte de su campaña de presión contra el gobierno de Maduro. La decisión fue promovida por figuras de línea dura en materia de seguridad nacional, como el secretario de Estado Marco Rubio. Sin embargo, dentro de la administración surgieron posturas divergentes: mientras Rubio insistía en suspender cualquier autorización, el enviado especial Richard Grenell defendía una posición más pragmática y buscaba la restauración de operaciones bajo control estricto.

Las fuentes señalaron que el Departamento de Estado, que en mayo pasado bloqueó una iniciativa de Grenell para flexibilizar las licencias, ahora impone condiciones para impedir que el gobierno de Maduro acceda a divisas generadas por el petróleo venezolano. Las negociaciones internas en Washington incluyeron argumentos orientados a evitar que el crudo venezolano quedara en manos de otras potencias, como China, y a mantener el peso de Estados Unidos en el mercado energético global.
La nueva licencia permitirá que Chevron, única gran petrolera estadounidense que opera en Venezuela, recupere una producción que alcanzó los 240.000 barriles diarios al 27 de mayo, lo que constituye alrededor del 25% del total nacional. La autorización también prevé que el crudo venezolano llegue a refinerías estadounidenses, sobre todo en la costa del Golfo, donde Valero Energy y Chevron figuran como principales compradores.
No se aclaró si los términos de la licencia para Chevron serán aplicados a otras empresas europeas que han solicitado permiso a Washington para intercambiar combustible por petróleo, como la italiana Eni y la española Repsol. La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
El restablecimiento de la licencia y la reanudación de operaciones en Venezuela se produce en un contexto de relaciones bilaterales tensas, en el que Estados Unidos ha respaldado a la oposición venezolana y cuestionado la legitimidad de Maduro. Mientras tanto, el mercado petrolero internacional registró solo un leve incremento en los precios tras el anuncio: el crudo Brent subió 0,1% a US$68,57 por barril en la jornada de Nueva York, según Bloomberg.
(Con información de Reuters y Bloomberg)